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miércoles, 15 de junio de 2011
ESTE JUEVES UN RELATO: Una fotografia sin palabras
Más de veinte años habían transcurrido desde la última vez que el auto tomó aquella curva
dejando atrás ese hermoso paisaje. Su tierra, su pueblo, su casa, su gente, el lugar donde
nació, el lugar en el que por primera vez vio a Pablo , donde se enamoro, donde se hizo mujer.
Hoy regresaba, como regresaban a ella todos los recuerdos de aquel verano de 1961. Allí
parada como estatua de sal, frente a la verde pradera, sobre el mirador, se dejaba acariciar
por la suave brisa del atardecer. Todo estaba en su lugar, el tiempo se había detenido. Sus ojos disfrutaban de los colores dibujados sobre el lienzo de la tierra y en sus oídos los sonidos del silencio se desquebrajaban rotos por el canto de los mirlos.
¿Me reconocerán? Pensó.
Si, seguro que la reconocerán, porque aquel crimen quedó escrito con sangre en la historia
negra del lugar.
Otras visiones en casa de Gustavo
....ah San!!!! me dejas con una gran interrogante. Seguro que habrá otras 150 palabras porque la historia lo merece. Buena pluma, amiga la tuya, como el canto de los mirlos que se oyen.
ResponderEliminarun buen jueves (bueno, también un buen miércoles, jajaj)
besotes con mucho afecto
Guau ! Vaya giro final. Genial el relato y, ese final que da una nueva visión al regreso de esa mujer.
ResponderEliminarBesos, amiga.
Aprovechas la imagen para hacernos sentir la nostalgia unida al temor, hay cosas, situaciones y sensaciones que no cambian con el paso del tiempo.
ResponderEliminarUn beso
Hay cosas que no se olvidan, por mucho tiempo que pasen, aunque con el pasar de los años se conviertan en leyendas.
ResponderEliminarSaludos.
EL CHICO DE LA COLUMNA: Siempre se vuelve al lugar del crimen....
ResponderEliminarPara mal, la gente siempre recuerda
ResponderEliminarno voy a decirte nada nuevo que no te hayan dicho
ResponderEliminarSe podría hacer una película con tus 150 palabras
Al dar la curva, justo en ese lugar, soltó el filete muerto.
ResponderEliminarNo lo olvidarán en el lugar, los cuervos comieron una semana sin contar las hormigas. Bucólico reencuentro con el pasado, sucede, el criminal siempre regresa a la escena del crimen.
San, has dado la vuelta a la postal, donde pone el texto !genial! Besito.
Qué gran relato!! me encantan los relatos, sobre todo con finales inesperados...
ResponderEliminarBesos,guapa!
Mmm el dolor de querer y no poder.
ResponderEliminarEn su ser estan las cicatrices del haber vivido,solamente ellas sopesaran tal disyuntiva.
Muy bueno,cariñitos
Wooow, el final me ha dejado descolocada. Buenísimo.
ResponderEliminarBesos
Cómo me engañaste! ejjeje...primero pensé que se trataba de un regreso apacible y añorado, jjeje y resultó una tentativa de esquivar la culpa!
ResponderEliminarUn abrazo.
Ah guau! Nos quedamos todos helados! Que pasoooo??? Queremos saberrrr!!!
ResponderEliminar=D
Muy bueno
besos
Con permiso...
ResponderEliminarTodos la reconocieron. El asesinato de su hijo sin resolver a nadie había dejado sin huella y ella tuvo que escapar. Dos niños más habían desaparecido cuando ella partió, pero ella eso no lo sabe.
Besito.
¿Era ella una asesina? Acaso fuese tan solo fuese una testigo... pero, qué contrastadamente brusco ese recuerdo instalado en un paisaje.
ResponderEliminarVolver sería con alguna incertidumbre y sombra.
Tésalo
Menuda sorpresa el final San, estaba disfrutando de ese paisaje y de la vuelta a casa de la protagonista y de pronto...
ResponderEliminarGenial querida San.
Abrazos.
Parece una de esas películas de amores y tormentos, donde él o la protagonista siempre acaba volviendo a ese lugar donde amó y sufrió, tal vez para comprobar si el asunto está superado.
ResponderEliminarHola San ! exelente final , solo se olvida lo bueno !( que pena no ?)
ResponderEliminarUn gusto
Cris//mujeresdesincuentay
si te hago el comentario como realmente quiero hacerlo, me...
ResponderEliminarasí que te quedo con la intriga, como tú has hecho, por otra parte...jajja
bien, sé una cosa de todas las maneras: este tu relato está hecho como algunos que te he leído, es decir, me llevas por un camino, para al final dejarme ver el precipicio. pero...pero...este relato corto, y con diferencia, según yo, es mucho, mucho mejor que anteriores de igual formato. y sé que la causa radica en las palbras utilizdas, en el ritmo utilizado, en el...en el giro, sí, esta vez, más que sorprendente. así que desde ahor te digo san que...un 10, un 10 al cual le puedes ir sumando otro...toma ya....
beso entero hoy. pero que no sirva de precedente esto del beso entero...
Hay imágenes que no cambian, sobre todo si la vida se reduce a unos metros y una pequeña ventana a lo más...
ResponderEliminarVaya!! San, que ingenio tienes... y ella ¡que valor!, los pueblos nunca olvidan.
Un beso
Gracias por tu comentario. También te deseo muchas cosas buenas en tu caminar por la vida.
ResponderEliminarMuchos saludos desde Alemania te envío.
San, un relato que en pocas palabras me transportó a ese lugar. Un pueblo perdido en 1961... aunque te confieso que para esa época no había nacido... por poco ;)
ResponderEliminarUn beso.
Humberto.
precioso paisaje...
ResponderEliminarque tal..! pasaba a saludarte
ResponderEliminary a invitarte a pasar por mi blog..
he subido un texto nuevo..
te dejo un fuerte abrazo!!!
Intrigante relato querida San y buen comienzo para una novela...¿te atreves?
ResponderEliminarBesos
Wauuuu espectacular final me gusto muchoooo
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Apuesta fuerte por el reencuentro con el pasado, en un presente que le pertenece.
ResponderEliminarNi una palabra más, no la necesita.
Un 90% de pastel de fresas y un 10% de picante que te despierta los sentidos.
Lo prefiero así.
Besos