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miércoles, 30 de noviembre de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO: Mascotas


Estoy aquí tumbada en este sofá, aunque creo que lo llaman diván,  Mario concertó esta cita, yo no quería. ¿Para qué? le dije, si yo estoy bien, soy feliz, el problema lo tenéis los demás. Yo acepto como soy! como no aceptarlo!, si desde pequeña no escuche otra palabra que “eres lenta”, que sí que ya lo sé, soy lenta.
Cuando nací, me entretuve casi veinte días más de las cuentas que el doctor calculó para mi llegada y es que ¡se estaba tan bien!, allí calentita ¿para qué correr en llegar a un mundo tan difícil? porque mira que este mundo es difícil de entender, al menos para alguien como yo, lenta y sensible dicen. Sí, lo dicen todos, yo lo tengo asumido ya lo dije antes.
Ahora que miro bien, ¡qué bonita habitación la de este doctor! Verdes sus paredes, seguro que para proporcionar paz, a mi el verde me gusta, y ¡cuántos libros! Debe leer muchísimo, yo también leo pero como soy tan lenta aún tengo por terminar cientos. Empiezo uno y otro sin cesar porque me apetece descubrir historias pero tardo tanto  en pasar de página que lo dejo y comienzo otro, creo que sin terminar tendrá ¿trescientos? No se tampoco los conté, cuando llevaba cien me tomé un descanso, después de una semana contando Mario me dijo que me dedicara a otra cosa que ya los contaba él.
En el colegio las cosas no fueron distintas, pero yo no sufría, mis padres sí, no había más que verles las caras, pero yo no tenía prisas ya lo dije antes, yo a mi ritmo, total si al final terminé ¿que importaba cinco que diez?, pues nada, yo finalice hasta la universidad, que tardé, pues sí, esa es la verdad.
 Allí fue donde conocí a Mario. El se enamoró así de repente, a primera vista, yo tardé, sí lo reconozco hasta para eso fui lenta y él ronroneándome, sin desfallecer en su intento de seducción. Ya faltando unos días para licenciarnos, note que mi corazón se aceleraba cuando se acercaba a mí, cuando me miraba . Noté así como un pellizquito en la boca del estomago, sí eso era el comienzo de algo que al final se transformo en un gran  amor.  Por eso estoy aquí, porque Mario se preocupa, yo no.
¡Pero qué bonita es esta consulta!, y ¡Cuánto tarda este doctor!
De repente se abre la puerta.
- Perdóneme Irene, soy el doctor Eduardo Pasolento. Lánguidamente extiende su mano ¡Pero qué hombre más lento! Pensé, tendiendo perezosamente también mi mano.
Ahora dígame ¿a qué se debe esta consulta?
Ohhhhhh!, me olvide, si este jueves había que hablar de mascotas, si es que soy lenta hasta para recordar. Ya no llego pero aquí os dejo una fotografía de Leonardo, Donatello y Michelangelo, ellas son quien alegran mi vida, son mis mascotas.

 BEEEEEEESSSSSOSSSSS
 Alguna mascota más en casa de Gustavo

miércoles, 23 de noviembre de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO: Extranjero e Inmigrante.


François y Margarite celebraban su aniversario, veinticinco años de feliz convivencia. Decidieron preparar una pequeña fiesta a la que  invitaron a sus amigos más íntimos, a su familia más cercana y  a sus cuatro hijos a los que esperaban llenos de emoción. ¡Vivian tan lejos de París!. Adèle residía en España, Clément en Austria, Damien en Boston y la pequeña Dominique en Israel, en total serían treinta personas.

Todas ellas ocupaban un lugar privilegiado en sus corazones y en sus vidas, de ahí que postergaran ese ansiado viaje a Roma, lo realizarían en otra ocasión, hoy deseaban sentirse arropados por aquellos a los que amaban.

Durante toda la mañana Margarite había estado trajinando entre los cachivaches de la cocina, nada como cocinar ella misma. La cocina era su pasión, en ella se perdía y olvidaba esa presión que su día a día le provocaba. Era juez y en los últimos meses los casos que llegaban a ella eran duros, tremendamente duros, así entre especias, pates y croissant podía olvidar tanto dolor humano.

François apoyado en el quicio de la puerta la observaba en su ir y venir, aún le emocionaba ese contoneo entre sartenes y ollas, sonreía al escucharla tararear la canción que bailaron el día en que por primera vez sus vidas se cruzaron. Ella opositaba, él un minmundi, le dijo que era, cuando bailan entre el bullicio de aquella sala de baile situada en un oscuro sótano cerca de la Rue Rivoli.

- ¿Un minmundi? Le preguntó Margarite. ¿Qué quiere decir eso?

- Nada, no soy nada, ando labrando mi futuro y lo encontraré, vaya  si  lo haré.

La fuerza de su mirada, la rotundidad de su voz, su valentía y ese arrojo la enamoraron.  

François, por entonces, trabajaba en una gran fábrica de automóviles de París, dieciocho años tenía cuando entro a formar parte del equipo de montaje, pero no era eso lo que él buscaba. Cada tarde al terminar su turno, estudiaba robándole horas a la noche. ¡Cuánto esfuerzo y sacrificio! Pero al final mereció la pena, hoy ocupaba el sillón de la dirección.

La comida discurrió como esperaban, charla animada, risas y bromas, hasta un bailecito se marcaron. Cuando todos se marcharon. Los dos salieron a la hermosa terraza que su vivienda tenía, desde ella se podía ver el Arco del Triunfo. Margarite se dejo caer desparramada en la hamaca, cerró los ojos y se adormeció entre los sonidos envolventes de esa noche que comenzaba a anunciarse.

François encendió la farola que con luz tenue, le ayudaba a leer el periódico, que en un descuido, en la mañana, había quedado olvidado sobre la mesa.

- Escucha Margarite, hoy anuncia una noticia tremenda sobre la inmigración, te leo “la inmigración en Francia sigue causando desbordes y enfrentamientos. Esta vez ha salido a la luz un video en el que se ve a la policía francesa cargando duramente contra un grupo de mujeres y niños en un suburbio al noreste de París, informó CNN según recoge el portal web del diario español el Mundo.

El grupo de inmigrantes, compuesto por alrededor de 60 personas mayoritariamente procedente de Costa de Marfil, estuvo viviendo en la calle desde que fueron desalojados de sus casas debido a un nuevo proyecto previsto en esa misma zona para construir viviendas, aseguró a la cadena de noticias el periodista Michael Hajdenberg.”( texto recogido  de la página del “Elcomercio.pe”)

- ¿Me estás escuchando? Le pregunto, cuando al volver su cabeza la encontró con los ojos cerrados.

- Sí, mí amor, claro que te escucho, le respondió.

- ¡Hay que ver hasta dónde podemos llegar!, y es que esto es un problema difícil de solucionar, igual si se quedaran en su país…

 Margarite sin abrir los ojos le pregunto.

- Oye Paco y tú ¿de dónde eres?

- El la miro y con cara circunspecta respondió: “andalú”, Margarite “andalú”.


Otras visiones en casa de Gustavo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Entre mis pensamientos


Cuando miro tus manos te me apareces,
y todo mi mundo se arremolina
entre la tela de araña que alegre tejen
tus miradas, tus caricias, tus palabras.  
Y es ahí donde yo  hábito sellando puertas
a un destino  que nos fue escrito.

Destino  trazado  en el mapa oculto
de este mar sereno que nos invita
a perdernos  sin rumbo fijo, a la deriva,
entre la bruma espesa de tu cálida saliva.

Adormecida, entre el murmullo calmo regresas,
bordeando  las esquinas de mi alma mal herida,
provocando marejadas de espuma  brava,
perfumados vapores  que van creciendo 
abriendose paso a fuego lento,
aromas que arropan tu cuerpo,
tu cuerpo que es el mío.

Entre mi boca se  me derraman ,en un  susurro,
las letras de tu nombre ,
transformándose en plegaria, en grito roto,
torrente desbocado sin diques que las contengan,
maremoto que altera y mata.
Retales de instantes robados al tiempo,
deseos inconfesables,
burlando  la mirada lasciva de nuestros propios sueños. 

Y así la noche llega y te adivina,
cuerpo desnudo que se pasea
dibujado por la tenue luz
de una farola ,que descarada
penetra entre la rendija olvidada
del postigo abierto de mi ventana.

No puedo  amor imaginar estas tus manos,
paseando entre los poros sedosos de otra piel
que no sea la mía,
senderos ocultos de placeres prohibidos.

Me duele, no quiero,
más si el destino juega  mal su partida,
tan solo te pido amor
que perdiéndote entre la línea roja del oscuro deseo,
tu pensamiento  tan solo me ame  a mí.
Y  que tus manos   sientan que ese calor ,es el mío

sábado, 19 de noviembre de 2011

Siempre mensajes positivos.

Hace unos días que pasea entre mis pensamientos Carmen Rosa una mujer que sin conocernos físicamente, genera en mi un sentimiento de positividad continua siempre que la leo o siempre que  se acerca hasta mi con sus cariñosos comentarios, desde su blog ATRACCIÓN POSITIVA me ofreció un regalo que gustosa acepté y que hoy agradezco a modo de entrada.
GRACIAS CARMEN

jueves, 17 de noviembre de 2011

ESTE JUEVES UN RELATO: El grito de los excluidos.




Frente a la mesa de juego una última mano, nada le queda, todo está sobre el tablero verde. La botella vacía, el vaso bordeado por sus resecos labios en un intento de apagar el fuego que de su garganta nace. Un bombeo continuo de turbia sangre negra, llega hasta sus sienes,  el dolor que siente es insufrible. El corazón golpea con furia, se le antoja que fuera a estallar.
¿Lo escucharan todos los que rodean esta maldita mesa? Se preguntó.
- ¿Cartas? Pregunto   Fermín.
 Miró el abanico de naipes y un escalofrío recorrió su espalda.
-  Se aceptan apuestas,  retumbo la voz de Fermín.
- Mi vida, no tengo nada más, pronunció, dejando caer sobre el mantel una mágnum del 44.
Todos se miraron, sonrisas soterradas, los cinco jugadores se relamieron por su aditivo triunfo.

Martín, en la próxima mano quedará excluido. 
Es el final, nada queda, todo lo que fue dejo de ser.

¡NO, NO, NOOOOOO!

 

Se aceptan más lecturas sobre excluidos en casa de Gastón

viernes, 4 de noviembre de 2011

Este jueves una convocatoria: PEQUEÑA MUERTE

"Por  cuestiones viajeras adelantamos día y hora, 12 de Noviembre encuentro valenciano."


Muerte lenta

Hay días en los que al pasear por el parque
decides no montar en el columpio verde que alegre te llama.
No quieres tocar las nubes blancas de algodón,
no deseas mirar el azul del cielo limpio de estrellas,
la luna no ilumina tus sueños.
Y esa  bóveda celeste
adornada por un redondo sol amarillo limón te deslumbra
haciendo entornar los postigos de tu cara.
Entonces ves allí, al fondo del círculo de tierra árida y seca,
un interminable tobogán,
suave línea aterciopelada
que te invita al descenso en una caída  sin fin.
Subes despacito las barras de  hierro forradas de escarcha helada.
Escaleras que te acercan hasta el mismo borde del precipicio.
Y cerrando el alma y el corazón a la voz amiga,
al amor sincero, te dejas caer.
Y la vida se te escurre
y bajas, bajas, bajas
Y desciendes al abismo tenebroso,
bruma espesa de lo que está por venir
No luchas, te dejas
y bajas, bajas, bajas
Y te dejas.
El embriagador canto de sirenas no retumba en tus oídos
¡qué más da! tampoco las quieres escuchar.
Y Bajas, bajas, bajas
tocas fondo, te embarras.
Lodo húmedo de lágrimas saladas.
Barco de papel es tu cuerpo que el viento arrastra,
Lenta muerte desgarrando el silencio que de tu boca estalla.
Y te dejas y bajas
hasta pisar  tierra firme,
losa que aplasta y a su vez te para
te enfrenta, te encara.
Es entonces, cuando menos lo esperas
que brotan en tu espalda transparentes alas.
Ave Fénix que renace de las cenizas de un infierno dibujado en tus entrañas.
Y esa muerte lenta se deshace hasta un nuevo mañana.
Algunas muertes más en casa de Gus