Aprendió a asumir
lo que por herencia dijeron le correspondía.
Se adiestró en
cargar con el peso de fardos que no eran los suyos.
Se acostumbró a
decir me duele, en lugar de basta.
Y dio sin medida, hasta
olvidar sus sueños, hasta olvidar quien era y lo que realmente quería.
Hoy se detuvo. Frente
a la luna de la cafería donde esperaba, se miró:
Aun hay tiempo, le
dijo el reflejo de lo que fue.
Sí, aun lo hay. Replicó,
mientras sus labios aprendían a deletrear
F- E- L- I-C-I- D-A-D.
En casa de Lucía encontraréis la salida a tanta emoción.
muy buen relato SAN, el costumbrismo al dolor hasta puede convertirse en una adicción. ¡saludos!
ResponderEliminarPrimero lo deletrea. Luego se convencerá y la logrará.
ResponderEliminarUn triste relato con final esperanzador.
Muchos besos.
Relato triste que al final se resuelve de la mejor manera. Felicidades también a ti. Un beso.
ResponderEliminarA veces uno se carga con demasiadas cosas que no le corresponden y al final lo acaba pagando.
ResponderEliminarMuy bien expresado
Un abrazo
Más vale tarde que nunca.
ResponderEliminarNueve letras para un comienzo aunque haya que gritarlas, merecerá la pena. Me encantó.
ResponderEliminarUn beso
¡Aún hay tiempo! ¡Qué fortuna! Solo necesita empeño y esfuerzo, pero en esto último ya está entrenada. Bss.
ResponderEliminarQue se anime!...que se anime a buscarla!
ResponderEliminar=)
un abrazo
Está en su derecho y creo que se merece romper con todo y vivir su vida.
ResponderEliminarBss.
La vida siempre da la facilidad de que se puede empezar a vivir en cualquier momento.
ResponderEliminarPara eso existe también la palabra LIBERTAS.
Muy eficaz y conmovedor microrelato.
Saludos.
cuando me iniciaba en esto de internete, me dejé llevar por gentes lamentosas y en estado lamentable. pero un día aprendí que si seguía así..etc...
ResponderEliminarmedio beso.
Siempre hay tiempo para darse otra oportunidad de vida.
ResponderEliminarAbrazos variados.
otra amiga mía me contaba cómo su corazón no aceptaba el dolor por la muerte de sus padres en accidente. No me duele, no siento. Hasta que un día rompió en llanto diciéndose " duele, duele mucho"
ResponderEliminarA veces una se entrega demasiado hasta olvidarse de sí misma. Hay que reaccionar y ponerse firme, para ir en busca de lo que necesitamos, sin aplazos.
ResponderEliminarMe ha gustado San, tu relato tiene ese efecto "Pum!", que da en la frente a los que andamos por la vida algo distraídos.
Besos!
Gaby*
A veces esa palabra se nos hace un trabalenguas... pero quien no dice que podamos ensayar para aprenderla ;)
ResponderEliminarBesos abisales
Que bien qué se dió cuenta de que en la vida siempre hay tiempo, hasta el último suspiro tenemos la obligación de buscar la felicidad, y soltar lasamarras que emos dejado nos capturen orel miedo a decir NO,y negarse a seguir el rebaño si no nos gusta la campa en la que pacen.
ResponderEliminarBesos guapa.
p.d: tienes un premio a tu nombre en mi blog, por tu participación en este bonito jueves
Me gusta pensar que nuestro reflejo, aunque decrépito, nos vuelve a dar lecciones de esperanza al igual que en la juventud.
ResponderEliminarBesos y abrazos (2-1)
y naciò casualmente.
ResponderEliminarlinda vuelta de tuerca!
Es curioso, alguien dijo que el ser humano teme a la felicidad, algo así como si un patrón cultural le dijera "tú no mereces eso". Y claro, no es que pase siempre, pero muchas veces nuestra vida es un fiel reflejo de nuestras creencias acerca de la misma, aunque sean creencias que se niegan. Pero así es.
ResponderEliminarUn beso
ACTITUD, de eso nos habla tu relato, y es la mejor manera de vivir. Cuánto cuesta! cuánto duele también emprender ese camino. Pero es el que vale para querer estar vivos.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Nos dejamos arrastrar por la politica del miedo y pasan los años y pasa la vida...
ResponderEliminarOjala podamos deletrear esa palabra, ojala quede tiempo...
Besos
Siempre hay una luna, aunque sea la del escaparte, clarificadora, única ,sincera. Siempre hay un instante donde decidimos quién somos, pese a todo.
ResponderEliminarUn beso.
José Miguel
Yo creo que es un relato de esperanza y está genial ser positivo, y decir basta,y no dejarse vencer...pero a veces es tan difícil!!!!Besos
ResponderEliminarEs tan difícil aprender a decir "no", nos vamos dejando arrastrar empujados por la rutina, solo algunas personas se pueden soltar de los hilos que los manejan y comenzar su propia vida.
ResponderEliminarUn mensaje de esperanza. No sabes cuánto me duele estar viendo pasar la vida sin lanzarme a vivirla intensamente.
Un beso.
Asumir roles y tareas que no corresponden, sencillamente porque tradicionalmente han sido adjudicados, es frecuente y lo malo es que se asumen sin decir basta. Afortunadamente a veces es posible reaccionar e ir en busca de la felicidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uno se acostumbra tanto al "me duele" que lo deja permanecer como parte de uno mismo, por suerte en algún momento descubrimos que existe algo mejor, intentar curarnos y ser felices.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Relato con dolor emocional pero que al final el color oscuro va cambiando a claro, me encanta la palabra," FELICIDAD" un abrazo.
ResponderEliminarEs verdad que en muchas situaciones uno se acostumbra o quizás de muchas formas de cierta manera se hace amiga del dolor, aunque duela demasiado y pese llevarlo a cuestas y se tiene miedo a decir no!!! pero realmente ese no es necesario para poder florecer
ResponderEliminarHa tardado mucho, pero si, todavia y gracias a dios, hay tiempo.
ResponderEliminarno hay peor dolor que olvidarse de uno mismo
ResponderEliminarla palabra felicidad tiene miles de significados, ya que el humano no es una copia genética, tiene muchas formas de ser feliz, ni siquiera un padre podría asumir qué le hace feliz a su propio hijo que lo ha criado desde su nacimiento, ni siquiera un hombre podría señalar qué le haría feliz a su madre a pesar de haber estado con ella toda su vida, y hay que anotar que muchas veces los humanos somos incapaces de entendernos y saber qué nos haría feliz, entonces cómo saber qué es la felicidad, si nunca la hemos saboreado? yo sería feliz con una tarta de limón, un beso inocente en los labios, pero muchos son felices con un yate en alta mar y un cuerpo que haya pisado el consultorio de un cirujano, otros son felices sentados en un trono rodeado de todas las cabezas de sus enemigos cortadas desde el hombro....
ResponderEliminarSiempre es un buen momento para cambiar, para modificar las costumbres, para hacer algo diferente, para comenzar a ser feliz ahora mismo :))
ResponderEliminares precioso San.
un fuerte abrazo
Ay, San! Qué cortito y cuánto dices aquí! Decir "no"... ¡uf! qué difícil, cuando alguien se ha formado en una sociedad y en una familia donde se le ha enseñado a sacrificarse por los otros, a pensar en el bien del otro, a dar, a dar... Y uno, ¿dónde queda? ¿Cómo se escribe "felicidad"? Bello final, sonrisa. Besos
ResponderEliminarLlega un punto en el que hay que plantarse y dejar de vivir para los demás, de sacrificarse, de quedarse anclado en el pasado y salir a la calle mirando al futuro y derechitos hacia esa palabra.
ResponderEliminarUn beso!!
Ya ha tomado la decisión de ser feliz, ahora hay que esperar a que lo consiga y deje atrás todo aquello que hasta el momento se lo impedía. ¡Ojalá lo logre pronto! Un beso.
ResponderEliminarHay gente que se centra tanto en la felicidad de los demás que por momentos olvida su propia esencia. Muy buen relato. Besote
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