Protegida
y camuflada tras los cristales del balcón de mi casa, lo observaba. Como si de
un ritual se tratase, cada tarde a la misma hora, oculto el rostro tras la
capucha de su sudadera, dejaba la mochila en el suelo y bote a bote formaba una
fila blanca en un orden perfecto. Luego se alejaba unos pasos para tomar
perspectiva y comenzaba a trazar líneas y curvas, justo donde el día anterior
había dejado descansar su obra. La tapia gris y sucia, muro separador de
visitantes no gratos en aquella vieja fábrica abandonada, iba tomando cuerpo y
color a medida que él y su obra se mostraban metro a metro. Siempre atento a su
creación, el joven parecía ajeno a
cuanto le rodeaba.
El
sonido de la sirena de un coche de policía, lo sacó de su ensimismamiento. El
chico levantó la vista de su obra y con toda la fuerza de la que disponía,
lanzó el bote de spray, con el que había puesto punto final, al lienzo de cemento
y piedra. Y corrió, corrió hasta desaparecer, dejando su trabajo terminado ante
mi vista. En su última tarde, no había dibujado figuras, ni campos rozando
horizontes dorados, solo palabras de un negro brillante: El piojo viajero. Supe
que jamás volvería a verlo.
Otros jueves con título sorpresa en casa de Dorotea
Me encantan los grafitis si aportan belleza e inteligencia.
ResponderEliminarUna buena salida para plantear un relato, con un título insólito.
ResponderEliminar¡Vaya, vaya, qué idea tan estupenda! Yo me esperaba algo como El viaje alrededor de 80 cabezas... Y tú le has dado un giro tan diferente a ese título bastante raro. Me gusta mucho y confieso ser admiradora de más de un artista mural. Un abrazo
ResponderEliminarUn relato que se va repitiendo en todos los muros de todas las ciudades. Una manera de explicarlo muy brillante.. Me ha encantado,
ResponderEliminarExisiten grafittis que són verdaderas obras de arte.
Deberian de pagarlos. Saludos amiga San.
Me ha gustado mucho, porque me gusta el mundo del arte del graffiti. Me ha gustado imaginarlo, sentir que era yo la que le veía pintar.
ResponderEliminarMuchos besos
El piojo viajero va dejando una estela de su arte en otras tantas paredes alrededor de ciudades y pueblos, arte urbano.
ResponderEliminarMuy bonita entrada.
Decoracion urbana viva.
ResponderEliminarUn beso.
Tenías un reto dificil San, pero ¡que bien lo has resuelto! Un relato agil y ameno de leer, y con un final que incluso sorprende. El piojo es un artista.
ResponderEliminarUn abrazo
El arte callejero es una de las maravillas de la vida urbana.
ResponderEliminarHas escrito un relato precioso con un trasfondo increíble... lo de piojo es por el carácter bohemio de los artistas?.. Es broma!!
ResponderEliminarBesos!!!
Precioso, San.
ResponderEliminarNunca creí que un piojo me inspiraría ternura.
Escenas urbanas que se dan frecuentemente y que hacen las ciudades más vistosas gracias a estos artistas callejeros.
ResponderEliminarLo excitante de lo prohibido. Realizar la obra y salir corriendo.
ResponderEliminarUn abrazo
A LOS BUENOS DÍAS, San. Uffff, pues no me has recordado ni nada mis tiempos de facultad: a ver, se puso de moda eso de hacerle caricaturas al Sr, Decano Y SALIR ESCOPETADOS para que no te identificaran y SE TUVIERAN LAS NOTAS EN PAZ, jajajajajaja...
ResponderEliminarUn besazo!!!
Buen seudónimo ese, el piojo viajero. Me gustaría ver el grafitti que pintó. Besos
ResponderEliminarBuen seudónimo ese, "el piojo viajero". Me gustaría ver el grafitti que pintó. Besos
ResponderEliminarDelicioso y sutil relato. Observo desde la ventana de mi imaginación y lo vo huir con la felicidad del objetivo cumplido y la burla conseguida.
ResponderEliminarMuy mundano ese piojo grafitero.
Besos
Còmo me ha gustado tu relato San! Esa contemplación del artista callejero en plena obra, tan bien narrado, que uno pasa a ser un espectador más. Pones en letras el espíritu creativo, libre y viajero del grafitero. A mi criterio, son grandes artistas capaces de dotar de una vida especial a la ciudad. Buenísimo el enfoque que le has dado al sugerente título.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Me encanta como has contado esta historia, genial.
ResponderEliminarBesos muchos, querida amiga.
La verdad es que estaba esperando que saltara el piojo pero no sabía po dónde lo podías llevar...y al final era un actor secundario...porque el verdadero protagonista es el grafiti.
ResponderEliminarBesos
Buenos días, San:
ResponderEliminarMe parece muy difícil escribir un relato descriptivo en el que lograr atrapar la atención del lector sin recurrir a trucos o artificios.
Tu relato tiene una narración descriptiva y sosegada, que hace que nos acerquemos a tus palabras para sentir las escenas que cuentas. Tu relato tiene el encanto único de lo sencillo.
un abrazo, San.
Con el título que te tocó en suerte, era muy dificil contar un cuento, pero tu nos has dado una leccion maestra. Hay que estar atentos por si el "Piojo viajero" garabatea nuestras paredes.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gustó imaginarme a ese personaje!
ResponderEliminar=)
LLoremos cada pérdida....aunque sea inmensa.
ResponderEliminarCelebremos cada logro...aunque sea pequeño!!!!!!!!!!!!
Buen día Mujeres del Mundo!!!!!!!!!
Abu
Estuvieron muy bien tanto el Piojo Viajero como vos que lo supiste llevar de la mano por un lindo relato con algo de contenido nostálgico San. ¡Muy lindo!
ResponderEliminarMenos mal que pudo terminar su obra y con firma y todo. Cuál será su próximo destino?
ResponderEliminarEntretenido relato y con gran final.
Un abrazo y feliz semana
Estaba esperando ansiosa el desenlace a ver dónde metías al piojo pues me parecía imposible introducirlo en ese relato....pero me has sorprendido con tu ingenio. Enhorabuena, nunca me hubiera ido por ese lado!
ResponderEliminarUn beso
Pienso que es un magnífico nombre para un grafitero. Es arte y en ocasiones arte con mayúsculas el que practican. Algunas obras de ilustres grafiteros como Banksy han conquistado las salas de los grandes museos del mundo.
ResponderEliminarAunque para arte el tuyo lidiando con el toro que Dorotea te ha adjudicado.
Un fuerte abrazo.
Qué buen relato amiga!!!
ResponderEliminar...pero por qué no me sorprende?
jajaj, es que sos lo más!!!
Besossssssssssssss
Pero que bien has conseguido salvar el titulo, jajaja, ¡que original!, hay verdaderos artistas del grafiti, aquí en Sevilla en la estación de autobuses se contrató a unos grafiteros para que la decorasen, asi se aseguraron que el trabajo fuese bueno y no un desmadre de cosas sin sentido, aunque el grafiti de verdad es un poco de eso no?, adiós piojo viajero, nos encontraremos en otro muro, jejeje, miles de besosssssssssssssss
ResponderEliminarComo decía un grafitero amigo mío "yo soy una puta plaga, el que busque mensajes que lea la biblia". Me ha gustado mucho.
ResponderEliminar