Pasos
rotos
En la
choza común donde se aprende
lo de
fuera y se olvida lo de dentro,
mi
infancia se quebró por los sonidos de la guerra.
Dejé de
ser niña sin buscarlo.
Los
juegos inocentes se quedaron prendidos en el limbo
a la
espera de ser algún día recuperados.
Con el
fusil en el hombro y con mi pena en el alma,
desfilo
a golpe de tambor
que
redobla canciones esperpénticas
cuyo mensaje no alcanzo a entender.
Me
cuadro a la voz que desgarra y golpea,
doblegada
quiebro el cristal de la aurora.
Soy una
y no soy nada.
Mi pelo
sucio huele a pólvora,
a
sangre y a tierra del campo.
La boca
me sabe a ceniza, a cieno y a metal.
Estas
ropas que me visten,
ocultan
mis sentidos, arrancan mis alas,
mientras
me voy convirtiendo en mujer.
Quisiera
estar en otro lado,
quisiera
ser otra persona,
quisiera
saber si en el otro mundo que imagino,
la vida
no están grotesca como esta mía.
Cierro
muy fuerte los ojos y me pregunto…
¿cuándo
los mástiles de hierro se convertirán en flores?
De la
palabra soldado, no se ha hecho el femenino,
es
mejor no crear palabras nuevas
que
supongan desolación y violencia.
Hoy,
oculta entre la maleza,
en la
quietud de la noche,
me miro
en los charcos del camino
y no me
reconozco.
(Escrita para Grito de Mujer 2017)
En el día del libro, de la ilusión, de las esperanzas y las frustraciones, ese poema nos deja a los pies la cruda realidad que esos niños que
ResponderEliminarles roban la infancia y llenan sus cuerpos de odio
Si los poemas de los recitales " Grito de mujer" son siempre duros los de este año, por el lema que tenía, lo eran aún más. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy emotivo tu poema y desgarrador , es una pena quitar la infancia a esos niños que por sus circunstancias tienen que vivir ese horror.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Sam,me ha hecho temblar esta relidad ,y cómo lo has escrito y descrito.Las palabras de la niña son sobrecogedoras ,y lo que me enfrece es que eso es aún mas fuerte que lo que creemos.
ResponderEliminarMalditas guerras!!Perdón por maldecir,pero no puedo con estas agonias
Besucos ,cielo
Gó
A mí no me importa maldecir: Malditos aquellos que son capaces de robar la niñez, amparándose en riquezas o fronteras.
ResponderEliminarDesgarrador poema.
Besos.
Precioso. Me ha encantado. Triste, intenso, real.
ResponderEliminar¡Absolutamente impresionante! Me has provocado escalofríos. Supongo que cuando tengan algún momento en que puedan reflexionar, como ese ocultas entre la maleza, deben hacer una reflexión como la que cuentas.
ResponderEliminarDe lo mejor que he leído, y no solo por el cariño que tengo a la autora.
Un fuerte abrazo.