CAFETERÍA VERONA
Entró en la
cafetería de la esquina. Con la mirada buscó la mesa que ocupo la última vez
que estuvo allí. Al verla vacía, sonrió.
Para acceder a ella, se abrió paso entre la clientela, a esa hora el
local se hallaba muy concurrido.
¿Qué tomará?
Le preguntó la camarera
Café con
unas gotas de leche. Muy caliente, por favor.
Bonita
taza, pensó cuando se lo sirvieron.
Con el primer sorbo recordó las palabras de
Gerardo:
Encontrarás
la clave de la caja fuerte, en una jugada de ajedrez…
La mesa,
era el tablero. En las esquinas de los distintos escaques, si entretenías la
mirada, se percibían unas minúsculas marcas, distintas unas de otras.
Ella las anotó
una a una en la servilleta con la que limpiaba la humedad que dejaba en sus labios
el café con leche. Fuerte, intenso y muy
caliente, como ahora acontecería el tiempo en su vida…
Otras inspiraciones cafeteras con 150 palabra (más o menos), en casa de
Y todo estaba ahí, tras un café y en una mesa llena de recuerdos pasados. Una aventura por vivir ¿Conseguirá la clave?...
ResponderEliminarBesos
Y con esa clave empieza una vida tan caliente como ese café en las misma mesa de la última vez. Esperemos que esa nueva vida sea tambien dulce...tengo mis dudas por los medios empleados.
ResponderEliminarMIL BESICOS.
Bendita taza de café que trae claves para comenzar intensos días por venir.
ResponderEliminarQue envidia, me gusta.
Un abrazo.
Pd. Quizás, si lo editan pronto, el video donde participo mi hijo con su pareja de baile.
;)
Lo breve, dos veces BUENISIMO!!!
ResponderEliminarUn relato conciso, que contiene todo lo que debe, sobre todo ganas de seguir los pasos y ver hacia donde nos lleva esa clave.
Un beso. Me gustaría conocer el café Verona y tomarme un café del tiempo, por aquí, eso no existe...
A cada lado que voy me llama la atención, marcas y escrituras que dejan por ahí. Sí, ciertamente ensucian y dañan esos sitios, pero dejo volar un poco la imaginación y me voy creando historias. Excelente aporte
ResponderEliminarClaves y códigos ocultos en la mesa de un café...una de espías, quizás... estrictamente abreviada por el condicionante del número de palabras. Queda abierta la puerta hacia la aventura que comienza.
ResponderEliminar=)
El café siempre encierra algún misterio...
ResponderEliminar¡Ah! Que chulada, San. Bello acontecer en su vida, sí señora. Perfecto.
ResponderEliminarMuaks.
Interesante partida de ajedrez, aderezada con café y el juego de un enigmático Gerardo... hum!!
ResponderEliminarBss.
Hola SAN
ResponderEliminarY lo mejor de todo es que no le costó mucho esfuerzo encontrar la clave de la caja fuerte, Qué será lo que hay allí?, ese es el misterio aunque sabemos que será algo que la llevaría a vivir un tiempo fuerte intenso y muy caliente.
Como siempre lindo relato, breve y preciso para hacernos disfrutar de un buen momento.
Un beso
Cómo os lo curráis. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos
LUpa
Yo me quedo con el final jajjaaj!!!
ResponderEliminar"Fuerte, intenso y muy caliente", esto promete, soy una mal pensada jajaj!! me gusta serlo jjajaja!!!
Besos humedos
Ahora habrá que adivinar la jugada, torre, caballo, rey, reina !jaque mate! y café del Verona, espeso, sabroso, calentito. Queda el enigma servido.
ResponderEliminarSírvete un besito de mi parte y !suerte!
Un café con claves secretas...
ResponderEliminarTodo un preámbulo que no solo abre las puertas a un enigma (el mío, por cierto, porque esa caja fuerte tiene el tinte de una trama prometedora), sino que a su vez, parece que encaminará una vida nueva, intensa y caliente! Yo quiero un tiempo de esos!!!
Claro, conciso y con intriga... qué más puede desear un relato?
Besitos al vuelo:
Gaby*
Nos dejaste con el café, digo la miel, en los labios:?
ResponderEliminarUn relato muy misterioso...
Besos
Vaya intriga que nos has planteado con nada y menos!pero si ha descubierto la clave que le va a abrir la puerta a una emocionante y caliente aventura, yo me apunto...
ResponderEliminarUn beso
Coincides en la clave ajedrecista que plantea Gastón en su novela "Deja zer".
ResponderEliminarAquí, muy visual, imagino esas mesas de cafetería con cuadrados negros y blancos, como tablero de ajedrez, en la que, aunque nadie lo piense, pueden encerrarse misterios.
Besos, amiga.
Jaque mate en pocas palabras para dejarnos con el sabor de historias escritas en la madera. Cuando el cafe se acaba, la vida se inventa.
ResponderEliminarUn beso
Café, tablero, mesa, ajedrez, caliente, futuro, vida. Yo diría que la protagonista acaba de hacerle jaque al destino (sólo espero que no se enroque)
ResponderEliminarUn beso
El cafe nos abre la mente a la aventura.
ResponderEliminarSaludos.
Qué bueno!
ResponderEliminarMe gusta el comentario de Valaf...
Observó las minúsculas marcas que encontró en la mesa, como signos premonitores o complejas cartas de navegación que sirven de gurú.
ResponderEliminarUn buen texto San.
Un abrazo
¡Que interesante, nena! ¡Y menuda imaginación la tuya! Este jueves, con eso de las 150 palabras, se quedan muchos relatos con final más que abierto, esperaremos ansiosos las continuaciones. Un beso.
ResponderEliminarMagnífica e intrigante tu aportación a este jueves, San. Cafetería Varona, un tablero con escaques de ajedrez, marcas en sus esquinas y una taza de humeante café, como punto de partida de lo que promete ser una apasionante aventura.
ResponderEliminarUn fuerte agrazo.
Saludos y deseo que el verano haya sido muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta el café y tambien Verona...esta hermosa taza la he visto hoy tres veces, todo un éxito, la verdad es que es bonita.
ResponderEliminarSaludines
tras una taza de cafe y una mesita a la cual entre ellas dos hay mucho por descubrir
ResponderEliminarSan: es el tercero que leo, 3 damas del universo bloguero, las 3 se han lucido. Es que el café es un gran compañero del que escribe.
ResponderEliminarUn beso.
HD
He visto marcas en algunas mesas de cafeterias, nunca se me hubiera ocurrido que pudieran ser claves
ResponderEliminarMuy bueno
Un abrazo
Empieza la partida....qué curiosidad!.
ResponderEliminarMe encantan las novelas de intriga.
Un beso.
Códigos extraña manera tenemos para entendernos. Aunque el café caliente lo hace quizás mas fácil. Gracias por tu visita.
ResponderEliminarUna taza de café que marca el inicio de algo, qué pasará después de seguir esas claves, encontrará en la caja fuerte lo que espera? Ojalá que sí!!!
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Me encantan los relatos cortos, entre más breves, más me gustan. Yo creo que si que encontró la clave de la caja fuerte, pero nos has dejado a todos con un sin vivir.......¿Y si escribes una segunda parte? yo seguro que podría dormir mejor. Besitos salados.
ResponderEliminarTan emocionante como estaba la cosa y poniéndole leche al café ¡¡¡me has matado!!! Qué horror, qué ultraje!!!
ResponderEliminar:)))) Jajajaj! Un beso y un café solo, por favor.
:))
ResponderEliminargracias por tu visita y comentario S.
un abrazo
Acabo de descubrir que eres la próximo anfitriona ... ¡qué bien!!
ResponderEliminarjaja
¡que bueno San!...Intensa intriga con la magía de lo cotidiano.
ResponderEliminarFelcidades!
Saludos!
Hola, ola de mar..
ResponderEliminarIntrigante comienzo de un relato, yo estoy segura de q me engancharía.
Me hace preguntarme cómo sigue, que mensaje escriben las señales.
Un beso
Aire
El café de por sí es poesía, es cuestión de revolver la inspiración. muy bueno!!
ResponderEliminarMe ha gustado, como todos los relatos de por aquí
ResponderEliminarUn besico ; )