ESTE JUEVES UN RELATO: ay, qué desgraciado que soy: tengo obras en casa..."

Lely hacía meses que comentaba con Iván los deseos que tenía de realizar unas reformas, pequeñas le decía, por no asustarlo.

- Nada que te produzca un gasto excesivo, ni un estrés desmesurado, nada que altere la armonía familiar. Todo lo dejaré en manos de un buen profesional, verás cómo te alegras. Siempre  para mejorar mi amor, ya sabes cómo te quiero. Anda di que sí, di que sí.

Y arrugaba sus jugosos y apetitosos labios en una mueca de sobra conocida por Iván. Una mueca que lo desarmaba por completo, dejándolo sin defensa ante semejante dulce ataque.

-Está bien, dijo Iván. Aprovecha el tiempo que estaré de viaje y procura que solo dure ese mes.

Lely se abalanzó a sus brazos, llenándole de sonoros besos.

En la noche repasaba las reformas que durante años había soñado. Levantar un poquito aquí, rellenar, cubrir de color, dejar todos los rincones limpios y  suaves como el mismo terciopelo. Al fin, lo tendría todo y en solo un mes.

Iván ilusionado y excitado introdujo las llaves en la cerradura de la puerta de ese nuevo hogar que esperaba encontrar. Sentía mucha curiosidad, Lely no quiso contarle nada cuando hablaba con él.

-Espera ya lo verás. Te sorprenderé.

Al encender la luz del hall no halló cambio alguno, el mismo suelo, las mismas puertas, el mismo papel, todo estaba como lo dejó.

-Lely , Ley, la llamó. No obtuvo respuesta. Habrá salido, pensó . Aunque es raro, se dijo, siempre está el día que regreso.

Se dirigió hacia el dormitorio, encendió la luz y ¡Sorpresa! Casi se cae muerto.

-¡Señora por dios disculpe! Dijo girándose para no mirarla de frente.  El corazón le latía a mil por hora, no lograba  borrar la imagen de esa mujer parada en el centro de su habitación, vestida únicamente con un minúsculo conjunto  de encaje verde esmeralda.

Fue entonces cuando escucho su risa y su voz. Esa familiaridad  le arrancó del estado de shock en el que se hallaba. Se giró y atónito la contempló.

-Pero tonto, !soy yo! Esta es la sorpresa, estas son las reformas, le dijo mientras sus manos delineaban su silueta. Di algo, habla.

No encontraba palabras que decir, se habían escapado como lo había hecho Lely. Quien ahora se le acercaba contoneándose como un pavo real era una desconocida, era una muñeca  siliconada.

La factura abandonada sobre la mesita de noche detallaba:

Levantamiento de cejas………3.000 €

Pómulos redonditos…………….2.000 €

Colocar una respingona nariz….8.000 €

Quitar papada……………………..2.500 €

Aumentar “generosamente” los senos……..12.000 €

Dejar cinturita de avispa………………8.000 €

Reducir abdomen………………….6.000 €

Elevar glúteos………………………9.000 €

Peeling corporal y facial con hidratación plus………..1.500 €
TOTAL: Una mujer nueva.

Iván cayó fulminado en un frío suelo de mármol y no en el cálido parquet que había imaginado.

Perdonen ustedes esta versión de "obras y reformas" pero las otras, las reales las tengo tan presentes que aún me sale sarpullido cuando pienso en ellas. Aunque la verdad todo quedo muuuuuuuuy bonito.

Todas las reformas en casa del maestro de obras Gus.