Te vas cuando el día
aún no ha comenzado a clarear. Tu último suspiro me llama con voz queda,
arrancándome del sueño más liviano. Me acerco hasta ti que me esperas arropada
entre lienzos inmaculados y te encuentro pálida, detenida, como ausente. Para
calmar mis ansias escondo mi cara en la calidez de tu cuello y te susurro cuánto
te quiero. En paz abandonas tu cuerpo y él inerte y frío me devuelve a la
realidad de esta vida que desnacemos al ritmo que marca el vaivén de las
mareas. De un tajo y sin piedad el verdugo del tiempo sesga la rama del árbol
que nos unía. Ya no me alimentará tu savia, ni tus raíces serán la cárcel de
mis secretos. Como en letanía perpetua grito a la noche tu nombre, pero nadie
responde, hasta la luna se cubre el rostro para no mostrarme el pozo hondo de
su pena negra. Me dejas sola en el destierro de unos días grises y enlutados. En
esta soledad, hoy seré yo la raíz y el tronco de otras ramas, que me enseñan de
nuevo a pintar la vida del color de la alegría.
Vives en mí porque yo soy parte de ti, pero ya no podré
olerte, ni tocarte, ni besarte, ni refugiarme en el amor de tus brazos de
madre.
Otros jueves de soledades los podéis leer en el blog de Pepe: Desgranando momentos.
Le has dado a tus palabras tal fuerza que conforme iba leyéndolas he ido atravesando por las mismas sensaciones que estaba viviendo la protagonista con una gran tristeza.
ResponderEliminarSí señora, esa soledad que deja una madre al marcharse...
Tierna despedida a una madre.
ResponderEliminarBesos.
desesperado grito de amor, sentida elegía al ser que nos lo dio todo. Poesía en cada frase que haces como Midas en oro lo que tocaba. Precioso San
ResponderEliminarLa peor de las ausencias es la perdida de un ser querido si a eso le sumas que es la Madre se convierte en Soledad , y esa siempre te acompañará hasta el final de tus días , cuando el verdugo vuelva a por la ramita que dejo un día ...
ResponderEliminarPrecioso un abrazo .
Mi querida SAN: mi madre decia siempre: allá donde menos te piensas, salta la liebre. y es que tus entradas al final toman un giro tan importante que me sorprende cada dia que te leo. Genial, por su planteamiento y su desenlace. Besucos.
ResponderEliminarCuanta soledad deja una madre cuando se va, un vacío que ocuparon tantos años de cuidados y cariño, tanto amor sincero. Una despedida preciosa. Abrazos
ResponderEliminarSam,aquí me has "tocado"el alma hasta lo más hnodo.Tu relato no sé si en realidad ha sucedido,pero si asi ha sido,no me extraña que lo hayas dibujado tan bello.
ResponderEliminarBesucos
Gó
Triste lamento se ausencia pero a la vez me ha parecido la mejor ofrenda de amor ...de un amor que fisicamente se ha ido pero que nunca se ira de los recuerdos...un escrito muy bello..besoss..
ResponderEliminarUna bellas palabras que hablan de ese sentimiento de vacío que nos provoca la perdida de un ser querido.
ResponderEliminarbesos
Qué cosa mas bonita. Casi me ha hecho llorar. Precioso San, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarLa soledad de esa forma se transforma en terrible dolor y tortura. Besos
ResponderEliminarDe que manera tan bella nos traspasas esa soledad cuando la ausente es la madre. Sobrecogedor para quienes sabemos lo que duele ese hueco.
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso, Chelo, y muy sentido. Me ha gustado mucho. Besos
ResponderEliminarUn grito de ahogo en una despedida tierna, es hermoso
ResponderEliminarUn beso, San
Aun la lloro y la extraño, aunque a veces siento que me acuna en sus brazos
ResponderEliminarCariños
Siempre queda un legado, el del amor. De eso tu sabes aunque el dolor sea grande el amor lo fue más, soledad transitoria... que se hará recuerdo amoroso y cálido.
ResponderEliminarUn beso, hace mucho que no te digo esto de... mi gran amiga
Una de las más tristes despedidas que se puedan pasar en la vida, el ir de una madre y todo lo que queda de ella dentro nuestro. El texto es precioso, más allá de la tristeza que destilan sus letras es poéticamente precioso.
ResponderEliminarUn beso enorme.
¡Hola! ¡Qué triste relato! Que soledad más grande debe dejar una madre cuando no está.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Es curioso como tus palabras se parecen al dibujo que las ilustran. A pesar de ser desgarradoras tienen un fleco de colores. Me ha encantado. Un abrazo. Maribel
ResponderEliminarQuerida Chelo, tu escrito rezuma tristeza e impotencia ante lo inevitable. Al final se torna en correa de transmisión para alimentar y ser savia de otras nuevas ramas. Es uno de los escritos más bellos y sentidos que he tenido la fortuna de leerte. Al menos, así lo he percibido. Permíteme, que desde el cariño te diga que en algo te equivocas. Su savia seguirá alimentándote siempre. Está en tí y guia tus acciones. Es la herencia recibida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Me ha parecido un relato lleno de amor y de tristeza hacia la pérdida de una madre. Me ha encantado eso de " desnacer la vida" . Enhorabuena por la sensibilidad y el dolor que has sabido transmitir.
ResponderEliminarUn beso
Esa es una soledad inevitable, tarde o temprano llega y nunca se está preparada; aunque lo veas venir, cuando tu madre o tu padre desaparece, ese vacío no hay nada que lo llene.
ResponderEliminarUn abrazo
ay, ay, ay! emocionada y deslumbrada, vengo a abrazarte el alma, San!
ResponderEliminarasí es exactamente como se siente. cuarenta y cinco años y aún escucho su risa, para suerte de mi corazón.
Es un escrito precioso que llega al alma, que me ha arrastado a un momento similar yo abrazada al cuerpo de mi madre con un sentimiento profundo de soledad y de eso no hace mucho asi que no puedo dejar de llorar. Has traspasado sentimientos que queria dormidos pero que aun estan, y si ellas son la sabia que alimenta nuestras vidas porque por siempre estaran vivas en nosotros. Gracias por tan bello escrito, besos.
ResponderEliminarQue bella evocación, la forma tan poética que le distes a tu texto con la soledad que se siente al faltar la madre. Esa soledad es la mas dolorosa, y la que acompaña por siempre.
ResponderEliminarBso
Me has llegado al alma, amiga. Un poema de amor que guardaré porque hay generosidad en tus palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sam,ahora soy yo la que siento dolor compartido.Dame la mano y vamos juntas a caminar por los senderdos que nos dejaron sembrados de amor.
ResponderEliminarBesucos y un cálido abrazo,preciosa
Gó