miércoles, 18 de diciembre de 2013

ESTE JUEVES UN RELATO...EL REGALO





Se despidió de todos y se dirigió a casa. Atrás quedó el olor a cera derretida, de las velas sobre la mesa del despacho, los aplausos y el sonido de las notas del feliz cumpleaños, que con voz de barítono le cantó su compañero de mesa. Al entrar dejó las llaves en el recibidor. Se descalzó y anduvo de habitación en habitación como buscando a quien poderle decir: Ya estoy aquí. Pero el silencio fue su única respuesta.
Tomó un baño, después se sentó a cenar. Inquieta, miraba continuamente el reloj. A las diez en punto, abrió el ordenador, escribió la contraseña. En la bandeja de entrada pudo leer: Tienes un mensaje. Tres letras y el corazón comenzó a latir tan fuerte, que Lola se llevó las manos al pecho para apaciguar las palpitaciones y ese calor que le ardía haciéndola jadear más que respirar.
Trasmontana40@... FELIZ CUMPLEAÑOS.  TE QUIERO MUCHO.
Después de dos años recibiendo este mensaje el día de su cumpleaños, fue la primera vez que Lola pulsó la opción reenviar y escribió: ¿QUIÉN ERES? 
¡Qué sin sentido!, se detuvo, dándole a  suprimir. Cerró el ordenador y se fue a la cama.
A la mañana siguiente su jefe le preguntó: ¿Y qué, este año llegó tu regalo?
Sí, y por primera vez estuve tentada a responder, pero no lo hice. El año que viene contesto, pensó.
Él la miró, y sonriendo dijo para sí: ¡qué lástima! El año que viene, si me atrevo, lo firmaré.


 
Si os gustan los regalos, encontraréis un cargamento en casa de Judith

jueves, 12 de diciembre de 2013

ESTE JUEVES UN RELATO...Mamá de mayor quiero ser...



De nuevo llegué tarde y con la nariz roja como un pimiento, pero no me importaba.
–Llegas tarde, me dijo mi madre muy enfadada. Mira que cara traes. Ya has pegado la nariz al escaparate, sabes que no puedes detenerte allí. Don Anselmo volverá a llamarnos la atención por mancharle la luna.
– Mami, contesté poniendo voz de tragicomedia. Es que no puedo resistirme, cuando paso y la veo… Esta canción se repitió durante años. El deseo de observarla era superior a todo cuanto me rodeaba. La veía allí, de pié, tras la caja, tan seria y digna, metida en su papel, abstraída del mundo, ese jeroglífico de colores, que ni le rozaba a su paso. Sus manos tomaban el producto y lo deslizaban por la cinta. Un movimiento contundente, pero fluído donde convergía su gracia y el “flis”, del código de barras.
Sí, he de reconocerlo, yo quería ser como la Macu cuando por fin fuera mayor. Quería ser la cajera del supermercado de mi barrio. Y lo que son las cosas, en lugar de trabajar de cajera, hoy duermo en un cajero.

Más deseos de quiero ser , en el THE DAILY PLANET'S


miércoles, 4 de diciembre de 2013

ESTE JUEVES UN RELATO...Conventos



 Sor Valentina


La niña apareció en el torno del convento. Como yo era la novicia más joven, la abadesa pensó que me sería más fácil cuidar de ella. Así lo hice. La crié como una madre cría a su hija, solo me faltó amamantarla, que bien que me hubiese gustado… Pero de haberlo hecho, todos habrían descubierto el secreto que antes de recibir Las Órdenes, le confesé a su padre. 


Otras historias sobre monjas, frailes y conventos en casa de Rhodea Blason

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