Suspendida, dejándome llevar,
Atrapada, arrastrada, abandonada,
Desecho de lo que fui
Mira en lo que me has convertido.
Una barca a la deriva,
Sin velas que el viento empuje
Sin ancla para dejar de vagar.
Que el mar hambriento me arrope
Que su seno me cobije.
Quiero ser sirena que en su vientre habite,
Caracola asida a sus rocas
Música de olas bravas
Gritar que no me venciste,
Que fui yo quien te vencí.
(Y da la nada nació una sirena).
El majestuoso por su poder es capaz de todo, hasta de convertirnos en Sirena.
ResponderEliminarGrita si es necesario, mejor todo que salga que nada se guarde.
Un abrazo San!
Hoy vengo a reiterarte mi agradecimiento y mi cariño,
ResponderEliminarluego de varios días sin poder comentar, Blogger no me lo permite.
Con el deseo que tengas una bella semana y que el comentario salga...
Te envío un fuerte abrazo cargado de cariño.
~Charo Bustos~
la fuerza siempre nace de dentro.
ResponderEliminarPues yo prefiero flotar que estar debajo del agua... me da mucho respeto el medio acuoso, amiguita!
ResponderEliminarBeso y cafelito.
Eso!...me encantó la manera de enlazar ambas imágenes en actitudes frente a la vida: hundirse o aprender a ser sirena, dos metáforas que maravillosamente logras armar con breves palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
San, de la nada no...nació de tus bellas, íntimas, palabras esa sirena, esa ondina.
ResponderEliminarEl líquido nos mece, vencemos volando en su sino.
Estaré algo retirada, pero os leo cuando pueda.
Besitooo cariñoso, algo mojado de salitre.
Dos extremos, dos formas de entender la vida.
ResponderEliminarPreciosa la primera foto.
Un beso
trasnfortmar-se es cambiar de apariencia
ResponderEliminarese ser otro en uno mismo e un logro que sólo con la sabiduría de los años se consigue
a la espera..
Precioso el poema San. Me gustó muchísimo. Y la primera imagen es tan sugerente... Dejarse llevar por el mar... ¡ay!
ResponderEliminarVencedores y vencidos.
ResponderEliminarYo, sirena, estoy en ello :)
Maravillosa entrada, San.
Besos
Hola mujer pisciana que hablas de aguas procelosas. Hago un alto y vengo a dejar un beso de sal marina.
ResponderEliminarNada como un barco que se vuelve sirena.
Vengo de anónimo porque don Blogger no me reconoce. :(
Hola SAN
ResponderEliminarHermoso final, propio de una triunfadora.
Besos
San, tu texto me ha hecho sentir cuan portentosos y poderosos son los ciclos de la vida, caídas en las profundidades del océano, mutamos allí y continuamos la navegación. Nada hay ni nadie que pueda vencer la fuerza vital que nos habita.
ResponderEliminarMis besos!
De la nada al fondo y de allí resurgiendo y siendo todo...
ResponderEliminarPrecioso, San
Besos
Como sabes quien gana y quien pierde??... es dificil.
ResponderEliminarUna delicia... De la Nada, emerge el Todo; como el Fénix de entre las cenizas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, San
A Quien Pueda Interesar…
ResponderEliminarTaller Literario Personal.
Pronto !
Mucho sentimiento en tu bella poesía, me ha encantado como has manejado las metáforas marinas.
ResponderEliminarBesos.
Precioso San, un poema lleno de mensajes, siempre hay que luchar para poder salir a flote.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carol.
"Porque todo el mar no cabe en una caracola,
ResponderEliminartanta mujer se derrama en estos versos,
sirena de cualquier viento..."
A modo de ocmentario, te dejo estos versos que escribi hace unos dias y creo que se complementan, ¿no?
Un besazo
Me colgué en las palabras y las imágenes, sobre todo en el final, yo también quiero ser sirena esta mañana...
ResponderEliminarUn abrazo ((:))
Cuando la fuerza interior nos sostiene, nos transformamos de la nada a todo...
ResponderEliminarBellísimas palabras, amiga San