Se marchó
como se alejan las hojas caídas del árbol muerto
arrastrando silencios,
sacudido por el peso de una brizna de extraños remordimientos.
No hubo despedidas
que ahogaran palabras que nunca pronunció.
Solo quedó el aroma de su cuerpo,
devorando la quietud de la noche.
Se perdió tras la esquina dibujada de los sueños,
acompañado por el eco de su voz.
No penetraré en los recodos de tu mente, le había dicho,
para intentar comprender tus porqués,
son solo tuyos.
Ellos alimentan tus días y tus noches,
enfilando los abismos a los que tus pies se acercan.
No tomaré tus manos para saltar al vacío.
Me quedaré al borde del precipicio
y rozaré la luna con la yema de mis dedos.
Yo soy alegría pura y viva,
no quiero volverme amargura.
Haces bien. Hay abismos a los que no es bueno asomarse ni para comprender.
ResponderEliminarUna vision distinta de la soledad que mencionabas en tu anterior entrada. Nada más triste que irse envuelto en la soledad y nada más peligroso que dejarse tentar por ese viaje. La única salida es decir... Ya sabes donde estoy
ResponderEliminarUn texto realmente emotivo.
Un beso
qué bonito has escrito, y qué tema tan espinoso.
ResponderEliminarDebe de haber mil y una situación como esta, y sólo ellos, uno al norte otro al sur, lo saben.
Una cosa es seguir a alguien en el amor, y otra convertirte en esa persona, hacer lo que él hace, incluso saltar al abismo. Porque el amor tiene que ser sinónimo de felicidad, no de amargura, y no quieres más por seguir al otro en todo, si no que lo haces cuando le muestras el otro lado de las cosas, el que en ese momento no esta viendo.
ResponderEliminarUn beso.
"Yo soy alegría pura y viva..." y ese es tu triunfo, San ¡¡qué bonito dices lo que dices!!
ResponderEliminardos abrazos
Un poema valiente que es un ejemplo a seguir para los que estén atrapados en un amor así. Ideal tener tan claro que ciertas influencias solo nos pueden hacer daño.
ResponderEliminarAbrazos San.
Maravillosa San.
ResponderEliminarTú nunca serás amarga.
Me voy aplaudiendo.
Besos
Hola, me encanto el blog!!!!. te voy a seguir leyendo siempre.
ResponderEliminarDavid.
http://amorentiempospateticos.blogspot.com/
San, me encanta, y no soy de dorar la píldora a nadie, la forma con que tu poesía, tus versos son las aberturas por donde respira tu alma, y no al revés... <por cierto, me ha dejado intrigado tu poema, cuando al final descubro que es la alegría, aunque con todas sus vestimentas claro, con las que juegas a lo largo del poema, gracias, chiquilla, por la belleza de tu alma que respira tu poesía, besos
ResponderEliminarOptar por el amor siempre es la elección correcta...
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
¡Hala! Pues a mantener esos ánimos entonces :D
ResponderEliminar"No penetraré en los recodos de tu mente, le había dicho, para intentar comprender tus porqués,
ResponderEliminarson solo tuyos. Ellos alimentan tus días y tus noches, enfilando los abismos a los que tus pies se acercan".
Este párrafo me resulta muy sublime. los porqués son de cada uno de nosotros, sea para justificar la alegría, el enfado o la tristeza.
Es todo un recreo leerte :)
un abrazo
Mira me encantó, y con tu permiso quiero que lo lea alguien a quién quiero mucho, y este poema parece escrito para ella, he tratado de explicarle que no se puede dejar arrastrar y perder su alegría, pero creo que tus palabras la van a convencer mucho más. Un besote fuerte.
ResponderEliminarParece que lo hubieras escrito para mí...
ResponderEliminarNo me da la gana bucear en tus neuronas torcidas.
Adios.
Yo me quiero.
Ahí está Fiebre, la cuestión es Quererse uno mismo sin necesidad de esas mentes complicadas y torcidas que se acercan y lo inundan todo de energia negativa. Lo mejor es decir ese Adios y yo me quiero, ese final que apuntas queda bien para finalizar esta especie de poema.
ResponderEliminarUn beso "malagueña adoctiva"
El abismo es tentador por el vertigo que nos atrae y nos da miedo casi en la misma medida. Pero cuando se puede, más vale aferrarse a algo más firme como el amor verdadero.
ResponderEliminarTus puntos de vista son siempre muy poéticos y su lectura muy provocadora para reflexión.
Besos, amiga San
De ciertos abismos a los que se decide caer no hay nadie que nos saque si no lo pedimos, si no construimos nuestras propias escaleras.
ResponderEliminarDuele pensar que hay gente que se odia demasiado a sí mismo como para intentar hacerlo.
Abrazos.
Muchas veces, la distancia es la única opción válida. Uno se cansa de luchar y aunque se nos parta el alma, no queda más camino que marcharse.
ResponderEliminarUn beso grande.
Carlos de Apenas penas.
No tomaré tus manos para saltar al vacío… Yo soy alegría pura y viva,
ResponderEliminarno quiero volverme amargura…
Valiente elección, ese, es un viaje a ninguna parte. Hay que tener claras las ideas.
Un abrazo
Anda lo que se trae el amor...jejee es decir, el del amor en tiempos patéticos que te va a seguir por siempre...ves? eso de ser alegría pura trae sus cosas buenas y aunque la soledad está tan cuestionada la verdad es que mejor acompañada que mala sola..era así?
ResponderEliminarBesos bonita...ya estoy de res..para leerlos con calmita..
Excelente poema, tal vez, muy triste y desgarrador.
ResponderEliminarAbrazos.
Tan doliente y sufrido.
ResponderEliminarAbismos que atraen en forma irremediable.
Que la pregunta ¡cuando fueron perdiendo los colores y buenos sentires?
Cariños