Mientras empujaba el vagón cargado de mineral, Andrés Felipe canturreaba una cumbia La Zenaida de Armando Hernández, le
gustaba esta música, le invitaba al disfrute. El se dejaba invadir por sus
alegres notas olvidándose de todo lo que le rodeaba, en especial de esta cueva
sin fin que día a día iba apropiándose de su cuerpo, comiéndose su vida.
Al pasar por el corredor catorce un crujido
le sacó de su ensimismamiento, curioso miró hacia el techo, este parecía resquebrajarse,
acerco la linterna para poder observarlo mejor. Sí, era una grieta amenazante,
pulso el timbre de alarma. En solo unos segundos el ingeniero Carlos Fernando
se personó. Miró sin apenas prestar interés.
-No es nada Andrés, no hay que exagerar, esto
pasa a menudo ya conoces estas minas, llevas toda tu vida en ellas.
Así era, sus padres se trasladaron desde su
pueblecito a Sibaté buscaban poder ganarse la vida en la mina. Entre galería y
galería se hizo hombre, las minas de Agua
Bonita eran parte de él y él de ellas.
Hoy hacía una
semana desde que sucedió el accidente, tal vez por ello se sentia más susceptible,
tal vez por ello esa pequeña grieta le alarmó. El noticiero había informado de
que dos mineros estaban desaparecidos enla mina Panameña, ubicada en la población de Salazar.
Un mes antes nueve mineros perdieron la vida,
el socavón en el que trabajaban se inundó, fue en la población antioqueña de
Angelópolis, en la mina El Desespero. Todas estas noticias le hacían desear
abandonar este trabajo, pero ¿de qué iba a vivir si lo dejaba?
Cada día el mismo deseo, salir del fondo de
la tierra y vivir bajo la luz del sol, deseaba el día y no la noche cerrada. Lo
deseaba hoy más que nunca, Liliana le había dado la noticia más esperada desde
que contrajeran matrimonio.
(Una fuente de riqueza ha sido y es la explotación minera en Colombia, carbón, oro, plata, platino, esmeralda, hierro... Es la tercera industria básica).
Para conocer otras fuentes de riqueza de Colombia pasen por casa de Wendy
Dulce San, es verdad, el carbón desde tiempos remotos constituye una de las riquezas de Colombia, como las esmeraldas, el café, cacao... Hay riquezas demasiado caras en vidas, por suerte se salvaron los nueve mineros sepultados en Perú. Hay minas que no respetan los mínimos de seguridad, pero hay hambre y un hijo que viene, así que apechuga Andrés, bajo tierra para gozar la tierra bella de arriba, Colombia. "Aguas Bonita", "El Desespero", nombres contradictórios para las minas oscuras. Le diste el toque de humanidad luchadora, trabajadora al relato, me siento comadre de Andrés por tus palabras intensas. Besitos.
Qué duro es el trabajo de los mineros, además de peligroso... No puedo imaginar lo que significa una existencia en la que constantemente son amenazadas la salud y la vida. Tu relato nos recuerda a tantos hombres valietes que han perdido la vida por un trozo de pan. Es justo que los tengamos presentes. Un abrazo y hasta pronto.
Trabajo duro y peligroso y aunque haya algunos que digan que les gusta me parece que, en su fuero interno, piensan que lo hacen porque no tienen mas remedio. Mi reconocimiento para lo smineros.
Hola San: La minería, ese sector de la economía de mi pais que tanto nos ha producido, tanto riquezas como tragedias, producto de la ambición de muchos dueños de minas de nombres contradictorios, como nos comenta Natalia. La que veo como una buena mina de inspiración es esta tierra colombiana. Eso me halaga. Besos
Historia oportuna para lo que han vivido esos mineros peruanos que han sido rescatados estos días. Describes la situación y acción como si la conocieras y eso transmite realismo. Enhorabuena.
Allí donde hay grandes montañas hay grandes riquezas mineras. Es una Ley de la Naturaleza, las sobre presiones necesarias para que lo que llamamos piedras preciosas se lleven a cabo hace que se encuentren en terrenos montañosos. Ese ansia de riqueza ha movido al mundo, y han tenido que pasar miles de años para que la vida humana tenga más valor que las joyas que se obtienen. La minería es posible aún cuando las medidas de seguridad sean 99 % eficientes. No hay excusas para que no se pongan salvo la ambición demedida
A veces una se queda fascinada ante una preciosa piedra, o simplemente agradece la existencia de minerales tan preciados en tierra propia, pero se olvida, de la dura vida del minero, el trabajador que como bien describes, debe internarse bajo tierra por una paga no muy buena. Pero hay que sustentarse, y no queda otra. Lo has contado tan bien San! Me gustan los enfoques variados que pueden surgir de una misma propuesta. Besitos al vuelo! Gaby*
Chelo te has documentado muy bien sobre este trabajo tan duro, durísmo, nada más que inmaginarme en un agujero sin luz, me falta el aire. Cuando ocurren tragédias como quedarse encerrados en una mina, el sufrimiento es generalizado.
Es numerosísima la cantidad de gente que directa o indirectamente vive en Colombia de su variada y abundante producción minera. desgraciadamente, como en tantos otros sitios, no siempre las condiciones de vida son las ideales y las medidas de seguridad para proteger a los mineros muchas veces dejan mucho que desear.
Un abrazo San!...una historia muy humana para pintarnos un aspecto muy importante de la realidad colombiana!
Creo que es uno de los trabajos mas duros, la carencia de luz y el ínfimo espacio unido al veneno que inhalan les dan en muchos casos, si se salvan un duro retiro de enfermedad... Me gusta el enfoque humano, el trasfondo de realidad que hay tras tu relato... Besos
le decíaa lupe-maat que hoy os leo desde la consciencia más que desde el sentimiento. ayer fue al revés. y es por eso que mis lecturas se bañan de conocimiento más que de sensaciones, que también. pero he decidido mantener fría la cabeza , y el corazón también. es por eso que me acabo de enterar de otro aspecto de la colombia: de su minería... lo desconocía para colombia. sí lo conocía para ecuador, por ejemplo. pero es que estos países, tan "hermanos " nuestros, en realidad son el desconocimiento total, son lo oculto... medio beso, san-chelo.
Gran relato San, muy humano. Pocos nos damos cuenta de lo dura que debe de ser la vida trabajando en las miserables condiciones que dan las minas. El peligro constante, la falta de luz, la pesadez del aire. Muy dura labor de gente humilde que casi nunca tiene otra opción.
Trabajo duro el de las minas, y sobre todo cuando se trabaja en malas condiciones, arriesgando la vida. Una buena historia, bien enlazada para darnos a conocer esta industria. Un abrazo
Una de las riquezas más importantes de Colombia son las minas. Un trabajo muy duro, un trabajo que no quiere nadie, que se hace a la fuerza. La vida de los mineros es de una dureza y una tristeza tremenda. Un beso
Un relato que deja ver lo sacrificado que es ese trabajo, y los peligros que corren día a día los que lo desarrollan. La tristeza y desazón del protagonista por haber quedado atrapado me conmovió, sobre todo cuando mostrás el por qué de su necesidad de salvarse. Un abrazo.
Como cantaba Antonio Molina, el futuro es muy oscuro trabajando en el carbón, o sea cual sea el mineral. Vivir al sol es el gran sueño de estos hombres y más con la noticia que acaba de darle su mujer al protagonista de la historia.
Que relato más precioso, San. Hay trabajos que tienen un precio incalculable y el de Andrés es uno de ellos. Un relato muy bien trabajado. Me ha encantado.
Me gusto el relato, tan bien contado, con tanta ternura. Que vida la de los mineros, esa riqueza en las profundidades, tan lejanas y tan cerca y arriesgando todo, lo mas preciado.
Vida de sacrificios que muchos ni pueden llegar a entender. Realmente un hermoso y tierno relato de vivencias cotidianas, que, muchas veces se ignoran.
Es un trabajo muy arriesgado. Cada día que bajan a la mina corren un gran peligro e inseguridad, pero es lo que se tiene y no se puede rechazar.
Me gustó el relato, está escrito con mucho realismo, realmente podría haber sucedido tal como lo cuentas: alguien es el encargado de revisar el interior de la mina pero por diversas circunstancias se ignoraron los avisos y señales que preceden a una catástrofe.
Muchas veces no podemos elegir, la vida hay que vivirla según va presentándose. Lo que hay que hacer es buscar siempre un rayo de luz que la ilumine. Me ha encantado el relato. Un abrazo.
Hola San, un tema sensible y urticante traes hoy en referencia a Colombia. Es increíble como en plenos siglo xxi la minería por estos lados sea todavía en condiciones tan recarias para sus trabajadores, lo mismo pasa en Potosí y otros lugares de Bolivia, donde forman cooperativas para unificar los salarios que encima son de hambre. Buen enfoque y mejor relato San, te dejo un gran beso
Pensaba que había leído tu jueves y hoy he pasado por tu blog y me he dado cuenta de que no era así. ¡Perdón por mi despiste! Para no tener muy claro de qué ibas a escribir al final te ha quedado un bueno texto ¿eh? ¡Si es que estás hecha una artista! Duro trabajo el de minero donde los allá... Un beso.
Dulce San, es verdad, el carbón desde tiempos remotos constituye una de las riquezas de Colombia, como las esmeraldas, el café, cacao...
ResponderEliminarHay riquezas demasiado caras en vidas, por suerte se salvaron los nueve mineros sepultados en Perú.
Hay minas que no respetan los mínimos de seguridad, pero hay hambre y un hijo que viene, así que apechuga Andrés, bajo tierra para gozar la tierra bella de arriba, Colombia.
"Aguas Bonita", "El Desespero", nombres contradictórios para las minas oscuras.
Le diste el toque de humanidad luchadora, trabajadora al relato, me siento comadre de Andrés por tus palabras intensas. Besitos.
Qué duro es el trabajo de los mineros, además de peligroso... No puedo imaginar lo que significa una existencia en la que constantemente son amenazadas la salud y la vida.
ResponderEliminarTu relato nos recuerda a tantos hombres valietes que han perdido la vida por un trozo de pan. Es justo que los tengamos presentes.
Un abrazo y hasta pronto.
Trabajo duro y peligroso y aunque haya algunos que digan que les gusta me parece que, en su fuero interno, piensan que lo hacen porque no tienen mas remedio.
ResponderEliminarMi reconocimiento para lo smineros.
Que claustrofobia, San. Eso de las minas, me mata, solo de pensarlo. Excelente escrito, con la realidad a flor de piel.
ResponderEliminarUn besote.
Hola San:
ResponderEliminarLa minería, ese sector de la economía de mi pais que tanto nos ha producido, tanto riquezas como tragedias, producto de la ambición de muchos dueños de minas de nombres contradictorios, como nos comenta Natalia.
La que veo como una buena mina de inspiración es esta tierra colombiana. Eso me halaga.
Besos
Qué duro trabajo, qué riesgo continuo y comparto lo de la claustrofobia qué agobio!!! Estar enterrado en vida...
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.
Un beso
Historia oportuna para lo que han vivido esos mineros peruanos que han sido rescatados estos días.
ResponderEliminarDescribes la situación y acción como si la conocieras y eso transmite realismo. Enhorabuena.
Allí donde hay grandes montañas hay grandes riquezas mineras. Es una Ley de la Naturaleza, las sobre presiones necesarias para que lo que llamamos piedras preciosas se lleven a cabo hace que se encuentren en terrenos montañosos.
ResponderEliminarEse ansia de riqueza ha movido al mundo, y han tenido que pasar miles de años para que la vida humana tenga más valor que las joyas que se obtienen.
La minería es posible aún cuando las medidas de seguridad sean 99 % eficientes. No hay excusas para que no se pongan salvo la ambición demedida
A veces una se queda fascinada ante una preciosa piedra, o simplemente agradece la existencia de minerales tan preciados en tierra propia, pero se olvida, de la dura vida del minero, el trabajador que como bien describes, debe internarse bajo tierra por una paga no muy buena. Pero hay que sustentarse, y no queda otra.
ResponderEliminarLo has contado tan bien San! Me gustan los enfoques variados que pueden surgir de una misma propuesta.
Besitos al vuelo!
Gaby*
Chelo te has documentado muy bien sobre este trabajo tan duro, durísmo, nada más que inmaginarme en un agujero sin luz, me falta el aire. Cuando ocurren tragédias como quedarse encerrados en una mina, el sufrimiento es generalizado.
ResponderEliminarUn abrazo, guapa.
Es numerosísima la cantidad de gente que directa o indirectamente vive en Colombia de su variada y abundante producción minera. desgraciadamente, como en tantos otros sitios, no siempre las condiciones de vida son las ideales y las medidas de seguridad para proteger a los mineros muchas veces dejan mucho que desear.
ResponderEliminarUn abrazo San!...una historia muy humana para pintarnos un aspecto muy importante de la realidad colombiana!
Creo que es uno de los trabajos mas duros, la carencia de luz y el ínfimo espacio unido al veneno que inhalan les dan en muchos casos, si se salvan un duro retiro de enfermedad...
ResponderEliminarMe gusta el enfoque humano, el trasfondo de realidad que hay tras tu relato...
Besos
le decíaa lupe-maat que hoy os leo desde la consciencia más que desde el sentimiento. ayer fue al revés. y es por eso que mis lecturas se bañan de conocimiento más que de sensaciones, que también. pero he decidido mantener fría la cabeza , y el corazón también. es por eso que me acabo de enterar de otro aspecto de la colombia: de su minería...
ResponderEliminarlo desconocía para colombia. sí lo conocía para ecuador, por ejemplo. pero es que estos países, tan "hermanos " nuestros, en realidad son el desconocimiento total, son lo oculto...
medio beso, san-chelo.
Gran relato San, muy humano. Pocos nos damos cuenta de lo dura que debe de ser la vida trabajando en las miserables condiciones que dan las minas. El peligro constante, la falta de luz, la pesadez del aire. Muy dura labor de gente humilde que casi nunca tiene otra opción.
ResponderEliminarUn abrazo
Aún en el duro trabajo de minero, Andrés Felipe está contento, le han dado una feliz noticia y se alegra con esa cumbia...
ResponderEliminarUn abrazo
Trabajo duro el de las minas, y sobre todo cuando se trabaja en malas condiciones, arriesgando la vida.
ResponderEliminarUna buena historia, bien enlazada para darnos a conocer esta industria.
Un abrazo
Una de las riquezas más importantes de Colombia son las minas. Un trabajo muy duro, un trabajo que no quiere nadie, que se hace a la fuerza. La vida de los mineros es de una dureza y una tristeza tremenda.
ResponderEliminarUn beso
RAFA
Un relato que deja ver lo sacrificado que es ese trabajo, y los peligros que corren día a día los que lo desarrollan.
ResponderEliminarLa tristeza y desazón del protagonista por haber quedado atrapado me conmovió, sobre todo cuando mostrás el por qué de su necesidad de salvarse.
Un abrazo.
Como cantaba Antonio Molina, el futuro es muy oscuro trabajando en el carbón, o sea cual sea el mineral. Vivir al sol es el gran sueño de estos hombres y más con la noticia que acaba de darle su mujer al protagonista de la historia.
ResponderEliminarBesos.
Que relato más precioso, San. Hay trabajos que tienen un precio incalculable y el de Andrés es uno de ellos. Un relato muy bien trabajado. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maat
Buen acercamiento al drama de la minería y muy original tratamiento de Colombia, lejos de tópicos y lugares comunes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusto el relato, tan bien contado, con tanta ternura. Que vida la de los mineros, esa riqueza en las profundidades, tan lejanas y tan cerca y arriesgando todo, lo mas preciado.
ResponderEliminarUn abrazo San.
Vida de sacrificios que muchos ni pueden llegar a entender.
ResponderEliminarRealmente un hermoso y tierno relato de vivencias cotidianas, que, muchas veces se ignoran.
Cariños
Es un trabajo muy arriesgado. Cada día que bajan a la mina corren un gran peligro e inseguridad, pero es lo que se tiene y no se puede rechazar.
ResponderEliminarMe gustó el relato, está escrito con mucho realismo, realmente podría haber sucedido tal como lo cuentas: alguien es el encargado de revisar el interior de la mina pero por diversas circunstancias se ignoraron los avisos y señales que preceden a una catástrofe.
un abrazo San
Muchas veces no podemos elegir, la vida hay que vivirla según va presentándose. Lo que hay que hacer es buscar siempre un rayo de luz que la ilumine.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato.
Un abrazo.
Gracias por tu visita, siempre.
ResponderEliminarBesos
Hola San, un tema sensible y urticante traes hoy en referencia a Colombia. Es increíble como en plenos siglo xxi la minería por estos lados sea todavía en condiciones tan recarias para sus trabajadores, lo mismo pasa en Potosí y otros lugares de Bolivia, donde forman cooperativas para unificar los salarios que encima son de hambre. Buen enfoque y mejor relato San, te dejo un gran beso
ResponderEliminarVisto desde la distancia este relato se torna maás vivo. Me ha gustado.
ResponderEliminarBesos
Lupa
Pensaba que había leído tu jueves y hoy he pasado por tu blog y me he dado cuenta de que no era así. ¡Perdón por mi despiste! Para no tener muy claro de qué ibas a escribir al final te ha quedado un bueno texto ¿eh? ¡Si es que estás hecha una artista! Duro trabajo el de minero donde los allá... Un beso.
ResponderEliminar