Todas las mujeres
importantes de mi vida han sido y son grandes cocineras, ante esto uno se
acomoda y se deja querer, culinariamente hablando y hace como que se vuelve torpe. Esto no es por falta de ganas, es que cuando estoy con ellas en la cocina, me extasío contemplándolas
mientras trajinan entre cacerolas y sartenes, mientras amasan y cuecen. Pero ese
gusanillo de cocinitas estaba ahí, instalado dentro de mí. Decidido acordé
buscar una fecha para estrenarme como chef. Elegí el día del aniversario de mi
boda con Gloria, ese sería mi regalo para ella. Teniendo claro el menú y habiendo
comprado a escondidas todo lo necesario, me puse a ello. De primero unas
croquetitas, pero no unas cualquiera, no, unas croquetas de calabacín. Que bien
me sonó a mí esa combinación y qué buena pinta tenían en la fotografía que la
tía Rosario les hizo. Mientras calentaba la mantequilla y sofreía las verduras,
llamaron a la puerta, nada un segundo, solo fue un segundo, pero cuando entré
no se veía ni los baldosines, todo estaba llenó de un humo negro y de un olor…
La olla y los cazos quedaron inservibles en el fregadero, lugar que fui llenando
hasta formar una montaña de utensilios sucios. De nuevo tenaz, seguí todos los
pasos de la receta, puedo jurarlo, pero aquella masa no espesaba, era una
especie de engrudo verdoso donde se hundían los dedos hasta perderse. Tan
concentrado estaba que no escuche como Gloria abría la puerta. La vi allí
plantada, quieta, muy, muy quieta, con los ojos tan abiertos como los de un
búho, la boca apretada, tanto que sus mandíbulas sobresalían de sus mejillas. Supongo que no era para menos su estupor, sobre la
encimera de nuestra cocina no cabía ni el pelo de una gamba. Pobrecita, pensé,
y con una media sonrisa solo se me ocurrió decir, ¿pedimos una pizza?
Otros y otras cocinillas las podéis encontrar en el blog de Mar (LA BITACORA)
Bueno, seguro que… después del soponcio, Gloria tendría en cuenta el bonito detalle que, al menos, había intentado tener con ella… 😅
ResponderEliminarMuy bueno, San. Un placer leerte.
Un abrazo, y feliz noche 😘
ajjajaaj, me imagino a Gloria viendo el desastre de su marido , pero bueno el hombre lo intento jajajaj ..eso sí que al menos recogiera ese estropicio .
ResponderEliminarUn divertido relato y además puede ser que muy verdadero ..Las intención es la que vale .
Un abrazo con cariño .
Jajaja, pobrecito! Al menos lo ha intentando y eso, Gloria, se le debe valorar.
ResponderEliminarGracias por participar.
Bss.
Jajá, bueno, la intención era buena. Le comprendo, nos parece tan sencillo, nos ponemos en plan artistas y un mínimo error provoca una catástrofe. Sé lo que digo, me ha pasado.
ResponderEliminarBuen relato, como siempre. O será que me gusta leerte.
Un abrazo, querida San.
Qué bueno!
ResponderEliminarLos hay con buena voluntad,pero a veces no sale
Seguro que Gloria le diô laa gracias por el detalle
Por cierto,las croqueyas tienen una pinta buenisima
Me encantan!Y el relato ,estupendo
Besucos
Gô
Te diria que eso a mi no me pasaría nunca, y es que solo entro en la cocina a por café. Me ha gustado saber de lo que me libro por no ser cocinillas jeje. Buen relato!!
ResponderEliminarJajajajaja, un participante que cuenta una historia verdadera.
ResponderEliminarSaludos.
Jaja, a veces es mejor agasajar con algo comprado! Un muy buen relato San. Un beso
ResponderEliminarese caballeroso marido entendió qué valoramos. El resultado final, seguramente una pizza llegada en moto, será valorada en su justa medida, es decir, teniendo en cuenta el esfuerzo por cocinar previo
ResponderEliminarUn abrazo y feliz viernes
Quien hace lo que puede y sabe, no está obligado a hacer más. Sobre todo si lo que hace lo hace con amor.
ResponderEliminarBesos.
Jajajaja, me suena a mí cuando me entran las ínfulas de creerme que con leerlo puedo hacerlo. Pero sabe reírse de sí mismo! Tdo mi reconocimiento por ello. Me encanta leerte. Un abrazo San.
ResponderEliminarHola San,
ResponderEliminarHay muchas ocasiones en las que las buenas intenciones no llegan, es decir, por causas ajenas a nuestra voluntad. !Pero la intencion es lo que cuenta! Seguramente que entre risas ambos limpiaron el desastre de la cocina.
Saludo
Siempre hay que ver la botella medio llena y en el sentido que deseamos. ¿Tú no querías sorprenderla? ¿Y la cara de Gloria no fue de sorpresa? Pues eso. ¡Prueba superada! Digo yo.
ResponderEliminarFelicidades. Muy entretenido.
Un abrazo y seguimos leyéndonos.
:)
ResponderEliminarSí, es que las instrucciones a veces, ni ellas mismas se entienden, la querías sorprender y lo lograste.
Abrazos
Es que me imagino la cara de Gloria y no se si reir o llorar....buena era tu intención ahora espero que recojas la cocina. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarMenudo día de aniversario. Menos mal que el muchacho le puso ingenio al final porque me imagino la cara de la mujer cuando viera la cocina... jajaja
ResponderEliminarUn besote y feliz de reencontrarte aquí.
Me meto en el papel de Gloria y estoy segura de que te habrá ayudado a recoger la cocina mientras venía la pizza. El esfuerzo que hiciste no se ve todos los días! Un relato precioso, San, un abrazo
ResponderEliminarA veces hay que empezar con bocadillos y luego ir subiendo escalones...creo que nos ha pasado a todos que hemos tenido grandes "referentas" porque hace unos años era muy extraño que un hombre cocinase. Van cambiando las cosas afortunadamente y más que tienen que cambiar...
ResponderEliminarBesos
La intención es lo que cuenta pero no sé yo si en este caso te va a salvar :-)Eso sí, si deseabas que no olvidará el día, tengo la sensación de que lo has logrado :-) y me da que para ti también va a ser inolvidable :-)
ResponderEliminarUn beso enorme :-)
Jjjaja sí que le sorprendió a Gloria, menuda cara se le quedaría jajaaj, pero ya se sabe, no siempre salen bien las cosas.
ResponderEliminarUn beso.
Que tal SAN? me ha gustado mucho tu historia, de veras. Muy original, sorprendente y bien contado.
ResponderEliminarMe imagino el estupor de la novia!!! Eres un crack.
Un saludo cordial y afectuoso.
Je, je, "para aprender hay que perder" puedes volver a intentarlo para cocinar no hay que ir a la Universidad. Eso sí espero que le hubieras dicho a Gloria: "No te preocupes que lo limpio todo yo". Me ha encantado visitarte. Un saludo.
ResponderEliminarreivindico para los hombres la cocina como arte, eso si, como tú narras, son las madres las maestras ( y las abuelas) de donde beben esos iluminados. Yo tengo la gran ventaja de ...preparar buenos bocadillos, ensaladas y mis dos platos estrellas: ensalada campera y ensaladilla rusa que sin modestia alguna, me salen de chuparse los dedos
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