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jueves, 13 de noviembre de 2014

ESTE JUEVES UN RELATO...Supersticiones


El día llegaba tarde, pero yo le estaba esperando. Alerta con el dedo sobre el botón del despertador y los ojos bien abiertos, no dejé que sonara. De haber podido, habría detenido el tiempo. ¡Viernes y trece! ¿Cómo iba a poder luchar contra todo el mal que se me venía encima? Pésimos augurios, lagarto, lagarto, —recité, dibujando una cruz en el aire como último intento de alejar las energías negativas. Desde luego no me vestí de amarillo, ni tan siquiera saqué el espejito para dar una última ojeada al trazo de lápiz sobre los ojos, porque estaba segura de que se me caería, en un descuido, haciéndose añicos.
Al salir de casa lo primero que adelanté fue mi pie derecho, luego me anduve lista de no pisar las rayitas de las baldosas, que eso atrae  malas vibraciones. De camino a la parada del autobús, procuré tocar mucha madera. Menos mal que no se me cruzó ningún gato negro, porque de haberlo visto, salgo corriendo de nuevo a casa. A pesar de tomar todas estas precauciones, algo dentro de mí se revolvía. Un despido, –me digo- va a ver un despido y será el mío, ayer lo vi en la cara del presidente. Toco con desesperación la pata de conejo que cuelga del llavero.
Subo al autobús, como era de esperar ni un solo asiento vacío. Nerviosa y de pie, repaso la presentación.  Tartamudearé y se reirán. ¡Cuánto desánimo! Intento relajarme, el conductor enciende la radio. Para distraerme, sigo atenta la conversación de los locutores… “Nos remontamos a un viernes trece de octubre de mil trescientos siete. La orden de los Caballeros Templarios, fue perseguida por la Santa Inquisición. De ahí que esta fecha se considere de mala suerte, en la mayoría de las culturas occidentales, no así en España, donde la mala suerte se asocia a los martes y trece…”

Suspiré aliviada, mi respiración comenzó a relajarse y el instante  quedó suspendido. Luego tras unos anuncios publicitarios, notificaron el número premiado del sorteo de la lotería, el setenta mil trece. Atónita abrí mi cartera y un boleto con esas cifras, allí estaba.


Muchas y muchos supersticiones en casa de Mª José.


18 comentarios:

  1. Es así, nada puede hacernos mal cuando no le ofrecemos la posibilidad de dañarnos. Si de veras creemos que los malos augurios tienen poder sobre nosotros, seguro lo tendrán y nos dañarán. Es así de simple.
    Sería lindo ganarse alguna vez la lotería, ¿no? jejej
    Un abrazo

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  2. Está visto que la cabeza lo hace todo. La angustia se acabó cuando vió que se equivocó de fecha.
    Me gustó.
    Un abrazo

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  3. Todo se somatiza y de ahí vienen los problemas.

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  4. Se te premió el que esquivaras todas esas supersticiones.

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  5. Se ha podido oír la respiración de alivio casi aquí...bien llevado el relato.
    Besos

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  6. Fue benefico el número 13. Aunque los supersticiosos son resistentes a los argumentos.
    Capaz que la protagonista dice que el 7 del principio neutralizó el 13 final del boleto.

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  7. Gran misterio que atrapa al lector
    y descubre que la historia puede cambiarse.

    un placer
    saludos!!!

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  8. Yo soy muy de radio y me confirmas su poder benéfico. Ya ves como cambió el sentido del día que esperaba esa pobre chica.
    Relato que saca una sonrisa, Besos, querida amiga.

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  9. No soy supersticiosa pero respeto el tema. A tu protagonista despues de todo no le fue mal. =)
    Me gustó ese giro que le distes al final. Quedó genial despues de tanta angustia.
    Besos

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  10. Lo que me asombra de la superstición , es la cantidad de cosas que hacemos para no tentar a la mala suerte sin que nos demos cuentas. Eso es porque es algo que está labrado en nuestra mente y surge alrededor de los 5 a 7 años, justo cuando adquirimos conciencia de lo que realmente es la muerte. Gracias por participar. Un besote

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  11. Vaya "trajín" de primera hora, para acabar siendo millonaria.
    Nos has paseado por angustias, sospechas y fatales desenlaces y al final un caramelito de café con leche.
    Besos

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  12. ¿sería el destino o el azar? Yo prefiero creer en la suerte...... aunque reconozco que hay que buscarla un poco..... amiga San..... Muy bueno el relato, como siempre.....

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  13. Te diré amiga San que tan ilógico es creer en la mala suerte como en la buena. Ambas nos apartan de la racionalidad y la cordura. Evidentemente todavía necesitamos de mucha evolución para desterrar supersticiones en uno u otro sentido. Por cierto, tengo que buscar el 70013 para el sorteo de Navidad, no sea que....
    Un fuerte abrazo.

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  14. Yo la verdad, creo no serlo...un saludod esde Murcia..buen relato....

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  15. San, mi hija Isabel nació un martes 13, desde entonces considero estas fechas días de suerte, para mi desde luego, lo han sido..., todo depende...

    Besos, amiga

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  16. En esas supersticiones quisiera yo caer, sobre todo en estas próximas navidades. Un relato muy bien hilvanado y con esa chispa del que ocurrirá mientras las letras van corriendo. Esa imagen con el 13 no invitaba a nada bueno. Te felicito. Un saludo.

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  17. La magia de la radio frente al resto de medios de comunicación. Muy buen relato.

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  18. Hola SAN
    Muchas veces vivimos llenos de creencias que limitan nuestra vida sin darnos cuenta de eso, menos mal que al final se liberó.
    Besos

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