El sonido siseante atrajo su atención, el viento
soplaba ráfagas de aire frío que se adentraba por entre las rendijas de los
muros mal sellados. El amanecer llegaba anunciando otro día igual a todos los
días vividos, días teñidos de un gris mortecino.
-Se acerca el invierno pensó, frotando sus ásperas
manos, mientras realizaba la ronda. En la sala de armas se acercó hasta el
ventanuco, desde allí se divisaba el bosque.
Se dejó llevar nostálgico, respirando el olor a tierra húmeda, a musgo fresco.
Cerró sus ojos, como en una ensoñación, se imaginó adentrándose entre sus
matorrales. Tocó la rugosidad del
tronco del tejo y quiso tomar un arilo rojo…Pero solo era una ensoñación, no
le cabía más que adivinar ese
cambio de color en las hojas de los árboles, del verde al amarillo pardo.
Que sin
sentido le parecía todo, desde este extremo de la vida que hoy vivía.
-Tú serás el guardián de los valores de esta dinastía,
le dijeron al partir. El guardián de esta fortaleza. Tú, el único hijo vivo,
descendiente de reyes, príncipe entre los príncipes. No des un paso en falso
jamás.
Pero todo en lo que creyó se desmoronaba. No reside
en un trozo de tela los valores de una estirpe, de eso estaba seguro. La fe en
lo que fue y será, la fuerza, la esperanza moraban en él.
No permanecería un solo instante más en aquel lugar,
no esperaría su muerte a manos de unas creencias caducas. El fin de una era
había comenzado.
Con paso firme tomo sus armas. Solo miró atrás para
ver ondear, el último estandarte.
Cuántos han muerto por culpa de un trapo.
ResponderEliminarFinal sorpresivo, donde se podrian esperar luchas epicas, el personaje deja todo atrás.
ResponderEliminarOpino como Mariajesús, cuantas muertes por culpa de un trapo donde ponen toda la honra, todas las tierras y todas las guerras. Más o menos como ahora en nuestro país, se adora a una bandera que no nos da de comer.
ResponderEliminarBESICOS.
Un hombre maduro, lleno de ética y amor. Me gustó el relato y la carga que lleva
ResponderEliminarBesos
Me gustó mucho el relato San. Hay veces que la herencia recibida pesa demasiado y es bueno cerrar la puerta y no mirar atrás.
ResponderEliminarBesos