Las fiestas tocaban a su fin, seis días vividos
y disfrutados hasta el agotamiento, Desde el chupinazo hasta el pobre de mí, había
disfrutado de cada instante. Este año portó la imagen del patrón, repartió
chocolate y churros en la chocolatada popular, corrió delante del toro Ratón,
fue gigante y cabezudo y despertó a medio pueblo con el pasacalle mañanero.
Aunque lo mejor para él, lo que realmente le
llenó de felicidad fue el día del concurso de disfraces en el hogar del
pensionista. La alegría recorría cada rincón de aquel escenario, la vida se bebía
a sorbos grandes en botas de piel repujadas.
Solo un deseo flotaba en el aire y en su
pensamiento para poder rozar el cielo, pero de esta noche no pasaba, antes de
que los fuegos artificiales dibujaran de mil colores la noche, se lo diría. El
mañana no existía para Pablo, ella se marchaba a la ciudad, regresaba a su vida,
una vida en la que él no entraba.
La observaba desde la distancia que da el miedo
y la veía reír echando su cabeza hacia atrás. Con una mano apartaba ese mechón revoltoso
que le cubría sus ojos chispeantes. La música comenzó a sonar y Ernesto la tomo
entre sus brazos mientras se mecían entre las notas.
Ahora o nunca se dijo. Las piernas le temblaron,
un sudor frío se apodero de él, para darse ánimos se dijo: venga, tiro una moneda
al aire, si sale cara me acerco la invito a bailar y se lo digo, si sale cruz…..
No, no, no, saldrá cara.
Lanzo la moneda
y esta comenzó a voltear en el aire, cabriola tras cabriola fue bajando.
Tendió su mano para recogerla, pero llego tarde, la moneda rodó entre los pies
de los danzantes. Desesperado corrió tras ella, pero desapareció ante sus
atónitos ojos.
No importa se dijo, mientras intentaba recomponerse. Aparentando serenidad
busco a Elena, giro a un lado y a otro buscándola pero Elena no estaba.
!Qué cosas esto de la memoria!, pensó, ¿Cómo recuerdo
todo esto hoy?
Pablo , estaba apoyado en la barra improvisada de la
caseta instalada en la plaza del pueblo, fue escuchar esa canción y revivir el
pasado.
-Ponme otro vino Chema.
Tras él un aroma lo envolvió, ¿Me invitas hoy a
bailar?.
Veinticinco años habían pasado, a veces las
asignaturas pendientes pueden aprobarse en septiembre.
Muchas fiestas más en casa de Manuel
No puedo dejar esta fiesta sin mostraros ese concurso de disfraces
¿Que me decís de la señora que va disfrazada de "La Martirio"?