miércoles, 18 de marzo de 2015

ESTE JUEVES UN RELATO...A través de la ventana



Hoy baja las escaleras sin encender la luz, ¿para qué? de sobra sabe encontrar su huella en cada escalón, después de tanto tiempo habitando este lugar. Dieciséis peldaños contó la primera vez que descendió a ese sótano frío y húmedo, los mismos que ella acababa de cumplir.
Miró fijamente el ventanuco, único ojo por el que acceder al mundo exterior. Es primavera, se dijo, y lo supo porque los pies con las botas de agua, que se paraban cada tarde a la misma hora frente al hueco con barrotes, se habían calzado unas manoletinas rosadas. No conocía a los dueños de los zapatos, que temporada a temporada, le avisaban del cambio de estación. Solo podía imaginarlos, por el calzado que usaban.
Cuando la tarde caía, unos viejos botines con las suelas gastadas y con algún que otro agujero, se detenían frente a ella, unas veces solo unos minutos otras horas, luego corría hacia la acera de enfrente donde estaban los contenedores de basura y no volvía a verlos hasta la siguiente noche, que regresaban para romperle de nuevo el corazón. Aunque últimamente no los había vuelto a ver.
Lo que más la alegraba, eran los zapatos negros con hebilla plateada de los colegiales, chapoteando en los charcos los días de lluvia, o los castellanos burdeos del señor que esperaba la llegada de unos estiletes rojos con tacón de aguja; o las zapatillas deportivas con los cordones sin atar marcando estilo, y sus amigas las de loneta roja. Llena de ternura  observaba como unas muy cerca de las otras, se enredaban hasta que las lonetas rojas terminaban de puntillas. Se están besando estos chicos, se decía, mientras soñaba que era ella la que de puntillas, saboreaba las mieles de una vida, vista solo a través del pequeño hueco de las cuatro paredes, repletas de fotografía de mujeres vestidas con los últimos modelos de Prêt-à-porter.
Un ruido en las escaleras le hizo girar la cabeza, unos zapatos italianos marrones bajaban ágilmente.

Otras ventanas donde asomarse en casa de Gaby.

27 comentarios:

  1. ¡Qué curioso!, me ha llamado la atención ese punto de vista que has desarrollado.

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  2. Me encanta... es una idea fabulosa y curiosa. Además ese final que deja todo a la imaginación...

    Me pregunto mil cosas, sobre todo, ¿por qué? ¿Qué le sucederá? Me quedo con muchas ganas de saber y terminar esa historia :)

    Buenísimo. Muchos besos

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  3. Esas ventanas al ras del piso dan para mucho imaginar, me encantó tu cuento...

    Besos

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  4. Una ventana por la que viendo solo zapatos se ve la vida, nunca pensé que se viera tanto desde una ventana por la que no se ve nada. Saltos y brincos

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  5. Muy imagiativa, tu historia que en un principio parece una cosa inocente, y al final resulta que no lo és. a escenificación muy buena Me ha encantado, San. Un beso.

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  6. Hay mucho monstruo suelto, haciendo sufrir. Me recordo aquel romance del prisionero que estudiaba en segundo de bachiller. Cuánto dolor en prisión y qué poquito nos hace felices.

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  7. Un relato muy imaginativo San.. nos deja en suspenso el final, eso me gustó. A la chica mientras tanto no le quedaba otra cosa que los sueños y la fantasía..... ¡me gustó!

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  8. La imaginación puede ser muy creativa y imaginarse cosas que tal vez existan ¿o no? Sueña con ser alguna vez libre y no pierde la esperanza.
    Un abrazo

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  9. Que intriga, no sera tu protagonista prisionera? me encanto, sin duda alguna eres muy creativa con tus letras.
    Un beso

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  10. Angustioso encierro, duros barrotes por donde ve pasar la vida de los otros mientras la suya está a merced de la maldad.
    Un beso libreeeee

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  11. Muy esperanzador el relato, y muy bonito el cambio en el blog.
    Un beso.

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  12. Imaginarse a traves de una ventana, o leyendo un libro
    Las cosas que los sers podemos imaginar !!!!
    Cariños

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  13. La historia es intrigante, pues nos deja con las ganas de saber más, sin embargo nos cuenta muchas cosas de las que se pueden apreciar con tan escaso campo de visión. Es una historia triste, pero ¿es posible que esos zapatos italianos sean su esperanza?
    Un beso

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  14. usas las palabras como otros usan los pinceles. Puro color
    Me he detenido en un detalle: la persistente mirada de toda mujer en los zapatos de los hombres ( y de las mujeres),Manos y zapatos recogen vuestra observación para hacer un breve retrato sicológico de la persona en la que os detenéis
    Un beso San

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  15. Buenas tardes, San:
    Parece mentira lo alto que logras que vuele nuestra imaginación con tu descripción a pie de suelo. Me gusta el que no busques despertar nuestra pena hacia la ¿chica? encerrada y sí avivar nuestras fantasías hacia todo lo que describes esquisitamente.
    Un abrazo, San.

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  16. Cómo las circunstancias a veces nos obligan a tomar lo que tenemos a nuestro alcance para conocer el mundo... en este caso el mundo de afuera, ese que tiene vedado por el encierro y al que solo tiene acceso desde un ventanuco al ras del suelo. Una historia que dentro de su triste realidad, se va enriqueciendo por las descripciones tan detalladas que nos entregas. Muchas gracias San por tu aporte y presencia en este jueves. Todo un gusto contar con tu compañía!
    Besos al vuelo!
    Gaby*

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  17. Es un relato tan original! Ver la vida de los otros a través de esa ventana donde solamente se pueden ver los zapatos. La historia deja interrogantes, que hacen disparar la imaginación del lector. Por qué está allí, quién baja las escaleras.
    Es perfecto! Me encantó.
    Un beso enorme.

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  18. Me han venido a la cabeza historias despiadadas de secuestradores que mantienen cautivas a sus víctimas por décadas, logrando no ser descubiertos. El drama de tu protagonista parece alivianarse al menos viendo esos zapatos.
    Muy buena historia, San
    =)

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  19. ¿Sabes Chelo? Mi madre, en el pueblo cuando era joven, también vivía en una casa donde un ventanuco daba al borde de la calle y contaba cosas parecidas a las que tu dices en este estupendo relato. Ver pasar a la gente y reconocerla a través de sus zapatos o de la manera de caminar siempre tiene algo de misterioso y ensoñador.

    Un abrazo

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  20. Me has dejado con ganas de saber más. La idea de ver la vida a ras de suelo y a través de los zapatos es grande. Me has hecho imaginar cada instante.

    Un beso.

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  21. Hola Chelo, fascinante tu relato. Todos nos hemos asomado alguna vez a esa ventana para ver el mundo a ras del suelo

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  22. Impresionante el ambiente ambiguo que has creado entre la observación de los zapatos y las historias que cuentan y la historia marco de fondo que describe una prisión quizás voluntaria. Un gran abrazo.

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  23. La ventana de tu relato es distinta a todas las que me asomé de momento. Un ventanuco al ras del suelo, única información que tiene la joven de la vida exterior. Deja mucho que pensar y despierta la curiosidad por conocer su verdadera realidad.

    Un beso!

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  24. Muy interesante ese mundo de los zapatos que son la seña de identidad de unos asiduos desconocidos. Muy íntimo y contagioso ese momento de espiar, ver e imaginar. Me gustó.
    Besos

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  25. Las ventanas siempre nos abren un hueco al exterior... y nuestra imaginación nos ayuda a crear un mundo nuevo en nuestra mente. Tu relato crea dos sensaciones la intriga y otra que nos deja volar hacia un final abierto...
    Me ha gustado un montón
    Besos!!

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  26. Que idea tan original la de ver a las personas a través de sus zapatos! Me ha encantado y desde hoy voy a mirar de otro modo el calzado, porque yo no le presto nada de atención, si son cómodos ya me valen y si alguna vez me atrevo con unos tacones, las manoletinas van en el bolso porque si me duelen ya no puedo ir de un sitio para otro enredando con unos y con otros, jejeje, eso si, desde hoy le he hecho la cruz a los zapatos italianos, ¡he dicho!, jajaja, miles de besossssssssssssss

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  27. Magnífico relato...y una ventana muy curiosa. Qué buena manera de asomarse al mundo...me ha encantado y ese final, también mirado desde los pies que puede o no abrir otra ventana...
    Besos

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