Pages - Menu

miércoles, 8 de marzo de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO...Bon appétit




Me dijo mi marido que a su jefe si se le quería conquistar, no había mejor manera de hacerlo, que con una buena comida. Mi Felipe aspiraba a ser socio principal del bufete del que era presidente don Avelino, así que pensó para impresionarle celebrar una cena en casa. Él se jacta ante nuestros conocidos de lo buena cocinera que soy, y la verdad es que lo soy, aunque esté mal decirlo, pero lo que es de una, es de una. Mima cada detalle sin reparar en gastos, determinó. Y eso hice, como primer plato preparé unas verduritas sobre un lecho de ternura con una pizca de picardía. De segundo, peineta de cristal al crujiente de jamón de bellota con esencia desbordante de caricias. De postre, sorbete de limón cuajadito de besos entre lazos de chocolate. Yo observaba a don Avelino cómo se le volvían los ojos al introducir en su boca, los pedacitos de cada uno de los alimentos, luego me miraba muy sonriente y un poco agradecido. De reojo también miraba a mi marido, que ya acostumbrado a mi cocina la tragaba sin paladear. Concluida la velada don Avelino al despedirse, en un descuido del resto de invitados, me susurro unas palabras al oído.
Hoy cuando volvía de mi sesión de spa con Avelino, en recepción me entregaron un sobre, era de Felipe, en él con letra temblorosa había escrito: Maruja vuelve, que ni las lentejas de mi madre me saben como las tuyas.

Si os apetece saborear otros platos muy sabrosos, pasaros por el blog de Matices.

29 comentarios:

  1. Es que donde se pongan unas buenas lentejas....

    ResponderEliminar
  2. Hay que cuidar lo bueno que se tiene en casa... porque cuando menos te los espera se va. :)
    Un beso!!

    ResponderEliminar
  3. Que sorpresa, lo solicitada que está esta mujer
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Que ricas esas lentejas , jajaja ese último párrafo es genial . Y sabes hasta aquí me llega ese olor a puchero .
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  5. "A los hombres se les conquista por el estomago" y se les mantiene por el resto del cuerpo. Me ha encantado el final. Un abrazo

    ResponderEliminar
  6. jajajaja nadie sabe el tesoro que tiene hasta que lo pierde.
    besos

    ResponderEliminar
  7. Y se fue con alguien que degustaba mejor su comida, si esque estaba tan buena que en cuanto se decuido se la robaron.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. Siempre se ha dicho que las mejores conquistas y las más duraderas se hacen por el estómago. UN ABRAZO

    ResponderEliminar
  9. Estupenda reivindicación. Nunca valoramos lo que tenemos hasta perderlo, aunque en este caso, Maruja tenía claro que ella no pertenece a nadie.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Bien empleado, por darle excesiva "coba" al jefe. En vez de ascender, perdió lo mejor que tenía.
    Besos.

    ResponderEliminar
  11. Si que conquistó al jefe, sí.
    Besos.

    ResponderEliminar
  12. jaja eso le pasa al marido por no valorar en su momento lo que tiene en casa! Bien, por don Avelino!
    Ingenioso relato
    =)

    ResponderEliminar
  13. Vaya que dejó satisfecho al jefe.
    Hay que cuidar lo que se tiene, cuando se tiene, que la falta de detalles y atención traen detrás cierta decepción
    Un beso, San

    ResponderEliminar
  14. Con una cocina asi cualquiera no conquista a Don Abelino y a quien se ponga por delante....Genial! Y lo de las lentejas ha sido un puntazo. Besos.

    ResponderEliminar
  15. No se sabe del tesoro que se tiene en casa hasta que se pierde...aiiissss.
    (Ayer comenté pero no se porque no saleeee)

    ResponderEliminar
  16. Creo que los platos que puso eran los mejores para ese evento(sonrisa)
    Como en casa ,nada verdad?
    Besucos de verduras

    ResponderEliminar
  17. jajaj... es que a mi con la peineta de cristal, ya me tenías conquistada. Vente San, que no se qué cocinar al mediodía!!!!

    besos

    ResponderEliminar
  18. Si es que ya lo dice la gente, que a un hombre se le conquista en la cama y en la mesa. Maruja consiguió que don Avelino se sintiera en la mesa como en la cama, y así se lo dijo al oído el conquistado a la princesa. Me ha gustado el desarrollo que le has dado: lento y meticuloso con una pizca de erotismo.

    Besos

    ResponderEliminar
  19. gran triunfo del gourmet que supo apreciar " un buen guiso" y de una cocinera inspirada , Y es que en la vida y en la cocina la rutina mata

    ResponderEliminar
  20. Jajá, muy divertido.
    Y el modo de escribirlo, ágil y elegante, me ha gustado.
    Un abrazo, amiga.

    ResponderEliminar
  21. ¡Hola! ¡Qué don para la cocina! Que conquista a quien prueba su comida. Me encantó.

    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
  22. Nadie puede decir que esa mujer no fuera dedicada!, me ha gustado esos agregados que ponia en cada preparación, evidentemente esos que no se compran en los supermercados hacen la diferencia
    Abrazo fuerte San!

    ResponderEliminar
  23. Magnifico relato, San.
    Con esta receta quién no va a sucumbir ante la gastronomía de tu protagonista. Me encanto ese postre, sorbete de limón cuajadito de besos entre lazos de chocolate.
    Bso

    ResponderEliminar
  24. lo mas cruel de todo es que quizás si consiguió lo que quería y obtuvo el puesto...pero, descuido lo mas importante...jajajjajajajajjaja me encanta ese final..
    Besosss..feliz fin de semana

    ResponderEliminar
  25. mirá vos lo que hace mimar cada detalle y que no se los traguen sin paladearlos!
    delicioso!
    besos, chica!

    ResponderEliminar
  26. Esz lo que tiene allanar el camino a terceros. No hay que dar oportunidades. Cuando uno tiene un tesoro ha de hacer lo imposible por conservarlo. No le salió bien tan alto nivel de complacencia.
    Me ha encantado. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  27. Me encanta Chelo, hasta a mi me han dado ganes de probarlo jajaaj.

    ResponderEliminar
  28. Me he hecho un lio, Juan, Felipe?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se coló un Juan en lugar de un Felipe, cosas de las malas cabezas jajajaja. Gracias Maribel si no te das cuenta, se queda ahí para los restos.
      Un abrazo.

      Eliminar