–Buenos días
vecina ¿cómo usted por estos lares?
–Pues ya ve, lo
mismo que usted, arrastrada por los suelos. Menudos días llevo, desde que aquel
viento recio y mal humorado, me arrancó de las ramas que me sostenían, todo ha
sido un ir y venir de locos. Me han volteado a puntapiés, me han arrancado mis
frutos, me lanzaron entre juegos, de cabeza a cuerpo y de cuerpo a cabeza… Hoy
por fin, encuentro descanso, por ese motivo intento disfrutar de esta paz y de
estos rayitos de sol. ¿Y usted cómo llegó hasta aquí?
–Formas bien
distintas la suya y la mía, las que me han dirigido hasta estos terrenos. Ya
soy fruto maduro, el tallo que me unía al árbol se estaba pudriendo, solo era
cuestión de días que el desprendimiento se produjera. Fue entonces cuando pensé,
que siempre había visto el mundo que me rodeaba desde las alturas, y que antes
de pasar a ser alimento de la tierra, bien podía disfrutarla a su ras.
Aprovechando un viento tan suave y cálido como el de una caricia, me dejé caer.
Desde ese instante todo ha sido una
aventura loca y divertida. El lado bello de este mundo, así como su reverso lo
he sentido y lo he sufrido, pero de nada me arrepiento. Ahora estoy frente a
usted, teniendo esta absurda conversación. Porque si nos paramos a pensar, dos
piñas no hablan, ni fundamentan, o al menos eso cuentan los libros. Yo no estoy
de acuerdo, la energía fluye y nos habita, haciéndonos parte del universo. Somos un todo.
¿Qué opina usted?
– ¿Yo?-dijo con
voz entrecortada. Qué ojala viera la vida através de sus ojos.
Este jueves Dorotea nos invitaba a jugar con la imagen que nos ofrecía, a mi me tocó las piñas. Si os apetece leer otros textos visitad su casa.
Genial e inspirador relato... dos caras de mil/o una moneda-s : )
ResponderEliminarSaludos
Dos maneras de ver la vida bien distintas, como las delos humanos, igual, igual...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Tiene gracia, es sugerente y hasta con puntito de "fraseñoñadefacebook"-Tagore: "no llores por el sol q se pone blablablabla".
ResponderEliminarFelicidades. Buen curro.
Hasta los seres inanimados logran ser positivos si miran al mundo con el "corazón" bien dispuesto! jeje...me ha gustado mucho tu relato!
ResponderEliminar=)
¡un diálogo divertido amiga!
ResponderEliminarYo también soy piña vieja...
ResponderEliminarHola San
ResponderEliminarGracias por venir a saludarme en el día de mi cumpleaños, estoy emocionada y sorprendida porque después de 8 meses de estar sin contacto han acudido muchos amigos. Yo sabía que estaban allí, como yo que los llevo en el corazón siempre.
Gracias por el cariño.
De a poco iré dejando los comentarios abiertos, en la medida que pueda responderles a todos.
Besos grandes.
Esas piñas que para mí tenían cara de gallina de corral, empollando la siguiente generación de ponehuevos, las has convertido en personajes tan diferenciados como la tierra y el aire. ¡Qué imaginación la tuya! Gracias por participar. Un abrazo
ResponderEliminarMe has traído a mente las castañas que caen en La Granja de San Ildefonso. Caen, como la segunda, de maduras, pero si se las patea hacen efectos de cabriola al chocar con el empedrado.
ResponderEliminarAl margen de ello, buen relato.
Besos.
Rien de rien... no me arrepiento de nada... Me gusta esa postura.
ResponderEliminarYo las veía muy gallinas locas... tu forma de encarar el relato me ha gustado.
besos
Bueno, la verdad es que entre las personas también se producen conversaciones absurdas, así que no nos tiene que extrañar que dos piñas tengan esa conversación.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué genialidad San, este diálogo entre vecinas. Muy llevadero, las historias distintas y las emociones vividas desde perspectivas diferentes.
ResponderEliminarBien, dos piñas, seguro que no hablan... o eso creemos... me alejo y siento un runrún de palabras que se apiñan a mis espaldas. :D
Besos!
Gaby*
Los dos extremos se pusieron frente a frente, más contundente la piñita que ha sabido disfrutar de lo que le sucedió y la quejumbrosa
ResponderEliminarAbrazos
Dos formas de mirar la vida, una optimista y la otra muy quejumbrosa. Así somos las personas también a veces.
ResponderEliminarExcelente diálogo, muy original y divertido.
Un besote.
Lo positivo y lo negativo, bien dice la frase " todo es según el color del cristal con que se mira", Me gustó el dialogo de esas dos piñas vecinas.
ResponderEliminarUn beso!
Me ha encantado por el contenido y por la forma de desarrollarlo.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar mi blog y comentar. Un abrazo
Me gustó mucho el dialogo de las piñas, y la forma tan genial en que la describes. Encantador y entretenido! =)
ResponderEliminarBesos
Quién sabe si las piñas y cualquier otro ser por muy inerte que sea pueden comunicarse, alguien ha sido piña?
ResponderEliminarMe gusta la piña divertida que disfruta la vida.
Un beso.
Es difícil hacer hablar a las piñas, sobre todo, como en tu caso que ambas han perdido los "piñones" (Alguna vez has probado a hablar sin dientes)
ResponderEliminarMe ha gustado el diálogo y especialmente cómo una de ellas saca a relucir el sentimiento de la envidia (espero que sana) por las experiencias apasionantes de la otra.
Besos
Un corto relato lleno de gracia pero que también invita a la reflexión. No hay que ser piña para desear, alguna vez, ser como los demás, aquéllos que miran y ven la vida desde el ángulo positivo.
ResponderEliminarUn saludo.
A las buenas tardes dirás que noches, San!!! Pues mira, de toda la conversación me quedo con esto: "...la energía fluye y nos habita, haciéndonos parte del universo", y no es que esté de acuerdo, que lo estoy, pero lo digo porque si cambias "energía" por "fuerza" ya pareces Obi Wan Kenobi aleccionando a Luck Skywalker y a "piñón" fijo, jajajajajaja...
ResponderEliminarUn besazo!!!
Me ha gustado tu relato, San, así que me quedo por aquí. :)
ResponderEliminarCautiva rápidamente el relato, atrapa al lector
ResponderEliminarpues la prosa es perfecta, tiene esa musicalidad
de algo que se ha pulido con grandeza, pero
esa magia se rompe cuando dices que una piña
no puede hablar... yo me había creído que las piñas
hablan, era feliz, pero no, no hablan... jajajaja
bromas a parte creo que pierde ahí el relato
su gran estructura.
Un placer San.
Qué bonito!
ResponderEliminarMenos mal que nadie nos puede quitar ni robar la imaginación...
Un abrazo.
Asi es, las piñas no hablan, por lo menos con palabras audibles, pero la energía es una sola y estoy de acuerdo somos un todo. Me encantó el relato.
ResponderEliminarUn abrazo SAN