La primera vez, entre la tibia y cálida luz de la noche que nace. Reflejos de sombras. Dos cuerpos se vislumbran bajo los destellos de una luna llena. El, ella. Siluetas escondidas de miradas curiosas. Arriba, abajo, ritmo serpenteante entre rojos destellos y de fondo ,el sonido sordo de un motor que no arranca.
Si es que el que no tiene casa tiene que apañarse con el coche. Aunque quien tiene semejante coche...
ResponderEliminarFeliz domingo.
Toda la experiencia en cuatro ruedas, que mejor propaganda!
ResponderEliminarJe.
Un abrazo y buena semana!
I've been there :)
ResponderEliminarMuchos besos, cariñito.
Qué sugerente. Todos podríamos contar alguna historia así, mmm.
ResponderEliminarTE CONVOCO AL HALLOBLOGWEEN 2001 ¡¡¡
¿QUIEN NO LO A HECHO EN UN COCHE? LA FAENA ES QUE LUEGO NO ARRANQUE, A MI YA ME HA PASADO.
ResponderEliminarUN SALUDO
MARIAN
creo que muchos tenemos esa historia que contar...
ResponderEliminarsaludos querida amiga
Hola SAN
ResponderEliminarHermosa poesía.
Te espera un premio, si te apetece llevarlo date una pasadita por mi blog.
Besos
en este ferrari no será difícil realizar... tal vez mejor que en una habitación de hotel??
ResponderEliminarjaja
es cierto, es un relato muy sugerente.
un abrazo
Humm, ya no se puede confiar en los autos modernos. :)
ResponderEliminarUn beso.
Carlos de Apenas penas.
y a mi que me parece tan familiar este relato...?
ResponderEliminarLa primera vez, lo más parecido a un milagro.
ResponderEliminarUn beso.