Siempre me
tuve por un hombre seguro. Desde pequeño sabía qué pasos dar hasta conseguir la
meta establecida. Ese punto exacto que uno se fija y que cuando lo tocan tus
manos, sientes que el esfuerzo invertido bien mereció la pena. Un luchador
incansable, así era y así viví durante muchos años, sabiéndome en el camino
justo, hasta que te encontré.
Aquella
mañana, al regreso de mis vacaciones, te vi sentada en la mesa del fondo,
junto al despacho del director. –Es su nueva secretaria, me dijeron. Tú, rodeada
de algunos hombres, hablabas bulliciosamente. No advertiste mi presencia,
estabas tan ocupada en contar cada detalle, de ese curso de macramé que habías
comenzado… todas las miradas estaban fijas en ti. Embobados, reían inocentes
tus palabras y como moscas iban cayendo uno a uno, en la miel que de tu boca
manaba.
Desde aquel
día, me poseyó la vocación de amarte y oposité sin descanso, quise ser el
primero entre mis rivales, llegar a ti y hacerte mía. Tú, juez implacable,
segaste de raíz uno a uno nuestros empeños. Derrotado me alejé.
El número
uno lo conquistó la soledad más absoluta ¿hoy me lloras? Y es que querida mía,
no hay candidato perfecto, porque en este mundo, la perfección no existe.
La urnas para votar al candidato o candidata en casa de Gus
No hay candidato perfecto, que verdad es esa... aunque el amor traspasa las imperfecciones, para eso hay que saber ver y no padecer ceguera...
ResponderEliminarSe lo perdió!! con lo bonito que es que te quieran de verdad.
Besos
Es difícil ser el candidato perfecto.
ResponderEliminarUn beso.
Se sentencio, claro, que bien podría haber tomado otro destino, mirar mas allá, de ese circulo que solo se escuchaba ella con su miel de boca. La verdad me da pena, porque no hay peor compañera que la soledad cuando viene sola sin ser llamada.
ResponderEliminarUn abrazo San :)
Un candidato derrotado y logicamente se plantea que habría ocurrido si hubiera resultado elegido. La victoria puede aburrir y la derrota invitar a hacer conjeturas, pero seguramente la decisión tuvo fundamento y fue acertada. Aunque quienes no obtuvieron el premio lo discutan.
ResponderEliminarMe callo, ya me puse filosófico.
Besos, querida amiga.
Desde luego que no existe el candidato perfecto, y te puede pasaue pudor esto, que eliges la soledad.El hizo lo que pudo.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, pero suele pasar. Ella lo deslumbró, pero él narrador no logró llamar su atención. Repito que podía pasar, no es una cuestión de merito.
ResponderEliminarHay que partir de la bese que no hay nadie perfecto y candidatos mucho menos porque tienes que encajar con la personaque te va a elegir.
ResponderEliminar...bueno, pero algunos son más perfectos que otros!!!
ResponderEliminarHay mieles que aflojan al más seguro de todos.
Muchos besos te dejo, luego de disfrutar de mi ración de miel por ahi...
besos
No hay candidato perfecto...es cierto, pero hay algunos que merecen igual subir al podio...y otros, por supuesto, que ni ameritan para iniciarla carrera!
ResponderEliminarUn abrazo.
=)
Ya hay que ser candidato para aguantar una conversación sobre macramé...Un detallazo.
ResponderEliminarEsas batallitas de gallitos y la bella gallinita terminan compuestos y decandidatados todos incluida ella. Nadie es perfecto, dijo Nadie, besitos.
ResponderEliminarLa pregunta sería: y el protagonista de la historia ¿También vive en soledad?.
ResponderEliminarDe no ser así, la candidatura termino por ganar.
Un abrazo.
no hay candidato perfecto y la carroza de princesa a la vuelta de la esquina se transforma en zapallo.
ResponderEliminary la soledad..., siempre es candidata agazapada.
que le has dado una vuelta originalísima a la consigna, eh?
y que me ha encantado leer, como siempre.
un beso
Es que ganar el corazón no se puede planificar...... Me encantó tu relato SAN
ResponderEliminarNo existe el candidato perfecto, en la imperfección es donde se encuentra la belleza y a veces, el amor. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso.
En cuestiones de amor algunas veces no nos damos cuenta hasta mucho tiempo después, que la derrota impuesta por el otro, en realidad es una victoria que nos regala la oportunidad de encontrar mejores candidat@s a querernos.
ResponderEliminarPasar la vida al lado de alguien que solo se ve y se escucha a si mism@, no creo que haga feliz a nadie.
Besos querida San.
Feliz, feliz verano, San!!!
ResponderEliminarUn beso
Cuando nadie nos parece perfecto, el aislamiento y la soledad acaban por ser nuestra única compañía. Tal vez no fue tan malo el no haber conquistado el corazón de una mujer tan elitista.
ResponderEliminarUN fuerte abrazo.
yo creo que sí existe el candidato perfecto, lamentablemente toda perfección tiene su lado oscuro, ni los dioses se escapan a eso, ni los de antes ni tampoco el de ahora, todos tienen su lado perfecto como la luna, pero también su lado oculto y siniestro, nada se escapa a eso, pero no por ello lo podríamos tildar de imperfecto, no no no, porque si dios que se auto proclama el ser más perfecto del universo comete errores, porque podríamos tildar de imperfecto a un ser humano??? creo que se podría señalar como la perfección dependiendo de quien lo observe, si para tus ojos es perfecto, entonces el resto no podría negarlo, como los católicos que ven a su dios como perfecto y yo sólo veo imperfección, no podría exigirle a los demás que vean lo mismo que yo, porque sería injusto, cada loco con su tema decía mi abuela, y todo depende del cristal con que se miren las cosas decía mi madre, como por ejemplo yo, amo la soledad, pero lamentablemente la soledad genera algunos problemas e inconvenientes, sólo hay que saber vivir con lo que se tiene.... excelente entrada, besos!!!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Como Luis, el anterior que te ha comentado, yo también creo que existe un candidato perfecto. Voy más allá: creo en la perfección. Pero la perfección es subjetiva. Respecto a la soledad... pienso que para algunas personas es una simple cuestión de elección.
ResponderEliminarReconozco que estoy bastante de acuerdo con el anterior comentario, pero es lo que pienso.
Un besito.
Pero, cómo se puede enamorar uno de una presumida de hacer un curso de macramé, por favor, sí se le veía venir.
ResponderEliminarPrefiero la perfección de la imperfección, es más terrena, más real y ecuánime.
Por ejemplo tu relato es perfectamente imperfecto, no esperaba otra cosa, para mí ya es suficiente.
Besos
Como en Lo que el viento se llevó. Sí que existe el prefecto, me lo quedé yo. Y también a los candidatitos... jejejee!
ResponderEliminarUn besito y cafelito, compi!
Buen relato, la perfección humana querida amiga no existe, pero si podemos mejorar en algunos aspectos de la vida, osea, ese candidato pude ser casi perfecto pero no total,,,, en mi caso no creo en la perfección completa, abrazos.
ResponderEliminarhoy estamos de primaria acá
ResponderEliminarsin duda el sistema ya no da para más
lo que ayer tenía sentido hoy ya es obsoleto
lo perfecto muta como las ideas
buen texto SAN
abrazos
La perfeccion, como la rosa, tambien tiene espinas. No perdió mucho.
ResponderEliminarUn beso
¡Cuantas personas se quedan esperando el candidato perfecto! Saludos
ResponderEliminarSer tan exacta, remilgada y escrupulosa tiene sus inconvenientes: la soledad...
ResponderEliminarUn abrazo :))
Yo creo que la Perfección sí existe y tiene tantas caras como individuos existen...
ResponderEliminarComo todo en la vida si le dedicas su tiempo es más fácil percibir y sentir su belleza.
¿No es un hombre de objetivos cumplidos? Entonces también supo fracasar... Bueno que se acuerde de ella, ella seguro que lo ha olvidado ya... siempre es así, ¿no?
Muy bueno de nuevo, un placer tu casa y no "casualmente"
Besos sin opositar
Saber llevar el fracaso no es fácil, solo se puede saber si se vive...
ResponderEliminarLa perfección en los humanos no existe...
Besos