Sobre la línea del horizonte se cierne un enjambre de nubes negras, anuncian
la tormenta que está por llegar. Se arremolina el viento recio sobre ellas y como
en danza nupcial, las zarandea. Raya el amanecer desligándole de todo
pensamiento presente, se desdibuja su cuerpo gris plateado y se alza la voz y el
gemido. Cierra sus ojos y aparece la niña mimada colmada de antojos que fue.
No hay quejas entre sus labios, la vida le ha tratado con amabilidad. Hubo
obstáculos, no lo va a negar, pero su voz no aúlla hiel y veneno, de hacerlo hoy
en su rostro se dibujaría un rictus agrio de culpa y eso a ella no le agrada,
porque le gusta la risa y el abrazo, las palabras dulces y el gesto amable.
Llegar hasta aquí no fue difícil, tampoco fácil pero aquí está, intentando ser feliz
hasta donde pueda serlo o la dejen serlo. Respira en calma, cuenta los
momentos vividos y recita una letanía.
Ruge el cielo, ya huele a tierra mojada.
Otras visiones sobre la propuesta en el blog de Inma
Ostras, como me he visto reflejada... Muy bueno, besos.
ResponderEliminarBienvenida San! Cómo ya te dije en respuesta a tu visita, me alegra reencontrarte. Sobre la manera deseable de llagar a viejo con aceptación y sin grandes conflictos, creo que el camino se va trazando a medida que se a anda en sabiduría, y si se tiene suerte, son perder el contacto con la realidad, trágica trampa en la que nos suelen enredar los años. Un abrazo
ResponderEliminarque horror..... me dio tanto frio leerte.... quiero que me incineren, no quiero frio.
ResponderEliminarLa vida y su amabilidad, su dulzura y algún revés pero nos consiente, nos deja recorrer el camino. Unos abrazos
ResponderEliminarSan, me alegro mucho de leerte. Dicho lo cual nos dejas una muy bella vejez sin amargura y sin malas caras. Eso es que su vida fue buena y aunque siempre hay piedras en el camino , algunas se pasan de puntillas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMi madre me mandó por ver si me abuela necesitaba algo. Yo soy obediente y fuí...
ResponderEliminar- Abuela que dice mi mamá si quieres algo.
Mi abuela estaba ciega por la diabetes pero aquella noche, su semblante era de ser feliz.
- No, no quiero nada chiquito.
Al amanecer, los llantos de mi madre subían por las escaleras de mi casa. Aquella noche mi abuela Aurora acababa de fallecer.
Aparte de mi abuelo, yo fuí el último que la vió con vida y su semblante de plenitud, aún lo guardo en el recuerdo.
soy Buscador
ResponderEliminarBueno; uno, al final, envejece y muere. Pero tenemos toda una vida de ventaja.
ResponderEliminarRescata lo bueno, sin olvidar los tropiezos, una bonita senectud
ResponderEliminarUn abrazo y bienvenida de vuelta
Mirarse al espejo y ver todo eso, o verlo en otro espejo, es difícil, bonito relato. Abrazo.
ResponderEliminar¡Genial volver a leerte, San!
ResponderEliminarMe gustó sobre todo esta frase "porque le gusta la risa y el abrazo, las palabras dulces y el gesto amable". Me pareció un relato muy bonito.
Un besazo
La vida pasa en un abrir y cerrar de ojos, a menos que nos paremos a pensar en algo del pasado... Parece que fue ayer.....
ResponderEliminarHola San, siempre es grato leerte. Tu entrada me trae el recuerdo de unos versos de Kavafis " Pide que el camino sea largo. Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues -¡con qué placer y alegría!- a puertos nunca vistos antes." Hacemos nuestro camino acompañados como romeros de otros que llevan nuestro ritmo y meta. Un abrazo
ResponderEliminarQué alegría me da verte por los jueves y con este texto que refleja tanto con tan pocas palabras... Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha gustsdo mucho el inicio y el enlace con el despertar de una chiquilla de ochents y pico, feliz , indolente
ResponderEliminarAbra oo, San
Hola!!! Me gusto que le dieras ese toque a tu relato que llegar a la vejez no es algo malo sino todo lo contrario, aparte yo creo que es sabiduría 💖
ResponderEliminarPD: Me encanto descubrir tu blog y leerte 🤗 así que me quedo como tu nueva seguidora 😊 si gustas visitarme mi blog es http://plegariasenlanoche.blogspot.com/
Un beso enorme desde Plegarias en la Noche
Hola San, un texto precioso; con la vista puesta hacia la tormenta pero muy bien anclada al presente.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
crecer volar ser
ResponderEliminarcada vez con mas sabiduria Me gusta la vejez llegue y es estar fuerte vida mia
Me ha encantado tu texto, con tan bellas metáforas poéticas, ha sido un placer leerte, aunque un poco tarde para venir a comentar pero no he podido antes, lo siento.
ResponderEliminarLa vida es un viaje en tren, y cada estación es una etapa de la vida. La vejez, es una de ellas. No debemos temerla.
Besos y feliz mes de Octubre.
Ahí hay alguien que esta en paz. Ya puede venir la lluvia
ResponderEliminarAbrazoo
Reflejos. La vida continúa.
ResponderEliminarfelicitaciones
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