Envuelta entre los traqueteos del tren que la alejaba de todo lo que fue su
vida, desmenuzaba el porqué de este ahora. Había tomado la decisión y esta sería irrevocable.Tal vez fueron los años ya
cumplidos, o el cúmulo de silencios tácitos encerrados en su pecho por un
tiempo infinito, los que habían forjado la seguridad en la que se asentaba en
estos momentos. Fuera lo que fuera, la empujó a desechar las alegaciones
expuestas por sus miedos, y todas las palabras vacías de aquel que se
proclamaba parte importante en ese reducido espacio en el que habitaba.Cerrando la puerta de lo que ya sería pasado, se fue en
busca de sus sueños.
Siete meses después de aquel día imborrable le envió un telegrama." Alejandro, vivo en Holanda, trabajo
en un local donde exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy
aprendiendo mucho y soy feliz.
Para llegar a ese momento en que se toma una decisión definitiva, es que previamente se han buscado todas las opciones y se sabe que es la mejor y cuando dices que va en busca de sus sueños, a mí no me cabe duda que será feliz
ResponderEliminarUn beso San
Grato leerte
ResponderEliminarCariños
Bien decidido... lo de la protagonista y tu relato para llegar al final propuesto!
ResponderEliminarbesos San, muchos.
Refleja lo duro que es tomar esa decisión.
ResponderEliminarBesos.
Una decisión acertada en medio del dolor del ayer, ahora es feliz en un mundo nuevo, con horizontes.
ResponderEliminarBesos.
Solo una buena lección de libertad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Coincido con el comentario anterior. Tal vez la otra opción, la de no cambiar era intolerable.
ResponderEliminarQue valentía se necesita para esos cambios.
Echa el cerrojo tras hacer recuento de su vida.
ResponderEliminarUn relato claro y rotundo...Cuando el alma se asfixia y el corazón agoniza es el momento de cortar con todo y escapar a la vida...en busca de esos sueños , que nos esperan...Mi felicitación y mi abrazo, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Final feliz puede haber tenido un mal comienzo...
ResponderEliminarHola San: Estoy leyendo a otros compañeros, y veo que todos los relatos acaban mal. Ella se va, y le deja a él con un palmo de narieces. Pero bueno-digo yo-, es que esa era la condición que nos impuso nuestra anfitriona!!! tu texto también me ha gustado mucho. Es corto, claro i conciso. Toda una lección de narrativa. Un abrazo
ResponderEliminarAunque a veces cueste hay momentos en la vida en los que hay que tomar decisiones drásticas y romper con todo...afortunadamente en este caso salió bien. Una historia breve pero con mucho contenido, muy lograda.
ResponderEliminarUn beso
El valor que se necesita para soltar los afectos que ya no nos proporcionan ningún sentimiento, ni ganas de quedarse en un sitio que nos axfisia, ¡ es grande!. Pero suele tener la recompensa de poder elegir como vivir la vida a partir de ese momento.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, gracias por participar .
P.D. No olvides recoger el pequeño regalo que os dejo en mi blog con vuestro nombre.
Besos guapisima.
Los sueños a veces hay que ir a buscarlos para que se cumplan.
ResponderEliminarUn abrazo
Bonito inicio de viaje.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha sorprendido ver que cuentas la historia desde la emisora del telegrama, yo pensé en todo momento desde la perspectiva del receptor, como también lo han hecho los dos que he leído.
ResponderEliminarAdemás, me ha encantado como lo has escrito y los sentimientos que emanan de la historia.
Besos.
Dura la decisión pero acertada, a la larga se alegrará de a verla tomado, muy bello tu relato.
ResponderEliminarTe sigo San.
Un abrazo.
Lola Barea.
Parece que la decisión estaba más que meditada, se le ve segura de sí misma y dispuesta a luchar por sus sueños que al final logra alcanzar. Me gusta. Besos
ResponderEliminarSeguir los sueños es una sabia manera de vivir la vida.
ResponderEliminarUn beso.
Sin dudas... no hay, como lanzarse a concretar sueños!
ResponderEliminarMuy buen relato, bien conducido hacia el final pactado... tarea que no creo haya sido sencilla. Te felicito San, por tan buen resultado!
Besos!
Gaby*
Escapar mirando el Norte. Una huida en busca de la perfección, que a veces sólo da la distancia.
ResponderEliminarUn texto muy formal y serio para explicar de forma precisa algo tan próximo y cotidiano.
Besos
A veces hay que soltar amarras y emprender nuevas singladuras, sobre todo cuando el puerto actual no te proporciona ya ningún tipo de satisfacciones.
ResponderEliminarMagníficamente resuelto el tema propuesto.
Un fuerte abrazo.