sábado, 29 de octubre de 2011

El diario. (Concurso de Paradela)


Todos los días el mismo recorrido, la calle de la Alameda, la plaza de Espadas, la avenida San Francisco. Contaba a su paso los cruces, cinco, los semáforos , doce y las personas a las que educadamente saludaba con un, buenos días. Dos, solo dos y es que a la seis de la mañana ¿Quién iba a salir a la calle sino cuatro mataos? Se decía Lola, mientras se recolocaba el bolso que resbalaba de su hombro.

En la esquina, justo antes de llegar al imponente edificio de oficinas donde trabajaba compraba el diario. Diario que más tarde hojeaba mientras tomaba el primer café del día.

No sé porque lo compro, musitaba al pasar hoja tras hoja, si no se leer.

Miraba las imágenes, hoy son tremendas sentenciaba, no hay más que ver las expresiones de estos rostros tan serios. Jóvenes esposados rodeados de policía, edificios en ruinas, mujeres y niños llorando y este fuego que no cesa dejando el bosque cubierto de grises cenizas. ¡Como está el mundo!

Dio el último sorbo a su café amargo, no le gustaba que lo artificial endulzara su vida. Terminó de abotonar su bata azul y empujando el carrito comenzó su trabajo.

viernes, 28 de octubre de 2011

CONVOCATORIA HALLOBLOGWEEN 2011



La cena sobre la mesa comenzaba a enfriarse, Marcela con la mirada perdida parecía querer traspasar la pantalla del televisor. No veía, no escuchaba, de repente el canto del cuco  la sacó de su letargo. Eran las doce, pestañeo así como si nada y comenzó a tomar cucharadas del tibio plato  de caldo que ya no humeaba.  Intentaba alargar las horas, solo pensar en dormir le producía escalofríos, entrar en el mundo de los sueños se estaba convirtiendo en una tortura.
Sentada en el sofá intentó leer, imposible, no se concentraba. El cansancio la conducía sin miramientos hacia su cama.
Cuando entro en contacto con las sábanas, las notó frías, el vello se le erizó, fue como el preludio de…!tonterías! solo pienso en tonterías, se dijo Marcela, solo son pesadillas recurrentes, solo eso, se dijo para calmar su inquietud. Encendió la radio, una música suave la envolvió, el agotamiento hizo mella  y cayó en un profundo sueño.
Sueños inquietantes, oscuras sombras la envolvían. A las cuatro en punto como cada noche del último año el teléfono sonó, dos tonos ¡Ring, Ring! y la noche se torno silencio. 
No se atrevía a abrir los ojos.
Estaban allí de nuevo, notaba su presencia. Fantasmas danzando en torno a ella, espíritus malignos arañando su espalda.
Acurrucada como un ovillo, sintió el aliento fétido sobre su mejilla. El peso de una mano junto a ella hundía el mullido colchón.
No te muevas, no respires, se decía, así se irá. Pero no se iba
Su jadeante respiración se le hacía más palpable  y ese olor nauseabundo como una plaga inmisericorde rellenaba cada rincón de la alcoba. Sobre las sabanas unas manos recorrían su cuerpo. Paralizada solo podía cerrar fuertemente sus ojos esperando que pasara.
No te muevas, no respires, se decía, así se irá, pero no se iba.
Quieta muy quieta percibía como aquel ser sin cuerpo se tumbaba junto a ella, su mano cayó sobre  Marcela. Frío mármol, fría piedra, losa que la aprisiona, el aire no llega a ella, siente que se ahoga.
El mundo desaparece, se cree morir.
Me llevará con él, hoy me llevará.
Espectros danzantes, risas roncas, susurros que gritan su nombre Marcela, Marcela, Marcela.
El reloj marcaba las seis de la mañana, una mañana sin madrugada.

Convocada por Teresa Cameselle. Si eres valiente acercate 

sábado, 22 de octubre de 2011

Aparcado


La primera vez, entre la tibia y cálida luz de la noche que nace. Reflejos de sombras. Dos cuerpos se vislumbran  bajo los destellos de  una luna llena. El, ella. Siluetas escondidas de miradas curiosas. Arriba, abajo, ritmo serpenteante entre rojos destellos y de fondo ,el sonido sordo de un motor que no arranca.



miércoles, 19 de octubre de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO. Mitos y Leyendas


Voy a situaros queridos amigos,
 “Estamos en la ciudad del Santo Reino, Jaén, este reino mantiene su identidad desde Abderramán IV en 1018, continuando con Fernando III.
Ciudad de la Atlántida neolítica y calcolítica , la mayor y más antigua de la vieja Europa prerromana. Estamos en la Orongis ibera; en la Auringis íbero-cartaginesa; en la Aurgis y Flavia romana; en la Giyen y Geen árabe y judía, capital de la Cora de YayYán; en la cristiana Iaén. Hoy, el espíritu de todas ellas confluye en esta histórica ciudad. (Matías D. Ráez Ruiz”

Ya situados y tomando asiento os contaré lo que desde pequeña escuche narrar, relato que aún se escucha y yo misma detalle a amigos y familiares a los que acompañe para que conocieran donde vivía la bestia, hace tan solo unos días.
Esta historia como otras muchas nos las narraba la madre de mi amiga Ana. Por aquel entonces Ana, Lola y yo éramos inseparables. Ana era hija de los panaderos del barrio, vivía en una enorme y maravillosa casa, con un patio central, este estaba rodeado por corredores acristalados, cristales de colores formando mil imágenes a cual más bella. En la parte baja, en semisótano estaba la panadería.
Ana era la unica hija, hija buscada con mucho esmero, tanto, que antes de ella nacieron nueve hermanos varones, pero no importaba, su madre deseaba una hija y ella llegó.
 Lola y yo nos perdíamos en aquella casa día sí y día también, no solo por la grandeza del lugar sino por Rosario la madre de Ana.
Rosario contaba unas historias mágicas, historias, de princesas, hadas y duendes, que nos mantenía durante horas sumergidas en el mundo de los cuentos y sueños.
Una tarde después de recoger nuestras tortas y chocolates regalo de papa panadero, Rosario se dispuso a narrarnos un cuento, mejor dijo una leyenda. Se sentó junto al fogón y colocó tres sillitas formando una media luna a su alrededor y con su tierna voz nos dijo: Este cuento es distinto, es una leyenda, la leyenda del LAGARTO DE LA MALENA:
La voz se torno suave al igual que la luz que nos envolvía, embelesadas la mirábamos y con gestos parsimoniosos contó que frente a la iglesia de la Magdalena, cada noche salía un lagarto gigante que hambriento se comía todo lo que por allí pasaba, se paseaba por calles y huertas del barrio buscando con que saciar su voraz apetito, no importaba que fuera animal o humano todo servía para calmar el rugir de las tripas del gigantón lagarto.
Al caer la noche ningún vecino quería salir de su casa y si habían de hacerlo eran cautelosos y jamás lo hacían solos.
En la cárcel un preso que había sido condenado a muerte escucho estos hechos y pidió al Alcalde de la prisión su libertad a cambio de matar al lagarto. Tan desesperados estaban que accedieron.
El encarcelado pidió un caballo, un saco repleto de panes calientes, una piel de cordero y un saco de pólvora.
En la noche de luna llena, colocó frente a la cueva donde vivía el lagarto un pan calentito, humeante y se escondió. El lagarto al olor de aquel apetitoso pan, despacito salió. En esto andaba el lagarto cuando escucho un ruido, era el preso y rápido el reptil lo quiso embestir. Este montó a caballo y a medida que huía iba echándole pan tras pan, panes que el lagarto devoraba con ansias desmesuradas, así continuo hasta llegar a San Ildefonso, donde arrojo el saco de pólvora con la mecha encendida. Este saco lo había envuelto en la piel del cordero, el lagarto glotón lo comió entero y cuando llego el mortífero alimento a su estomago el monstruo reventó.
¡BOOOMMM!  Las tres niñas con el corazón en la misma garganta, gritamos ¡ AAAAHHH!, ¡Mamá! ¡Rosario, siempre haces igual! Reíamos nerviosas y asustadas.
Y esto les pasa, continuo sonriendo, a todos los glotones que tanto comen. Desde entonces se quedó el dicho: Si sigues comiendo así reventarás como el LAGARTO DE LA MALENA



Visitad y disfrutad de muchas leyendas más en casa de nuestra anfitriona CECI

lunes, 17 de octubre de 2011

Al caer la noche


Lo buscaba, llevaba todo el día buscándolo.
Sé que se encuentra en casa, porque lo he sentido cerca ¡tantas veces!, y ahora cuando más falta me hace, desaparece.
Desesperadamente abro y cierro los cajones de  estos viejos muebles , con  la mera ilusión de tropezármelo. Tengo que encontrarlo, sin él estoy perdida. Mis ensoñaciones, mis ideas, mis palabras no pronunciadas, todas mis emociones, mis sentimientos, todo se dispersa y como hojas secas barridas por el viento de este otoño que comienza, se alejan sin dejar rastro, sin dejar huella.
No puedo consentirlo. Miro entre mis libros  de  historia, los que arrinconé hace ya tantos inviernos y en este venirse a mis manos, siento pena, los dias sin uso los tornaron amarillos y yo sin hacer nada para rescatarlos  de este cruel final, más ahora no es el momento de lamentarme ando sumergida en la busqueda de lo que no  se haya, de lo que no está.
Busco dentro de los oscuros armarios repletos de ropas que no  uso, pero que tampoco desecho. No, tampoco está.
¿Dónde lo habré olvidado? Esta memoria mía cada día le gusta más jugar conmigo. Cansada renuncio a continuar esta cruzada por hoy.
Frente al espejo recojo mi pelo, desmaquillo mi rostro, descalzo mis pies, desnudo mi cuerpo y dejo  el agua  tibia correr sobre mi piel . Me abandono a la dulce calma, al sosiego de las horas brujas que arrullaran mis sueños.
En la cama el hueco de mi cuerpo dibujado por el tiempo, me espera.
Acurrucada entre el lino de las blancas sábanas, repaso cada minuto del día vivido.
¡Qué paz! ¡Qué calma! ¡Y qué sorpresa! Porque en ese instante, en ese preciso instante,  se me aparece.
Todo el día buscándolo y ahora, así de repente me envuelve.

Silencio, todo silencio, por fin te encuentro.

miércoles, 12 de octubre de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO: LA VOZ


Cada tarde de regreso a casa caminaba despacio arrastrando sus pasos, dejando estelas de polvo gris y blanco. Gris de la tierra insulsa, insípida, sin sustancia y  blanco por la pureza de su alma, por ese desmenuzar de sentimientos acallados, sepultados en el fondo de sus entrañas. A veces deseaba que el blanco se tornase negro, así  casaban mejor la tonalidades. ¿Cómo estos contrastes? No los entendía, o tal vez no se detenía a analizarlos.
En sus oídos, los auriculares de la vieja radio inundando todo el universo de  sonidos la acompañaba en su vuelta a casa, voces que no cesaban de hablar, diálogos sin sentido para ella, no entendía nada de esos temas tan complicados que debatían, ella solo sabía de estrujar fuerte el palo de una sucia fregona intentando no dejar marcas ni restregones en el piso de mármol rojo, como le pedía la señora. Asentía cabizbaja a todas las peticiones de esta, en silencio bajando la mirada. ¡Pareces tonta! Le increpó un día.
Lucia nunca  respondió, nunca contesto, solo un gesto bastaba para hacerse entender. ¿En qué momento dejo de hablar? Ya no recordaba la fecha, sí que fue de mañana, tras una noche de interminable charla con su almohada. Decidió  así sin más, guardar silencio para siempre. Y ahí comenzó su nueva vida.
Su voz se torno pensamiento, sentimiento, emociones, nunca más sonido. Su voz se quebró como se quebró su destino.
Introdujo la llave en la cerradura oxidada, sobre la mesita deposito el bolso azul, colgó el abrigo raído por tantos inviernos, descalzó sus pies y sintió la calidez de la madera bajo ellos, abrigando cada paso hasta dejarse caer en el sillón de orejeras herencia de su abuela. ¡Qué cansada estaba hoy! Cerró los ojos y cuando la sombra de la duerme vela la cobijada, a lo lejos escuchó una canción, se dejo llevar acunada por la melodía embriagadora.
Era ella, era su voz que la llamaba.




Más voces para escuchar en casa de Gus y en casa de Yonky

sábado, 8 de octubre de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO:ÍDOLOS


Ídolos, había oído una y mil veces esta palabra a lo largo de la semana, la había oído y la había leído. Decidido a saber el significado más exacto tomó el diccionario azul, el que usaba siempre desde que allá por los doce años le regalo su padre, le había dicho al entregárselo:
-Siempre que dudes busca.
No es que ahora dudase, no, solo quería saber con certeza lo que claramente intuía.
Ídolo: Imagen de una deidad objeto de culto. Persona o cosa amada o admirada con exaltación.
A ver otra palabra, Deidad: ser divino o esencia divina, otra más Exaltación: acción y efecto de exaltar o exaltarse. Gloria que resulta de una acción muy notable.
Pues sí, sus amigos tenían razón, el era “raro” y tal vez debería acudir a la consulta de un psiquiatra. Eso de no idolatrar a nadie, pero a nadie, nadie, no era normal, le habían dicho, Todos admiramos a alguna persona a algún grupo, sobre todo si se tiene diecinueve años.
Pero él no, decididamente no idolatraba a nadie. Cierto que a lo largo de la historia han existido personas excepcionales, hoy las sigue habiendo pensaba, pero de ahí a idolatrarlas, pues no. Y es que cuando pensaba en alguna celebridad sin previo aviso, su imaginación anárquica la representaba frente al espejo del baño recién levantada, con el pelo alborotado, los ojos aún hinchados por una maravillosa o una tormentosa noche, bostezando y ¡zas! el ídolo caía estrepitosamente de su altar.
¡Que no! Que no idolatraba a nadie por más que lo intentaba.

Otros ídolos asomados en El Balcón de Cas 

(Queridos jueveros llego tarde pero al final llegué. Lamento no poder visitaros este jueves, realmente imposible agggggg!. Un Abrazo para todos)

lunes, 3 de octubre de 2011

Y SIGUEN Y SIGUEN....

Queridos amig@s aquí continuo haciendo malabarismos para poder visitaros, ardua tarea, entrar y leer una odisea, intentar comentaros odisea y media. Espero que disculpéis este casi abandono, digo casi porque de una u otra forma sigo en contacto, por supuesto que no lo que yo desearía pero.... es lo que me toca, ya sabéis sigo de prestado.
!YA VA QUEDANDO MENOSSSSS!

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