La señorita Eloísa nos hizo colocar en fila, una detrás de otra.
-No gritéis, nos advirtió. Solo durará unos minutos, luego regresaremos de nuevo al aula, os prometo una sorpresa si os portáis bien.
Nos encontrábamos en la antesala de dirección, algo me decía que la explicación que nos había dado la señorita Eloísa no era todo lo cierta que quiso hacernos ver. El olor a desinfectante me daba la razón.
La primera en entrar fue Mati, los minutos que estuvo dentro duraron horas. Al abrirse la puerta, la vimos salir pálida y llorosa. Con una mano presionaba un algodón sobre su brazo izquierdo.
Los rostros sorprendidos se vistieron de temor, en ese preciso instante todos los rincones repicaron llanto. Imposible contener tanto miedo alineado de uno en uno.
Yo no lloré, estaba concentrada intentando averiguar quién era la mujer que vestida de enfermera se paseaba entre mis recuerdos y a la que todos llamaban por mi nombre.
Otras visiones en casa de Camen
Hola san:
ResponderEliminarUn buen ejemplo de Deja vu: Pasar de ser la pinchada con la vacuna, a ser la que la pincha. Menudo cambio de roles!
Café de regalo
Wendy
Lo mejor es que se puede pensar, es gratis. Excelente tu relato, tu Dèja vu
ResponderEliminarEste déjà vu, si que es un "esto ya lo he vivido" al cien por cien. Corto, intenso y aunque sabes de que va (porque ya has pasado por eso)te atrapa hasta el final. Muy bueno, San.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Muy bien llevada esa cola de niñas llorosas, hasta que toca el turno al yo enfermera, se pondrá a sí misma esa inyección y luego saldrá aguantándose las lágrimas.
ResponderEliminarExcelente vuelta a la niñez que nos espera por los trucos del cerebro imprevistos. Besitos muchos.
jejejee...la vida tienen esos vericuetos, en un momento estamos en al fila de los inocentes que esperan -sin saber qué- y luego resultamos ser los que, del otro lado de la fila se hallan siendo los que conocen lo que les espera!
ResponderEliminarun abrazo
¡Que chulo, Chelo! Uy, vaya frase me ha quedado, jajaja. ¿sabes? Me he acordado de cuando nos vacunaban en el colegio, aunque a mi nunca me han dado miedo las agujas, esa era mi ventaja. Hay que ver, pasar de niña con temor a un pinchazo a enfermera. Bonito relato. Un beso, compi. (¡te echamos de menos ayer!)
ResponderEliminarLos recuerdos de nuestra niñez nos influyen mucho y cuando llegamos a la edad adulta los seguimos recordando, sobre todo los olores, que siempre van asociados con algún recuerdo. Eso es lo que te pasó a ti, desinfectante, enfermería.
ResponderEliminarMe ha gustado
Hola San... me has retrotraído en el tiempo! Esa fila de niños con sus blancas túnicas esperando el pinchazo! Oye! Yo siempre fui la que más lloraba!
ResponderEliminarMuy buen modo de contarlo por partida doble... Niña y enfermera, tiempos que se mezclan.
Solo espero no haya sido Eloísa también, la causante de mis berrinches!
Besitos al vuelo:
Gaby*
Eso es un deja vu con flashback!!!
ResponderEliminarMenuda imaginación la tuya, compañera. Me ha gustado mucho porque yo recuerdo esas filas y más concretamente, me recuerdo a mí corriendo calle abajo piernas para qué os quiero!!!!
Un besito.
Me ratifico en tus giros, en tu ingenio. Ese final es magistral.
ResponderEliminarBesos, San.
jajajaja!!!
ResponderEliminarComo cambian las tornas en la vida, tu serias verdugo de mayor.
Muy bueno tu relato San.
Besos...besos...besos?
Traslacion temporal?, reflejo del futuro o del sueño futuro?
ResponderEliminarNos dejas la imagen ya desaparecida de las vacunaciones escolares origen de muchas fobias actuales atodo lo sanitario, menos a esa niña que se veia a si misma....
Un beso
Me acaba de ocurrir, leyendote, un déjà vu. Joooo he sentido que yo era una de las niñas de la fila!!!
ResponderEliminarNos veremos las caras!! ajajaaja y te vas a enterar.
Un besazo, amiga.
Juraría que te había dejado un comentario ya, San, pero no, esto del dejá vu, sucede más a menudo de lo que nos creemos, jejeje.
ResponderEliminarBueno, me ha encantado tu jueves.
Un abrazo
Lola
Que pensaba yo, que el dèjá vu era la sensación de haber vivido en el pasado una situación actual, pero no, tu nos llevas de la mano de esa niña que no llora, a vivir en la niñez una situación que se dará en el futuro. ¿O he entendido mal?.
ResponderEliminarMagnífico y sorprendente relato.
Un abrazo.
"Cuando la mayoría de la gente habla de déjà vu lo que realmente experimentan es un déjà vécu. Las encuestas han revelado que hasta el 70% de la población ha tenido estas experiencias, normalmente en edades de 15 a 25 años, cuando la mente aún está sujeta a advertir el cambio en el entorno.5 La experiencia suele estar relacionada con un suceso muy banal, pero es tan impactante que se recuerda durante años".
ResponderEliminarAntes tenía más sensaciones de este tipo, ahora ya estaré mayor jaja.
Me agradaron leer estas sensaciones...
un abrazo
He tenido un dejá vu olfativo mientras te leía, me ha venido ese olor a desinfectante, un dejá vu acústico, el chirriar de aquella puerta donde la seño sacaba a una llorosa niña al pasillo y la mandaba al recreo y entraba con otra sorprendida y asustada en la sala, el chup chup de un hervidor donde se iban hirviendo agujas y jeringuillas para la siguiente.¿¿dejá vu?? No...creo que tan solo era un recuerdo, me has hecho recordar algo que había vivido ya, pero por suerte no era un dejá vu porque de ser así habría vuelto a vivirlo...es un poco complicado esto del dejá vu.jeje. Un besazo preciosa
ResponderEliminarcreo firmemente en esa experiencia , la verdad es que me pusiste el vello como escarpias
ResponderEliminarImpresionante final, buen giro y cambio de roles.
ResponderEliminarGenial, me gusto mucho.
Un abrazo San.
Oh qué bonito... y qué bien contado, caramba!
ResponderEliminardos abrazos :)
me ha gustado el relato y en verdad me ha dejado con un poco de misterio jaja... un pequeño fantasma?
ResponderEliminarContás de forma tan natural esa sensación que sentíamos de niños frente a las vacunas que me sentí muy identificada. Pero lo mejor de todo es el final, me sorprendiste!!!
ResponderEliminarUn deja vu excelentemente contado!!!
Besitos
Hay olores sobre todo, que provocan esa sensación de haberlo vivido.
ResponderEliminarLo relatas de una forma muy tuya: la de sorprendernos en el último giro.
Esto de volver atrás... tiene sus inconvenientes: me duele el pinchazo!!! Decí que fuiste vos, amiga...
Besos
será cabrona la señora san-chelo...¡¡¡
ResponderEliminarestaba yo preparado para leer un texto largo...yo qué sé...pero así era. y va la señora y , hala, un texto corto, cortito incluso y...zas...ejemplo de déjà vu al canto...o no...por que la niña bien puede ser una y la doctora puede ser otra persona...pero la niña san-chelo ha jugado con el título qe nos convoca esta semana y, hala, nos presenta , al menos, un posible deja vu d elas narices...
me ha encantado, chelo...
medio beso.
Querida San, como supongo que habrás detectado, espero, jejeje, yo esta semana no he podido participar, aunque leyendo relatos tan atrayentes como el tuyo, me de mucha rabia no haberlo podido hacer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola San, me gustó y sorprendió el final, niña y enfermera terminan siendo una misma persona traspasando el tiempo.
ResponderEliminarUn verdadero deja vú las enfrenta en un presente.
Me gustó mucho leerte y gracias por tus palabras en mi blog. Espero seguir compartiendo mas jueves de relatos.
Un beso
Jime
San, sobre todo saludarte,saludaros sobre todo volver a este mar de versos y de emociones... Necesitaba mi tiempo, necesitaba aunque no quisiera estar varado en la orilla, como mi orilla sanluqueña, necesitaba repostar y volver a sentir la llamada de mi mar, de mis olas, que no sois otras que vosotros, buenas noches, gracias por tu vuelta al cole, estooooo, si es donde trabajo, ooopsssss, me encanta tu mirada niña y de nostalgia, buenas noches
ResponderEliminaruffff... un jueves de terror... para mi domingo de madrugada! muy lindo relato. un beso!
ResponderEliminarInversion de roles para poder mostrarnos, con tu habitual maestría, eso fenómeno curioso, al que yo siempre suelo valorar de una manera menos literaria.
ResponderEliminarMe ha gustado, amiga
Un besote
Corto con pocas palabras, pero intenso. Muy bien llevado y sin saber, hasta el ultimo momento por donde vas a salir.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero que los niños que tengo que hacerles algo asi no tenga tan mala impresion de mi...y les cree un deja vu en el futuro.. ja ja
ResponderEliminarQue genial es pocas letras nos has dejado en un buen relato.
Feliz domingo
Hay relatos previsibles, que se escriben y leen con relativa facilidad, cómodos, casi sin arriesgar. Este, no lo es. Es inteligente, reflexivo y con una capacidad de síntesis admirable.
ResponderEliminarCreo que ha quedado claro que me ha gustado.
Besos
Nena, no sabes el retraso que llevo con los jueves este domingo, jeje. Entre que me quedé sin conexión y otras cosas voy muy tarde a todos/as. Ha habido muchos y diferentes Dèjá vu's y el tuyo pasa por estar en ambos lados de la fila ;) que resulta curioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
San lo primero, pedirte perdon por llegar tan tarde,tu relato esta lleno de recuerdos de cuando eramos niñ@s, aquellas vacunas del cole,la foto me encanto, y el final tan drastico que le has dado al tema,me gusto tu relato, guapa...Besos Lucia.
ResponderEliminar