El náufrago cautivo
La chica de las pecas tuvo un presentimiento, su hermana
lo supo al verla levantar la mano, y en trance, tocarse el corazón. – Ese
hombre no es para ti, –le dijo intentando que su voz no sonara a ofensa–, aunque
cierto recelo sí que percibió, sobre todo por su mirada esquiva. Eloísa tenía
un poder, algo que se escapaba al entendimiento de ambas jóvenes; era adivina y
de las buenas. La gente buscaba sus consejos y sus predicciones. Vaticinaba
embarazos, bautizos, muertes…, por eso no entendió cómo no supo ver el cambio
que se produjo en Inocencia, la pequeña de la casa, y es que esta al escuchar
que Rufo no sería para ella, desplegó sus armas ocultas, las que la abuela le
contó que ella también poseía, y llegado el momento oportuno sabría usar. Sin
temor, tras escuchar el vaticinio de Eloísa, recitó las palabras aprendidas y
esperó a que obraran.
Las campanas repicaron a boda. Eloísa entró triunfal en
la iglesia, estaba soberbia con su vestido de novia. Despacio caminó sobre la
alfombra roja que tapizaba el suelo, el novio la esperaba al pie del altar.
Como había dictado, Rufo no era hombre para su hermana, aunque sí para ella.
Casi concluía la marcha nupcial, cuando un tic la inquietó. Su mano cobraba
vida, por más que ella intentaba detener
el movimiento, esta se alzó una y otra vez, hasta siete le contaron los
allí presentes, para tocarse el corazón. Rufo custodiado por siete damas de
honor, la esperaba sonriente.
No, Rufo no era para su hermana, era para ella. Y si su
mano no se equivocaba, para siete amigas más.
Y no se equivocó, no sería para su hermana, sería para ella. Y también para otras 7 mujeres. Pero eso no parece importarle a Eloísa, que demuestra tener una mente avanzada, no sólo por su don.
ResponderEliminarUna disputa por un hombre que a mi entender no era para ninguna de las dos! Es que las cosas forzadas o manipuladas siempre salen mal.
ResponderEliminarUn relato divertido, con un final que lo cierra con broche de oro.
Me encantó! Un beso enorme.
Que éxito Rufo!
ResponderEliminarCuando nos empeñamos en conseguir algo con tanto afan, no solemos mirar muy bien lo que eso conlleva. Me ha resultado facil de leer y me he divertido con alguna de tus ocurrencias.
ResponderEliminarBesos querida amiga, sigue siendo tan feliz.
Quizás no haya una magia lo suficientemente fuerte y hábil como para contrarrestar las traiciones humanas!
ResponderEliminarMuy original tu relato, San!
Un besito
=)
Me parece que ese Rufo... jejeje! Tenía pilas para rato! Bueno, los vaticinios ya la tenían alertada, así que era de imaginar lo que iba a acontecer. Muy buen relato, con una sutil cuota de humor sellándolo.
ResponderEliminarBesos y lindo fin de semana San!
Gaby*
Demasiadas mujeres para un solo hombre. Muy bien acopladas tus palabras en este juego que María José nos ha propuesto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muy bueno el final, y un justo precio el que le tocó pagar por quitarle el novio a su hermana.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajaja, pasé un rato agradable leyéndote.
ResponderEliminarUauuuuu que de cosas, bueno si ella lo siente asi.
ResponderEliminarNo creo que exista un hombre por el cual se deban prendar hasta el sacrilegio.
Agrado mucho leerte.
Las palabras se enlazaban con suavidad y caminabamos espectantes hacia el final
Buen fin de semana te deseo
Cariños
Ni para su hermana, ni para ella ni para ninguna de las siete: un Don Juan.
ResponderEliminarEstupendo. Ya me gustaría verlo en un corto aquella escena
ResponderEliminarpero no sé si lo entendí bien: las 7 damas de honor, eran las mismas
7 amantes que su hermana había puesto a posta para que se destapara
el pastel en el altar?
En todo caso ha sido un relato genial
enhorabuena!!!
Un final sorprendente amiga SAN, para un relato que ya resulta muy chocante y muy original.
ResponderEliminarBuén trabajo, Un cesto lleno de parabienes parar tí.
Sorprendente fina para este dechado de creatividad. Matrícula de honor al conjuntar las propuestas y elaborar este interesante relato.Gracias por estar en mi jueves. Un beso
ResponderEliminarHay presentimientos que son capaces de desviar el rumbo de los ríos, o de los sentimientos, me ha gustado mucho el relato y su final.
ResponderEliminarBesos.
Bien narrado y las palabras enlazadas bien utilizadas. Me ha gustado el uso que has hecho de la palabra soberbia. Ese Rufo y las 7 damas de honor.
ResponderEliminarUn beso.
Da la sensación de " mucho arroz para tan poco pollo"
ResponderEliminarUn beso (solo uno).
O sea, que las hermanas se han dejado embaucar por un cara dura de manual. De todas formas, la creatividad la has desarrollado a espuertas, sí señora.
ResponderEliminarUn besazo!!!
Jajajajajaj, qué bueno! Mira qué cosas se te ocurren! Y con qué gracia nos las cuentas niña! Creatividad a ti te sale por todos los poros. Qué buenísimo Mª José. Original, entretenido, contado con agilidad, en fin, me ha encantado. Y me gustó mucho volver a colaborar con vosotros. Y esta convocatoria me ha parecido difícil pero me lo he pasado super bien. Besosssss sonrisa!
ResponderEliminarInquietante el recorrido hasta el altar. Fiel a tu estilo rompes el huevo en la última línea y nos dejas con cara de tontos. Besos
ResponderEliminarAh, qué bueno. Una vez más me has sorprendido con ese final tan sorpresivo. Espero que nadie haya escuchado la palmada que di al leer ese final.
ResponderEliminarBesos, querida amiga.
ya yo quisiera ser ese tal Rufo, las personas siempre han soñado con tener ese poder, el del presagio, aunque los presagios nunca son claros y el adivinador tiene que imaginarse cientos de opciones, y lamentablemente casi nunca atina, pero si fuera cierto, si fuera un buen adivinador, los presagios serían como un espejo donde se podría ver el mundo del futuro, y por favor, quién no desearía tener un poder así, lamentablemente así como yo, muchos no lo quieren, prefieren que el futuro los sorprenda, porque en el fondo, qué de bueno puede tener saber lo que va a suceder? no existiría la sorpresa, y la vida es una sorpresa..... encantador relato
ResponderEliminarComo me divierto cuando te leo SAN, entretenido de principio a fin. No sé bien si Rufo fue afortunado o sólo una víctima de los conjuros.
ResponderEliminarUn abrazo
Un final sorprendiente. Me ha gustado tu relato Sun
ResponderEliminarBesos muchos
Isa