De nuevo llegué tarde y con la nariz roja
como un pimiento, pero no me importaba.
–Llegas tarde, me dijo mi madre muy
enfadada. Mira que cara traes. Ya has pegado la nariz al escaparate, sabes que
no puedes detenerte allí. Don Anselmo volverá a llamarnos la atención por
mancharle la luna.
– Mami, contesté poniendo voz de
tragicomedia. Es que no puedo resistirme, cuando paso y la veo… Esta canción se
repitió durante años. El deseo de observarla era superior a todo cuanto me rodeaba.
La veía allí, de pié, tras la caja, tan seria y digna, metida en su papel, abstraída
del mundo, ese jeroglífico de colores, que ni le rozaba a su paso. Sus manos
tomaban el producto y lo deslizaban por la cinta. Un movimiento contundente,
pero fluído donde convergía su gracia y el “flis”, del código de barras.
Sí, he de reconocerlo, yo quería ser como la
Macu cuando por fin fuera mayor. Quería ser la cajera del supermercado de mi
barrio. Y lo que son las cosas, en lugar de trabajar de cajera, hoy duermo en
un cajero.
Más deseos de quiero ser , en el THE DAILY PLANET'S
Algo parecido ha conseguido.
ResponderEliminarTan fácil hoy.
Ayyy San que por poco no lo consigue. Menuda fascinación por la cajera Macu, al parecer desconocía el dolor de espaldas del oficio. Ahora, qué pena, se quedó a las puertas de un cajero, triste.
ResponderEliminarTe inventas cada una que me dejas con la boca abierta, aplauso y besito.
Un deseo muy original SAN que tal vez de algún modo se ha cumplido......
ResponderEliminarno entendí el final, es que cajero no suena de la misma manera en todos lados ni tienen el mismo significado, pero creo que quizás con un poco de esfuerzo e imaginación podría sacar la idea, me ha gustado la historia, es que de un momento a otro nos giras la puerta y ya estamos metido en tu mundo, como si fuéramos secuestrados del nuestro, para estar ya instalados en tu imaginación, viviendo la vida que nos cuelgas en tu blog, sintiendo lo que sientes, oyendo lo que oyes, es simplemente fascinante, me encantan tus escritos siempre tan intensos, tan hermosos..... besos!!!!
ResponderEliminarLuis gracias por acercarte siempre hasta aquí y dejar tus comentarios, siempre tambien cariñosos. Verás cajero o cajera, si que suena y tiene el mismo significado en todas partes. Lo que ocurre es que en el texto la connotación es otra, Por estas fechas, a mi ciudad llegan muchos inmigrantes con el sueño de poder trabajar en la recogida de aceituna. Llegan sin nada, sin ni siquiera un techo donde dormir. Cierto que se habilita un alberque, pero por desgracia, no todos pueden acceder a él, y es cuando los cajeros automáticos de las entidades bancarias, se convierten en dormitorios improvisados. De ahí la idea que he querido transmitir. Sueños rotos, querer y desear algo y no alcanzarlo.
EliminarUn abrazo.
oh my god!!!!! eso es algo que no ve en mi país, ya que somos nosotros los que viajamos a otros países emigrando del nuestro para buscar un futuro diferente, en mi país no existen emigrantes que lleguen a nuestra tierra, nuestros cajeros no sirven de habitación para los más necesitados, eso es algo muy fuerte, algunos indigentes, la mayoría niños, duermen en los parques, entre cartones y mantas viejas.... ahora sí entendí tu escrito al cien por ciento.... gracias por la aclaración, besos!!!!
Eliminar¿De verdad puede haber alguien que sueñe con ser cajera de supermercado?. Como solución a una situación de paro, por supuesto, pero me resulta extraño desde un punto de vista vocacional. Juegas con nosotros como quieres, San, con tanta imaginación como con las palabras. Un gusto siempre leerte.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Que tristeza` pensar que los sueños de esa niña, como los de muchos otros por desgracia, se convirtieron en una pesadilla. Malos vientos corren por el momento....
ResponderEliminarBesos querida amiga.
-Es que a veces los sueños de niño tienen más de necesidad que de fantasía...
ResponderEliminarUn abrazo
=)
Relato corto y muy bien construido. Como muy bien ha sabido captar Pepe, es difícil creer que de niña se sueñe con ser cajera de supermercado. Aunque en la ficción todo es posible, sobre todo cuando se pretende lanzar un mensaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aspiraciones y sueños -tal vez no demasiado inalcanzables- que finalmente, terminan siendo parte de lo tristemente improbable. La vida tiene a veces esas ironías. Has narrado una realidad, allí y aquí también.
ResponderEliminarMuy bien contado, como siempre San.
Besos!
Gaby*
Hasta los deseos son diferentes en los países pobres. Buen relato, sobre todo con la detallada explicación que le has dado a Luis.
ResponderEliminarun abrazo :)
Ay. Qué pena, pero que desenlace más inesperado. Lo de las cajeras, manejando con tanta seguridad tantos objetos apetecibles, ahora que lo pienso al leerte, si que tiene su magia. Aunque al final ellas pobres no los tengan, parecen tan seguras, tan dueñas de esos productos maravillosos ...
ResponderEliminarBesos, amiga.
No se si habrá alguien que sueñe o quiera ser cajera de supermercado, la verdad me parece algo extraño para un niño ja... pero bueno los sueños de los niños a veces nos suelen parecer bastante increíbles. abrazos
ResponderEliminarNo era un sueño inalcanzable y aun así, no se concretó.
ResponderEliminarBien escrito.
Que final más triste para tan tierno relato, me dejó un regusto agridulce. Pero que bien narrado está. Un besote.
ResponderEliminarEstimada San:
ResponderEliminarTe dejo mi más cálido deseo de :
....que tu luz siempre esté encendida !!
y
...de que disfrutes una hermosa NOCHEBUENA y una tranquila NAVIDAD!!! junto a tus seres queridos.
.
Y como regalo comparto contigo lo que me envio Katy,
deseandote obtengas..........
UNA PUERTA ................. PARA ABRIRTE AL AMOR.
UNOS LENTES................ PARA QUE TENGAS UNA MEJOR VISIÓN DE LA VIDA.
UNA ESCOBA ................ PARA QUE LIMPIES LO MALO.
UN OSITO....................... PARA QUE NUNCA ESTÉS SOLO.
UN ESPEJO .....................PARA QUE VEAS LO LINDO QUE EXISTE EN TI.
UNA COBIJA ...................PARA CUANDO SIENTAS EL FRÍO DE LA SOLEDAD.
UNA CAJITA.................... PARA QUE GUARDES TODO LO BUENO...
Pues vaya final pobre, esta vez el sueño se convirtió en una pesadilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Sueños de niñas.....preciosos!!!
ResponderEliminarSer cajera como cualquier otro trabajo puede ser la ilusión de una nña o un niño.
Dormir al final en un cajero son circunstancias de la vida.EL relato es muy bueno y bien contado.
Besucos y sueños
gó
Si hubieses querido ser pintora ahora dormirías en un cuadro...
ResponderEliminarPrecioso por cierto
Me ha gustado mucho, como siempre tus relatos
Besos San
Me dio lástima tu personaje, pero lamentablemente son cosas que suceden.
ResponderEliminarIngrato juego de la vida, su sueño de ser cajera contrastando con su realidad, la de que un cajero sea su refugio.
Un beso!
La infancia la tuvo tranquila, ahora a lo mejor es libre y prefiere dormir ahi.
ResponderEliminarUn beso.
La vida se ríe de nosotros dando esas bofetadas.
ResponderEliminarUd. siempre tiene unos finales geniales. Final de tango: chan, chan!!!
ResponderEliminarMis respetos señora!
besos
Pobrecilla!!! Tampoco era un sueño tan inalcanzable y sin embargo no lo consiguió...qué triste!
ResponderEliminarUn beso
Hola SAN
ResponderEliminarComo siempre digo, tus relatos son breves, (por lo tanto fáciles de leer) pero muy bien contados y con mucha creatividad. Sin duda para esa niña, ser cajera era una ocupación importante, lástima que no logró cumplir sus sueños.
Un abrazo y feliz semana.
Demasiada gente se encuentra en la situación de tu protagonista, empujado a una realidad que jamás deseo. Muy bien llevado tu relato. Besote
ResponderEliminarImaginación al poder. Me encanta.
ResponderEliminarAgridulce texto, la síntesis de un sueño infantil con un sueño roto de adulto.
Un beso
PS: me parece que le he dado varias veces. Si es así, disculpa (se había colgado la página)
No hubo ambición antes ni resignación después.
ResponderEliminarSaludos San