viernes, 20 de abril de 2018

ESTE JUEVES UN RELATO...Mara Laira y sus amigas, fusionando historias

A pesar de saberlo todo de ellas hoy no las reconocía. Tal vez por la forma en la que estaban dispuestas, una al lado de la otra, aunque guardando una prudencial distancia como en un intento por no tocarse, y es que ellas mismas a pesar de interactuar en tantas historias, no se soportaban. Divas hasta en sus  últimas horas, se dijo, preguntándose a la vez si serían conscientes de ello. Echó mano del recuerdo, del sentir primigenio, esa mezcla de felicidad y orgullo al presentarlas ante el público, pero el recuerdo no fue suficiente para desbancar la decepción que le embargaba. Él lo hizo todo por ellas, hasta quedar aislado del mundo. Y ellas, ellas solo tenían hambre de éxito. Lleno de rabia agarró el papel donde aparecían sus trazos, sus nombres, sus relatos, apretándolo entre las manos hasta formar una bola arrugada, lo lanzó a la papelera. No les debía nada, el protagonista de la noche, el dueño del premio al mejor autor de comic era él. Ellas solo meras caricaturas.

Otras visiones de Mara Laira y sus amigas en el blog de El Demiurgo de Hurlingham.


 

miércoles, 11 de abril de 2018

ESTE JUEVES UN RELATO...Amos o amas de casa



¡Cuánto silencio se pasea por entre estos setenta metros cuadrados! Pequeñas habitaciones vacías de voces y risas, evocan lo que un día fue. Desde el quicio de la puerta me veo con muchos años menos, me observo entrar y salir con prisas. Lo mismo hago las camas, que abotono el babi del pequeño. Le anudo el cordón de las zapatillas; hoy toca deporte. Peino los pelos mojados de los niños, mis niños. Friego los vasos y platos del desayuno, recojo todo lo que encuentro a mi paso para dejar la casa más o menos ordenada. A media mañana tengo la revisión médica de los abuelos y no sé el tiempo que me ocupará, eso me angustia; a Marcos le gusta que esté la mesa puesta y la comida caliente cuando llega de la fábrica… El sonido del teléfono me regresa a este presente, ¿estás lista? me preguntan, y si lo estoy, llevo mi vestido azul de los domingos y los labios pintados de rojo cereza. Echo una última ojeada a la casa donde fui todo lo feliz que pude ser. Dejando atrás la nostalgia cojo la maleta, a donde voy no me hará falta nada más que esa maleta y mis recuerdos.

Otras amas o amos de casa los encontraréis en el Blog de Gustavo.

miércoles, 4 de abril de 2018

ESTE JUEVES UN RELATO...Semana Santa


Mamá me dijo que papá había muerto en la guerra, cuando un día le pregunté por él. Con esa respuesta cerró un tema que jamás se volvió a tocar. Para no verla trabajar nunca fuera de casa, vivíamos bien, holgados. Dentro de este territorio, era muy divertida y sociable, por eso creo que recibíamos tantas visitas, sobre todo masculinas. Ahora bien, fuera cambiaba totalmente, hasta sus ropas eran distintas; de la bata de seda de colores que usaba en nuestro hogar, pasaba a trajes oscuros y muy recatados. Era muy devota de la Virgen de los Desamparados, yo imaginaba que era porque estábamos solos en este mundo, a pesar de tantas visitas. Todos los años cuando procesionaban la imagen, ella presidía una gran fila de mujeres ataviadas con mantillas negras. A mí me gustaba verla vestida así, lo que no me hacía tanta gracia era que cada año para comprobar qué tal podía lucir su nuevo traje, yo servía de modelo, y de tal guisa me fotografiaba para tener un recuerdo, decía. Treinta años de recuerdos inmortalizados debieron quedarse clavados en mi subconsciente, porque después de fallecer ella, aún  continúo con esa tradición de fotografiarme, a pesar de que mi esposa no lo termine de aceptar. Sobre todo por el aspecto que tengo con la teja y la mantilla… y mi generosa barba negra.

Otros pasos de Semana Santa los podéis leer en el blog de Lucía: Sintiendo en la piel

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