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miércoles, 20 de septiembre de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO ... Madre


Mi madre era de cristal y roca, de fuego y agua, de montañas y llanos. Mi madre era de miel y limón, de risas y lágrimas. Mi madre era mujer y niña, un alma inocente que albergaba tanto amor que se le escapaba por entre las ramas de sus brazos. Mi madre era palabra y silencios; ocultos secretos en un corazón donde no existían esquinas para  jugar al escondite, un espíritu blanco y puro de dentro a fuera. Mi madre era humildad y empaque, fantasía y certeza. Generosa y solícita, sus palabras, rumor de olas marinas, eran bálsamo para las almas errantes que llegaban a ella en busca del sonido de sus nanas en las noches oscuras. Pero mi madre era sobre todo, mi Madre.


Muchos historias de madres podeís leerlas en casa de Inma

jueves, 14 de septiembre de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO...La mano que da la moneda


Entre tirado y suspendido


No florecen los lirios entre mis dedos,
ni en mis pupilas anida el trino de los gorriones,
que indolentes,
alzaron el vuelo dejando sus nidos vacíos,
en el amanecer de una nueva y falsa profecía.

La tierra árida no pare para mí
el pan de cada día,
porque otras manos recogieron la cosecha
de las espigas
por el viento doblegadas y vencidas.

Sobre mis hombros,
pesa la maldición de los desheredados,
los cálices no se hicieron
para mis labios sedientos y agrietados,
sin esperanza alguna sobrevivo.

Junto a mi lecho de plástico y cartón
en esta patria de efímero gozo contenido,
pasean los caminantes de hierro,
sin detener inconmovibles
sus ojos en los míos.

Me verán si quiera,
me pregunto,
o seré un espectro
ungido,
entre las sombras suspendido.



Otras manos y otras visiones las encontrarás en el blog de Juliano

jueves, 7 de septiembre de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO... Héroes y heroínas


La primera vez que lo vi supe que sería mi héroe porque todo él irradiaba luz; tierno en sus maneras, de trato afable, abnegado y generoso, donde él se hallara la pena no encontraba cobijo. Su alegría contagiosa alejaba, aunque solo fuese por un banal segundo, la pena honda de la gris monotonía. Todas sus actuaciones se me antojaban valerosas. Durante muchos años mi elección fue ratificada día a día, acto a acto. La grandeza de su espíritu se fue acrecentando a la par que él maduraba. Jamás le escuché una palabra hiriente o un gesto desafortunado, hasta aquel aciago día... Fue entonces cuando tomé consciencia de que todos los héroes dejan de serlo, en el mismo instante en el que son sabedores de su poder, olvidando de esta forma la grandeza de su corazón y de su espíritu y como simples humanos, descienden del pedestal en el que los habíamos colocado. Sus pies toman tierra, se empolvan o se enfangan, ya no levitan.
Mi héroe, el que rasgaba el día con el aleteo de su mirada, el que balanceaba los sueños de las gentes sencillas entre sus blancas manos, mi héroe, aquel ser angelical al que muchos admiramos y amamos hasta perder la cordura, volteó su vida transmutándose en diablo.

Otros héroes y heroínas en el blog de Ibso.