Ídolos, había oído una y mil veces esta palabra a lo largo de la semana, la había oído y la había leído. Decidido a saber el significado más exacto tomó el diccionario azul, el que usaba siempre desde que allá por los doce años le regalo su padre, le había dicho al entregárselo:
-Siempre que dudes busca.
No es que ahora dudase, no, solo quería saber con certeza lo que claramente intuía.
Ídolo: Imagen de una deidad objeto de culto. Persona o cosa amada o admirada con exaltación.
A ver otra palabra, Deidad: ser divino o esencia divina, otra más Exaltación: acción y efecto de exaltar o exaltarse. Gloria que resulta de una acción muy notable.
Pues sí, sus amigos tenían razón, el era “raro” y tal vez debería acudir a la consulta de un psiquiatra. Eso de no idolatrar a nadie, pero a nadie, nadie, no era normal, le habían dicho, Todos admiramos a alguna persona a algún grupo, sobre todo si se tiene diecinueve años.
Pero él no, decididamente no idolatraba a nadie. Cierto que a lo largo de la historia han existido personas excepcionales, hoy las sigue habiendo pensaba, pero de ahí a idolatrarlas, pues no. Y es que cuando pensaba en alguna celebridad sin previo aviso, su imaginación anárquica la representaba frente al espejo del baño recién levantada, con el pelo alborotado, los ojos aún hinchados por una maravillosa o una tormentosa noche, bostezando y ¡zas! el ídolo caía estrepitosamente de su altar.
¡Que no! Que no idolatraba a nadie por más que lo intentaba.
Otros ídolos asomados en El Balcón de Cas
(Queridos jueveros llego tarde pero al final llegué. Lamento no poder visitaros este jueves, realmente imposible agggggg!. Un Abrazo para todos)
Pues no creas, tu protagonista no es tan raro, dile que hable conmigo a ver si sacamos conclusiones, pues tampoco recuerdo haber idolatrado a nadie.... ni a los 19 años.
ResponderEliminarUn beso
SAN, ESTE MENSAJE LO DEJÓ CECI PARA TI EN MI BLOG, PORQUE NO PUEDE DEJARLO DIRECTAMENTE
ResponderEliminarAQUI VA:
Para San: A mi tampoco me parece tan raro tu protagonista. ¡Buen recurso ese de imaginárselo en la peor hora del día! habría que tomar nota..
Besito San
Ceci
Cuanto más racionales y sensatos nos volvemos...menos idolatramos, la experiencia siempre nos lleva a ese momento frente al espejo, jajaj.
ResponderEliminarMuy bueno San, y gracias, muchas, por el esfuerzo.
besotes
Hola San.
ResponderEliminarLo importante es llegar y has llegado. Me he alegrado de leerte pues es señal inequívoca que un pedacito de tu tiempo lo has dedicado a los jueveros, y se agradece.
Y como hoy me he despertado refranera, como comentario a tu entrada, te diré que de todo hay en la viña del Señor...
Un abrazote.
Maat
Se agradece tu esfuerzo en estar, aún teniendo poco tiempo.
ResponderEliminarCuantas veces mantener uno su personalidad, como es no tener ídolos, supone ser visto como un bicho raro. Más raro es que haya quienes contínuamente levantan y derrocan ídolos.
Abrazo, amiga.
Tampoco yo recuero haber idolatrado nunca a nadie, tal vez por mera vaguedad, porque cuando lo pienso... se me ocurren personas que lo han merecido.
ResponderEliminarUn texto para reflexionar.
Feliz domingo.
te voy a destacar tu relato...lo voy adestacar en cuanto a la frescura que emana de él...por que es eso lo que has escrito, algo fresco, vivo, algo con la normalidad del que está chalando-pensando realmente. no me introduzco en el título ni en si lo comparto o no. este jueves eso no me importa, por que, y me repito,me ha encantado esa FRECURA SENCILLA QUE REMITE A PENSAMIENTOS REALES...
ResponderEliminarmedio beso, san-chelo.
Quizás no sea tan raro, quizás sea una persona segura, contento cosigo mismo por qué no?
ResponderEliminarDesde luego buen método eso de imaginarselo en la peor hora del día.
Un saludo
jejejjee...comparto!...creo que en el fondo yo tampoco he "idolatrado" verdaderamente a nadie!. He sentido predilección por algún cantante, me gustan algunos escritores más que otros, algunos galanes con los que suspiro, pero lo que se dice "idolatrar" al punto de elevarlos por sobre su verdadera humanidad,nunca he tenido.
ResponderEliminarUn abrazo de juevera con retraso! ;)
Desde niña tampoco idolatraba a nadie, bueno, me gustaba Audrey Hepburn, por su naturalidad.Ahora de mayor ni te cuento. Los ídolos son de papel, y el papel acaba mojándose.
ResponderEliminarUn abrazo, y ya te queda menos con las obras.
No importa llegar primero. Lo que importa es el llegar.
ResponderEliminarPues como muchos ya han dicho, no recuerdo idolatrar a nadie. Es curioso a medida que leía este jueves, me preguntaba ¿a quien idolatraba? y nada, ayer hablé con mi madre y le dije... mamá ¿tú a quién has idolatrado en tú vida?, me miró y sin más me dijo, -a nadie-. No he tenido tiempo, prefiero amar que adorar... y mira que conocía que esa iba a ser su respuesta.
ResponderEliminarEspero que pronto estés por aquí, entro poquito ahora, pero te leía siempre y se "te echa de menos"...
Besos
Visto asi, desde tu diccionario azul, es complicado aceptar que hemos idolatrado a alguien en algún momento de nuestra vida, que nos ha marcado para bien o para mal. Pero no es tan malo ser "rarita", te lo digo yo.
ResponderEliminarUn beso
Me encanta tu relato, ese personaje es amigo mío, tampoco idolatro a nadie, la única vez que escribí sobre mi ídolo, ya conté quien era, una señora de noventa y pico años amiga de la familia, la cual siempre llevaba tacones altos, collares y su sonrisa puesta todo el día, de pequeña quería ser como ella cuando tuviera su edad, vamos a ver, aún me pongo collares, tacones (no a diario) y me suelo reír bastante, algo es algo. Besitos y buena semana.
ResponderEliminarMe uno a tu protagonista y al lado de Gus quiero destacar la frescura de tu relato.
ResponderEliminarCreo que lo de idolatrar es más propio de la infancia, ya de adultos podemos imaginarnos a cualquier ídolo, no solo frente al espejo con los ojos hinchados, si ya encima te lo imaginas en la taza del WC se te caen los ídolos seguro.
Una vez idolatré creo que tendría 8 años no más y "MariSol" era mi ídolo, la niña a la que todas queríamos parecernos, le hacía trenzas a mi pelo rubio, me las ataba sobre la cabeza. Un dia me dijeron que Pepa Flores, era un juguete roto.
Un besazo San. Magnifico relato.
Medea.
(no me deja comentar con mi cuenta.no se que co.. pasa.)
idolatrar es opuesto a conocimientos, a menos preparacion intelectual, es más fácil entrar en los mitos, y los idolos de pìes de barro
ResponderEliminarUn besito
Hola San! un gusto pasar por aquí una vez más después de tanto tiempo de ausencia. Te diré que la postura del protagonista es bastante entendible, y más en un joven de 19 años, que muchas veces prefiere salirse de lo que esperamos sea de un modo determinado, a veces por pura rebeldía o por oposición a figuras que son popularmente admiradas. Hay una canción del Cuarteto de Nos (grupo de mi país) que se llama "No quiero ser normal" y que dice por allí: "A ningún héroe glorifico y con nadie me identifico"... me vino esta estrofa a la mente ni bien te leí.
ResponderEliminarUn besito al vuelo:
Gaby*
Idolatrar, idolatrar...creo que no he llegado a ese punto a no ser que eso sea aceptar a la persona admirada con sus defectos y virtudes y quererla mucho hasta a primeras horas de la mañana :D
ResponderEliminarAbrazos San.
Muy buena esa protagonista tuya, pero en realidad hay poca gente así. Ojalá hubiera más y el mundo sería distinto.
ResponderEliminar¿que tal va la mudanza? Imagino que estarás de los nervios.
Un besito
Y yo sin venir a dejarte un abrazo, descastada amiga tienes...
ResponderEliminarBeso ¿Todo bien?