Damián abrió los ojos, un dolor cruel taladró sus sienes, de nuevo los cerró. Acercó sus manos hasta ellos y sus dedos masajearon suavemente las orbitas en un intento de calmar aquel dolor, oscureciendo ese día que para él recién comenzaba. ¿Qué hora será? Se pregunto, alargó su musculoso brazo buscando el reloj que monótonamente cada noche dejaba en la mesita antes de dormir, pero se encontró con la nada. Allí no había nada.
Abrió de nuevo los ojos y se sintió desorientado
- ¿Pero dónde estoy?, Esta no es mi habitación.
- ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Perdido en su desconcierto, giró su cuerpo buscando donde asirse. Se giró, solo dio media vuelta intentando ubicarse en ese espacio, descubrir que estaba ocurriendo y otra sorpresa le sobresaltó, aquel calor que hasta su piel llegaba era el calor de otro cuerpo yaciendo al lado contrario de aquella inmensa cama, isla desierta en un frio despertar, renacida tal vez de una noche de pasión, el hecho de pensar algo así hacía que su corazón latiera a mil por hora. Otro cuerpo, cuerpo desnudo, cuerpo de mujer.
¡Hay Dios! ¿Pero y esta? ¿Qué hace tumbada junto a mí? No la conozco de nada, a ver, piensa, piensa, ¿Qué pasó anoche?
Nada, no recordaba nada. Un sudor frio baño su frente. Ni respirar quería, ¿y si se despierta?
Yo me levanto despacito, así suavemente, primero saco un pié, luego el otro, la sabana, que no se me lie la sabana, maldita sea.
La mujer se remueve. Damián se paraliza, quieto como una estatua. Sigue dormida.
Y ahora el último esfuerzo, me incorporo agarro la ropa y salgo por pies.
Y en eso estaba Damián, en un intento de silenciosa fuga, en un querer que la tierra le tragase allí mismo si ella despertaba. ¿Qué habría pasado que no recordaba nada? Y esa mujer !jodida mujer! si encima es guapa, la vuelve a mirar, guapa, guapa y está buenísima. Ese pelo negro revuelto…. no la mires más, no la mires
De puntillas llegó hasta la manivela de la puerta, la bajó muyyyyy despacito, un segundo más y esta incómoda situación se terminó, pero la puerta chirrió y Damián tembló.
A sus espaldas una dulce voz le preguntó:
- ¿Cariño pero adónde vas? ¿No recuerdas que los niños fueron a dormir con mi hermana? Ven vuelve aquí, anoche bebiste demasiado, ¡ esos amigotes tuyos siempre con sus apuestas!, te retaron y tu ale a demostrar que podías aguantar más que nadie, entre cuatro te trajeron, jamás te había visto así, llegaste beodo, beodo, menos mal que los niños no estaban que si no……
¿Te encuentras bien? Te estás poniendo muy pálido.
Algunos borrachillos más en casa de Gus.
Es un grato placer leer tus relatos San,
ResponderEliminarque disfrutes el fin de semana.
un abrazo.
merecido castigo para una falta infantil. Redescubrir a tu propia esposa, ser capaz de ver su belleza aún con la mente turbia es un eximente a tu
ResponderEliminarapuesta de eterno niño.
Menudo merluzón que le borró su pasado completo.
ResponderEliminarPero, al menos su mujer le parece guapa...algo es algo.
Un gusto volver a leerte.
Menuda borrachera pillo el pobre Damián, que no conocía ni su casa, ni a su mujer, jajaja. A qué va a ser verdad que se bebe para olvidar. Ahora llega la temporada alta para las borracherras así que cuidadín si tienes que conducir. Hala me ha salido un pareado :-)
ResponderEliminarUn besote y ya sabes si vas alguna comida de Navidad, ¡bebe lo que puedas!! ^Pero con prudencia y precaunción que son unas chicas muy majas.
A eso se le llama una buena resaca y lo demás son tonterías, u relato digno de comedia de enredo, jejejejejeje.
ResponderEliminarUn beso
Vaya..menuda borrachera...Pero le fue bien al final, porque lo mismo y se despierta con una fea mujer que lo arree a golpes por no hacer caso...a lo mejor con eso le regresaba la memoria..jeje
ResponderEliminarUn especial relato...besitos
jejeje menuda resaca!!!
ResponderEliminarun abrazo
Jajaja...
ResponderEliminarUn relato con un "bebido" enredo
Al menos consiguió hacer que viera a su mujer como la primera vez! Eso no estaría mal
Abrazos
Muy bueno San, la cogorza tuvo que ser tremenda, me da que ese pobre ya no bebe más que agua.
ResponderEliminarMe encantó, eso ya es lo normal. Besitos.
jajajajjajaj...ese lo que quería era despedirse de la familia enteraaaaaa¡¡¡¡ no te jodeee¡¡¡
ResponderEliminarme ha encantadoooo¡¡
ahora una cosa:
maldita sea, chelo, le has dado al relato ritmo...riiitmoo...es decir, acelerado cuanod se debe, decelerado cuando ídem...y eso...eso...me ha encantado aún másss..
medio beso.
ah, soy el maragatoo..
jejeje siempre María Jesús acertada en sus comentarios!...¿así que se le borró el pasado por completo?...lástima que la mujer lo trató con dulzura!...hubiese merecido que lo despertara un ogro! jejejee
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Jajaja, menudo lio le trajo la borrachera. Si la esposa hubiera sospechado su despiste.... otra cosa hubiera sucedido.
ResponderEliminarUn beso y feliz semana
Jejeje, menudo colocón la de el Damián
ResponderEliminarUn abrazo
Menuda melopea... ni de su pareja se acuerda. Bueno, el dolor de cabeza y el mal cuerpo no se lo quita nadie, ahh!! y la consabida guasa de sus amigos y señora...
ResponderEliminarEstupendo, San!!
¡Hola! qué alegría que esté por aqui y ya instalada imagino. Ya me contarás.
ResponderEliminarEl pobre Damián la cogió bien gorda. Me gusta el desenlace del relato.Bien llevado e inesperado, como debe ser. Muy bueno.
Un besote
Tienes siempre capacidad para sorprenderme, lo que menos me esperaba era ese divertido final.
ResponderEliminarBuena historia, me encanta como la cuentas.
Abrazos.
San, qué pasada, un final brutal. He palidecido hasta yo.
ResponderEliminarBesos
Vaya, vaya, perdio todo, menos el reconocer la belleza.
ResponderEliminarMe encantó, y sonreí, siempre es muy agradable volver a casa de una amiga.
Petonets dulces.
Veo que ya hay tiempo para contar cuentos, mientras no te pase lo de sus protagonistas, puedes festejar si quieres. :)
ResponderEliminarUn beso.
Ja, ja, no sé si él se equivocó de cama, o ella de marido, o el marido de ella se confundió él mismo con su amigo, o... En fin, que con semejante borrachera podríamos poner las manos en el fuego a que no pasó nada...
ResponderEliminarGenial relato. Besos.
Un relato muy bien compuesto y mejor escenificado.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Recibe mi saludo afectuoso. Feliz semana.
!Qué curioso! a este Damián le hace falta coger una tajada de campeonato para atinar en lo bella que es su esposa. ¿Es su esposa? ¿Se llama Damián y tiene hijos?
ResponderEliminarSan, vuelta de un viajecito de puente, me has dejado turulata, absolutamente sóbria no atino a saber ni dónde estoy.
Besitooos.
No esperaba ese final, pero si la cogió bien si.
ResponderEliminarUn abrazo
Una historia muy buena y un final magnífico.
ResponderEliminarUn gran cariño.
HD