Esta semana Auxi propone el principio. En su blog Llanuras abisales se pueden
encontrar los comienzos que sugiere y el desarrollo imaginativo del resto de compañeros.
Este es el que me tocó a mi:
No imaginaba que alguien con ese rostro pudiera ser
coleccionista de historias de amor, pero luego le escuchó hablar y entonces lo
comprendió todo.
-Ya ves mi buena amiga, que te cumplo la
palabra…Le decía, mientras sus dedos traviesos le creaban bucles en el
pelo. Seducida por la cadencia de esta letanía, se dejaba hacer. Paul siguió
con su discurso dulcemente maquillado: “y que los gorros y los perendengues, no
llenan todo mi tiempo; siempre quedará un ratito para ti…” No es que no
le creyese, que le creía, es que ese ratito cada día lo encontraba más en
desacorde con sus sentimientos. Sus ausencias, impactaban violentamente en su
ánimo, haciendo trizas sus esperanzas. No dijo nada, y es que hay momentos que desearían
ser otros momentos, y este era uno de ellos, las diferencias afloraban, brotando
sin permiso. Él se detuvo para observarla y escuchó su silencio, quiso
empujarlo hasta alcanzar los rayos tímidos del sol que nacía, pero la vida se
le desconfiguraba.
Todo el universo cayó entre sus manos, cuando ella
desnudó su pensamiento.