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miércoles, 21 de junio de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO... Caer en la tentación



Aún no había amanecido cuando la compañía en formación esperaba mis órdenes. Antes de comenzar la instrucción, pasé revista a aquellos jóvenes a los que había de convertir en hombres en tan solo unos meses. Una inspección minuciosa en busca de algún defecto en su uniforme; algún botón descosido, los zapatos sin lustrar o cualquier nimiedad que hiciera justificable un arresto de fin de semana. Ellos aun temerosos, se crecían sacando pecho, pero yo exigente y perfeccionista, siempre conseguía encontrar esa falta que ratificara mi sobrenombre: el carcelero.
Concluido el examen cuando mi voz se iba a alzar dando la orden, sentí un picor insoportable, una quemazón que me hizo doblar en dos. El deseo de acercar mi mano y rascar era tan grande… Pero aquellos soldados cuadrados frente a mí frenaban mis impulsos más primarios. Pero aquel horrible picor en mis bienes más preciados, los que guardo en mi entrepierna, era insufrible. A sabiendas de lo que podía ocurrir si mis manos se dirigían a semejante lugar, no logré contener mis ansias, abriendo las piernas cuanto pude, rasqué sin piedad hasta hacerlo desaparecer. Mientras me recomponía  intentando regresar a la dignidad que mi rango me otorgaba, solté un soplido de consuelo. Los soldados sin inmutarse mantenían su posición, sus ojos fijos en mí reflejaban miradas burlonas apenas contenidas.
Por supuesto no me achiqué, con voz ronca y seca lancé un ¡presenten armas!, aunque en mi cabeza solo flasheara un nombre: night club El Alivio.

Otras muchas y sugerentes tentaciones en el blog de Leonor.


jueves, 15 de junio de 2017

ESTE JUEVES...Grandes textos.


En el hueco de mis manos guardo el arrobo de las horas sin tiempo, guardo la locuacidad de las palabras y los poemas escritos en los pliegues del viento. Guardo un puñado de flores violetas, una tarjetita con un corazón dibujado en rojo donde alguien se olvidó borrar un te quiero mucho. Guardo el calor de otras manos, manos que buscan y extendidas esperan el latido de un abrazo. Guardo miradas que incendian, preguntan y claman en ceremonia indecorosa. Guardo el néctar de tu boca y el sabor salado de las olas que rompen a la orilla de tu espalda. Guardo el instante  donde la vida germina, donde la vida nos deja, donde el día se hace noche, donde la noche se convierte en día dejándonos huerfanos de la magia de su luna. Guardo momentos inhóspitos que rasgan en dos el mundo donde existimos. Guardo el ayer, el ahora… ¿Del mañana?, del mañana aún no guardo nada. Todo está por llegar.





 Este jueves Mónica nos invita a inspirarnos en textos de grandes maestros. Nos ha dado varias opciones para elegir y para escribir. Este párrafo de Jorge Luis Borges me susurró mi texto.
“Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes,
 ese montón de espejos rotos”. (Elogio de la sombra, Jorge Luis Borges)