domingo, 27 de febrero de 2011

María.



Hilvanando sueños me llegó la noche,
pozo sin fondo, negra tristeza
no hay estrellas, no hay luna.
La señora doblegó mi cuerpo hasta besar mis labios el frío mármol,
El silencio resonó como trueno  que ruge en las luchas sin tregua.

Me encontraron perdida entre las tinieblas del olvido,
gritaron mi nombre, sacudieron mi alma, !despierta, despierta!, pero yo ya dormía.

Desaté mi piel de esa silla que enclaustrada me retuvo media vida,
desplegué mis alas y volé .

No quiero llantos, ni misas, ni cantos,
el circulo se cerró.

Ahora ya puedo marchar feliz,
los arboles que sembré dieron su fruto,
germinando mis sueños, mis palabras, mis gestos.

Vestida de arco iris, coronada de flores,
perfumada en aromas de dulces recuerdos,
llegaré a mi nueva morada.
En su puerta me estará esperando,
¿porque has tardado tanto?

Un te quiero abrazara nuestro encuentro,
un suave beso, una sonrisa, una caricia añorada tanto tiempo,
sellaran el principio de nuestro nuevo universo.

Ya estoy aquí mi amor, ya estoy aquí.

11 comentarios:

  1. Es una ida y despedida dulce.
    Mejor así.
    Y no la que conocemos.

    Un beso,

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  2. no hay tiempo, ni espacio, ni pensamiento que aparte de una mente el amor de un ser por su compañero
    bendita sensación que nos hace ser islas en mares ajenos
    beso

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  3. "Ahora ya puedo marchar feliz,
    los arboles que sembré dieron su fruto,
    germinando mis sueños, mis palabras, mis gestos"

    Ojalá todos podamos decir esas palabras cuando llegue el momento.
    Precioso relato, San

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  4. Maria era la abuela de mis hijos, una mujer ejemplar.Se marchó hace tan solo cuatro días.
    Besos para ella.

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  5. Un bonito homenaje a la abuela de tus hijos, mi sentido pésame,

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  6. Precioso homenaje hilado con las más bellas palabras para alguien tan importante en tu vida, San.

    Siento tu pérdida :(

    Un fuerte abrazo.

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  7. ¡precioso! te ha oido seguro, un fuertisimo abrazo

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  8. San, lo siento.
    Preciosas palabras.
    Un beso fuerte

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  9. Me encantaría poder recitar un poema como ese, el día en que vieje por última vez...
    precioso, poesía hecha palabras...
    Besitos

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  10. Gracias por vuestras palabras.
    Un abrazo fuerte.

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