Ana tiene un don o una maldición según para quien. Posa sus ojos en ojos ajenos y descubre lo que tras ellos se oculta. Frente a ella hoy se encuentra Juan, hombre desgarbado, parco en palabras, sin atractivo aparente. Ella le mira y ve.
- Me gusta, sencillamente me gusta, piensa mientra le observa. Tiene ese algo que me acelera, que me desarma, encaja, es perfecto. Escribe en su cuaderno, esta vez sí, no acepto prejuicios.
Le tiende su mano, Juan la recoge entera, completa.
-Nos vemos la semana que viene, le dice Ana.
El sale de esa imponente habitación, gira su cabeza, y lee las negras letras escritas sobre la puerta. Ana M. Directora de Recursos Humanos y una sonrisa se dibuja en su rostro.
Mas oportunidades en casa de Gustavo
126 palabras para describir perfectamente los dos lados de la mesa en una entrevista de trabajo. Buena elección de la situación, actualmente esa petición de oportunidad esta mas en boga que nunca, por desgracia.
ResponderEliminarUn beso, San
las primeras impresiones son fundamentales, creamos "imagenes" que perduraran en el tiempo, luego "échate a dormir"
ResponderEliminarSerá tan fácil para Ana, descubrir en la vida quien si y quien no como en su trabajo?
ResponderEliminarMuy bueno, San, breve, conciso, efectivo, interesante. Todo un logro.
Un fuerte abrazo, amiga.
Tu relato me ha hecho recordar eso de..."Apartar el corazón de los asuntos"
ResponderEliminarOjalá nos crucemos cada dia con gente que no solo nos MIRE, si no que nos VEA.
Un beso
Conozco esa sensación, yo siempre le llamé intuición, porque no atendía a parámetros, ni evaluaciones. Te puedo asegurar que es cuando mejor me he sentido...
ResponderEliminarBesos
Me encanta esa sensación que me ha dejado de mano tendida, de confianza, de cercanía... a cambio de ilusiones, de voluntad de entrega...
ResponderEliminarBuen tándem, ganarán los dos.
Excelente. Besitos
Se dan, algunas veces sí se dan esas conexiones especiales, sólo hay que estar dispuestos a sentirlas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soy Neo!
Hola SAN, me encanta ese estilo tuyo para escribir dejando siempre un final sorpresivo. Pensé que era una historia romántica, para descubrir al final que era una intuitiva entrevista de trabajo. jajaja
ResponderEliminarUn abrazo
Directora de Recursos humanos con rayos X en los ojos, uyyyy !qué peligro!
ResponderEliminarSan, un besito y gracias por ofrecerme en pocas palabras un juego.
Ojalá eso existiera en realidad mi querida Sam. Yo que me precio por mi profesion de acercarme a esto que cuentas, no veas la de veces que me he equivocado...
ResponderEliminarUn besazo preciosa
Soy Maria Jose Moreno, voy como anonimo porque blogger no me identifica en tu blog :(
...Y Juan no escondía nada, todo estaba en sus ojos. A pesar de esa parquedad y de su aspecto cautivó a Ana.
ResponderEliminarSólo tengo curiosidad por saber: ¿de qué era ese puesto de trabajo?
Muy bueno San
Los Humanos, la verdad, tenemos muchos Recursos...
ResponderEliminarBuen escrito, me ha gustado mucho!
Un placer pasarme por tu casa :))
Besos entre sonrisas
Esa intuicion sobre las personas estoy convencido que se desarrolla, que las apariencias no engañan cuando se ha conocido y tratado con mucha gente.
ResponderEliminarBueno tu relato con el sorprendente giro final. Abrazo, amiga.
¿Al final se casan o trabajan juntos? Bueno, con el tiempo llegará lo uno, lo otro o ambas cosas!
ResponderEliminarOriginal y sin prejuicios, señal que antes los tuvo con otros... no?
Un besito, San!!!
¿Acertará en su papel profesional de buscar el mejor emplazamiento entre personas?
ResponderEliminarDar un salto hasta lo sentimental desde un despacho no me ha parecido nunca muy
sencillo
Muchas veces el lugar condiciona nuestras actitudes de manera irreprimible.
Tésalo
La parte de Recursos Humanos de las empresas debería ser manejada siempre por mujeres. La mujer es mucho mas intuitiva que el hombre (en general claro) y puede ver un poco mas alla de la buena o la mala apariencia.
ResponderEliminarResumiste muy bien la idea en pocas palabras
Un abrazo
P.D: Si sale como Anónimo, soy Any
jeje. sin dudas un relato para el análisis... muy bueno sin dudas... ver eso y alegrarse, yo tambien lo hubiera hecho! besos!
ResponderEliminarRica en matices a pesar de su necesaria brevedad tu historia reflejando la intuición para percibir más allá de la mera apariencia física.
ResponderEliminarUn abrazo.
lo de escribir microrrelatos considero que es un arte. creo que ese arte va por donde van los refranes, es decir, sentenciosos. creo que ese arte va por donde van los misterios breves resueltos al final d manera majetuosa...bien, has ido tú, a mi modo de ver, por este segundo camino. y has cumplido más que de sobra con eso de la sorpresa, con eso de la resolución, con un cierto misterio que se asoma en el final y que se resuelve en el final...toma ya, me acaba de salir una crítica redonda.
ResponderEliminarmedio beso.
pasaba a saludarte, San, me llama la atención la cantidad de piscis que nos dedicamos a expresar nuestros sentimientos en papel, ja ja.
ResponderEliminarun abrazo
ultimamente tenia problemas para dejar comentarios no me dejaba.
bueno ahora si, creo
Como a Gustavo me encantan los pequeños relatos que pintan escenas. Especialmente de tu talentosa mano.
ResponderEliminarMe pareció una situación algo fría, de dos que se encuentran y eligen en un ambiente algo burocrático.
Si hubiera sido en una plaza!!! o en la orilla del mar...
Pero eso despierta tu escrito, como los cuadros una ve lo que quiere ver. Me gustó mucho!!!
besos (((:))))
Ella le mira y ve. Es una frase genial. La de veces que miramos...y no vemos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, San.
Maat
Mi querida sorisa, mi San, había leído tu texto hace días, pero no dejé comentario. Hoy lo vuelvo a leer y me ha gustado más. a veces voy tan cansada que no me entero, no sé apreciar. Joer, niña! Qué final! Con lo romántica que soy ya me veía a la chica de la manita de Juan dando un paseo y vas tú y me cierras la historia con ese final. ¡Qué corte! Buena lección me has dado: No te fíes de las apariencias cuando lee, Mar. Jo, ¡es que siempre me olvido!
ResponderEliminarMe gustó, sí, me gustó.
Besos, linda.
Cuando el pensamiento vuela más alto que las palabras y, cuando ese pensamiento llega sin palabras al otro. Me ha gustado de este breve relato el quiebre que se produce: cuando una está imaginando que será el estallido de una química amorosa... aparece la realidad, un hombre buscando trabajo y la funcionaria que lo atiende. ¿Si el relato hubiese sido más largo que hubiese sucedido?
ResponderEliminarMi abrazo para ti San!
Hermoso encontrar que para una persona la vida recobra brillantez por un puesto de trabajo.
ResponderEliminarme encanto hacia donde llevastes el relato.
Perdon por la tardanza pero ando agobiada con el trabajo.
Primavera
Me ha sorprendido el final, y me gusta todo aquello que me sorprende para bien.
ResponderEliminarGracias por escribir como lo haces.
Un saludo
Si.
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