domingo, 20 de febrero de 2011

Un grito en silencio.


Hijos de la luna, de la noche negra, de la noche oscura.
Errantes vagabundos, sin alforjas, sin ataduras, luchando en esta vida dura.
Caminantes solitarios, buscando senderos cubiertos de flores sin espinas, buscando cielos nuevos para nacer , para vivir, para crecer.
Extranjeros en tierra de nadie, marginados, desterrados.
Los que nada tienen, los que nadie ve.
Hambre acumulada, frío, rechazo, miedo.
Una mano tendida esperando, anhelando ser recibida, apretada, sostenida.

Ayer paseando, escuche una voz apagada a la que en un principio no le hice mucho caso, no entendía bien lo que decía, solo una palabra quedó prendida en mi corazón,: HAMBRE. Mis pies se quedaron pegados al frió asfalto y solo pude girar mi cabeza. Un hombre joven seguía diciendo: !Por favor! Hambre, Hambre. Desandé mis pasos y me detuve frente a él. 
Su mirada me partió en dos, solo acerté a darle dinero para que pudiera comer unos días.
Su voz, sus gestos, su mirada eran pura ternura. 
Tomó mis manos entre las suyas, unas enormes manos negras en las que mis pequeñas blancas manos se perdían.
-Gracias, gracias. Mil gracias, mil gracias, mil gracias,no papeles, no papeles, gritaba, mientras yo me sentía impotente por no poder hacer nada.
Mientras seguía mi paseo, que ya me supo amargo, me iba preguntando, el porque de esta situación,de esta y de tantas como esta. 
Unos lo tienen todo y otros no tienen nada.

9 comentarios:

  1. San, la vida, el mundo, no es justo. La desigualdad va unida a la condicion humana por desgracia. ¿Que podemos hacer?, pequeños pasos que unidos hagan camino. Si se tiene tiempo, el voluntariado es una buena salida, lo hay desde la simple colaboración en el sostenimieno de las instituciones no oficiales, hasta el brindar la experiencia profesional altruistamente.
    El reto es dar a conocer las opciones.
    Un beso

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  2. Hola, San:

    ¿Sabes? A veces nos parece que hacemos poco, se nos queda atascado en la garganta un llanto que no sale, el alma anegada de impotencia y nuestra cabeza sólo pregunta: ¿por qué? ¿por qué? ¿por quéééé?

    Ese pequeño gesto que tú tuviste ayer fue grande, San, no lo dudes, MUY GRANDE. El mundo es como una caleidoscopia llena de pequeños gestos, San, como el tuyo.

    Yo conozco hace tiempo a un africano que vende "La farola" en las puertas del super; cuando acabo la compra siempre le doy el euro del carro y otras veces le compro comida y bebida... Con unos grandes ojos castaños y una enorme sonrisa, me dice: "Gracias, guapa, qué guapa eres..." Y a mí me dan ganas de abrazarlo, San, porque la bondad que destilan sus ojos no es algo que se vea todos los días.

    Un beso y feliz comienzo de semana.

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  3. Hace temblar. Es como el epicentro de un terremoto que intenta reformular la condición humana. Una verdad incontrastable. Tiene excelencia.
    Un abrazo


    PD. cuando quieras pasa por mis blogs, será un lujo verte por allí.

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  4. San y lo que nos queda que ver, es triste y duro, ellos vienen con muchas esperanzas y sueños y aqui la situación económica va creando recelos, distanciamiento social y algunas cosas mas que prefiero no pensar. Entiendo que no somos todos, pero estas situaciones siempre se ceban con los mas desfavorecidos.

    Besos

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  5. Desgarrador. La inmigración puede verse sólo como un problema político, pero es un terrible problema humano. Llegan con el eterno deseo de mejorar, deslumbrados por la imagen que les llega del primer mundo, empujados por la desesperación muchas veces. Y se encuentran con lo que tú nos has descrito tan bien. Sólo queda actuar como tú lo hiciste, persona a persona. Besos.

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  6. La ayuda debe registrarse dirigida al desarrollo sostenible de los países, en el mismo país para que todos tengan cualidad de vida en su lugar de origen. Las invasiones masivas no favorecen a nadie.

    Un abrazo.

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  7. Durísimo.
    Yo nunca sé que decir sobre este tema, por mucho que de, escuche, ayude... siempre me queda un sabor amargo y millones de preguntas sin respuesta.
    Un abrazo fuerte

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  8. Estas situaciones son muy tristes San, a veces una se pregunta por qué? sin embargo deberíamos estar preguntándolo infinitas veces si tomamos en cuenta la pobreza que reina en el mundo (escuché los otros días, que a nivel mundial había ascendido la cantidad de personas que viven en estado totalmente marginal). Duele en el alma a quien lo ve, imagino cuánto más duele a quien padece situaciones así.
    Has demostrado un espíritu generoso y comprensivo, también hay personas que escuchan y ven, y sencillamente, siguen de largo.
    Besitos!
    Gaby*

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  9. Bueno San, reflejas dos asuntos que son de nuestro día a día:
    Para quienes entendemos que somos todos iguales, enfrentarnos a la evidencia que eso puede ser verdad en teoría, pero no en la práctica.
    Por qué esos humanos, como nosotros, viven entre a nuestro lado pero sin identidad, derechos o, sencillamente, DIGNIDAD.
    No tengo respuestas, las hay pero no las reproduzco porque no puedo creerlas.
    Algo va/tiene que mejorar, amiga.

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