Chema Madoz |
El puesto de secretaria de dirección quedó vacante al
jubilarse la señorita Pura. No esperaron a que el sillón se enfriara para
ofertar su plaza, las necesidades del señor director, debido a su cargo, eran
grandes y no contar con la ayuda de una secretaria eficaz y solícita
dificultaba el alcanzar los objetivos marcados por la empresa. Al ser un puesto
tan goloso, el jefe de personal esperaba que se presentaran muchas solicitudes,
pero solo se encontraron con una. Tampoco era de extrañar, teniendo en cuenta
el rumor que circulaba entre la plantilla, sobre las horas extras que de tarde
en tarde realizaba la señorita Pura para el disfrute del señor director.
Al conocerse la identidad de la nueva secretaria se murmuró
durante un tiempo, ya que era una joven un tanto apocada para lo que se
esperaba de ella, aunque buena profesional y con claras pretensiones. _Seguro
que a ella no le va a importar ese plus de horas extras… comentaron las lenguas
mal intencionadas.
Y no, no le importó y fueron muchas horas las que fue
sumando. A la paz, también sumó, la alegría que se le notaba en los ojos. Tantas
contabilizó, que desde hace unos meses dejamos de llamarla señorita Inmaculada
y la llamamos la señora directora, aunque siga firmando, el señor director.
Otras posverdades en el blog de Juan Carlos: ¿Y qué te cuento?
Sabía cómo llegar a donde quería... jeje Buen relato.
ResponderEliminarUn beso
P.d
espero tu foto, San!
San , me has dejado descolocada jajaja pq me da que pensar podría ser la nueva secretaria un ordenador???
ResponderEliminaro tal vez de secretaria paso a Señora de... en fin en verdad has conseguido una POSVERDAD ..
Un fuerte abrazo feliz noche.
Siempre diferente a la hora de abordar un tema, relato al estilo con sorpresa final. Un abrazo
ResponderEliminarJajaja muy bueno...
ResponderEliminarJeje, bueno, parece que en este caso eran ciertos los comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
!!!Bien!!!. Al menos supo aprovechar las horas extras.
ResponderEliminarBesos.
Parece que no eran tan Puras ni tan Inmaculadas, podrían comentar las lenguas mal intencionadas. Tal vez con acierto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bueno!! Aqui se puede decir que los medios fueron eficaces para conseguir el fin. Besos.
ResponderEliminarPura...pura no debía ser, así como su sucesora : la innobrable, que terminó comiendo el pastel
ResponderEliminarLos métodos cambian y se adecuan al entorno, se ajustan a las condiciones objetivas, pero los propósitos son los mismos; conseguir lo que se quiere. Y ella lo logró. Muy logrado tu relato.
ResponderEliminarAbrazo
Una delicia tu escrito lleno de un humor entre lineas que me ha hecho onreir
ResponderEliminarMuy bueno el giro de Inmaculada a directora.... aunque siga firmando el director. Pero, una pregunta maliciosa: ¿Posverdad o verdad pura y dura? je je je
ResponderEliminarBuenas tardes, San:
ResponderEliminarEnhorabuena por tu relato: está contado con soltura y resuelto con habilidad. Me ha sorprendido, el final (no su caalidad, que la daba por segura), y me ha encantado, su agilidad en el juego con palabras y acepciones.
Feliz domingo, San.
Conocia su valia, bravo!!!!
ResponderEliminarCariños y buenisima semana deseo que goces