Me llamo Francisco. Paco, para los
amigos. Churri, para mí Cándida. Tengo 50 años, aunque no los aparento, bueno,
mejor dicho, eso creía, hasta ayer, cuando mi señora esposa apoyada en el
quicio de la puerta del baño me miró de arriba abajo y con voz jocosa comentó:
-Querido, lo que un día fue tripita,
se ha convertido en tripón. Ahora mismo llamo al nutricionista. Mañana
comienzas el régimen, y para que no te sientas solito te acompañaré yo.
¡Qué compasiva! pensé, ¡cómo se
preocupa por mí! Para que no me sienta solito, se sacrificará y también tomara
esas verduras insípidas y esos filetes vuelta y vuelta, que tanto odio. Porque
la quiero y por seguir alimentándole el deseo,
obediente comencé la dieta.
A la semana ya había perdido dos
kilos y así seguí durante unos meses. Supe que todo iba como esperaba, cuando
al pasar una tarde junto a un grupo de chicas, la más atrevida entre risas
exclamo: -¡cuerpo!
Mi autoestima engordó en ese instante
todos los kilos que mi cuerpo había perdido. Lleno de entusiasmo, de regreso a
casa, fui planeando una velada romántica con mi Cándida. Al llegar preparé la cena, vestí la mesa… pero ¿y las
velas? Por más que escudriñé no pude dar con ellas. Desesperado con tanta
búsqueda, pensé en mi vecino Tomás, un hombre muy amable que siempre está al quite. Seguro que
él tenía, siempre tenía de todo.
Me dirigí a su piso. Mientras subía,
marqué el número de teléfono de mi mujer para saber la hora de su vuelta.
Cuando me encontraba frente a la puerta del 6º A, la melodía de un móvil
conocido sonó. Yo en ese momento no entendía cómo la voz de mi mujer sonaba
tras la puerta de ese piso.
Luego recordé a mi vecino. Él en los
últimos meses había engordado, mientras yo adelgazaba. Entonces lo supe.
Los dulces que mi
Cándida no me hacía, a él se los prodigaba.
Otras pilladas en casa de Gus (el apostata)
tengo 50, y qué¡
ResponderEliminarme dice mi amante que que lo que antes era tripa ahora es...y qué
no he optado por hacer dieta ni ejercicio, por que al haber leído este texto, sabia es la escritora,me temo que...no, no me sientan bien los cuernos, ni mucho menos los dulces en boca ajena..
medio beso.
Cuando una mujer llama a su marido "querido", o viceversa.... mal asunto. jajj. En fin no entraré en intimidades sexuales, que cada quien tiene su peculiar manera de enfocarlo, ahora bien, LOS DULCES, eso si que no, mala pécora, bicho, vendida. Jajjj. Muy bueno sonrisa bonita, me lo he pasado muy bien.
ResponderEliminarQue mal pensado es el personallll, la pobre mujer solo estaba descargando el azucar en la casa del vecino jajajaja.
ResponderEliminarUn beso
¡¡¡Menuda sorpresa!!!
ResponderEliminarYa sabía yo que las dietas no traían nada bueno... jajajaja
ResponderEliminarBesos abisales
Efecto paradojico, la mujer estaba interesado en otro, por eso le dejó de dar dulces. Pero eso lo hizo adelgazar, obteniendo el interes de otras mujeres. Lo cual puede darle una revancha o que la mujer se vuelva a fijar en él, aunque sea por celosa.
ResponderEliminarJajajaja,es que el amor es ciego o es que el pobre es tonto de capirote.
ResponderEliminarBESICOS
Si los pasteles era lo único que se "prodigaba" el vecino... bueno va! jajajajjaja
ResponderEliminarBss.
jajajajaja, será, seráaaaaaaa....puuuuuta, jajajajaja.
ResponderEliminarMe he reído un montón, San. Muy bien llevado, olé!!
Un beso
Le has conseguido dar un giro muy original a lo de pillar infraganti!, jajaja, yo estuve a punto de contar como nos conocimos tú y yo, pero Nieves lo mismo hubiese querido asesinarme, jajajaja, miles de besossssssssssssss
ResponderEliminarQué cándida esa mujer! jajaja! Al final, tanto ponerlo a dieta para engordar al otro? Ay mujeres, quién nos entiende?
ResponderEliminarVamos Paco, a no desanimarse, que con la dieta y ejercicio, seguro encontrarás alguien más fiel.
Besitos San, lindo relato!
Gaby*
A alguien tenía que ofrecerle el postre.
ResponderEliminarA veces pasa Paco. Quien sabe si de aquí sale un relato de tres.
ResponderEliminarAndaba engordando a otro pollo como diría mi abuela... Candida no se lo montaba nada mal :P
ResponderEliminarPd. Para las dos, Susu y San... ¡¡ni se os ocurra!!
Besos!!!
el amor simplemente te hace tonto.... si las chicas en la calle le lanzan un piropo al hombre y este sólo piensa en hacer feliz a su mujer... en que mundo???? en un mundo perfecto en donde el hombre es fiela su mujer.... porque en este mundo ya hubiese sacado los pies del plato y posiblemente cuando al mujer se entere sería él el malo de la película, olvidando lo que hace ella con el vecino todos los días.... es por eso que siempre son infiel, ya que si intentaran ponerme los cuernos, yo no molestaría en absoluto, sin gritos, sin golpes, sin ofensas, simplemente hacer mis maletas e irme a otro sitio....
ResponderEliminarQue no se preocupe el protagonista, con el nuevo cuerpo, seguro que pronto se olvida de todo y encuentra compañía nueva ejeje.
ResponderEliminarTampoco sabemos que clase de pasteles se cocían en su casa... Un beso.
ResponderEliminarquè bien llevado, san!
ResponderEliminary què buen remate!.
un abrazo!
jajaja.... muy original esta version.... a hacer menos dieta y a engordar :D un beso!
ResponderEliminarTraidores que son los móviles, siempre suenan en el peor momento :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Me hago pipi de reírme tanto.
ResponderEliminarAunque la verdad es una tragicomedia.
Y todos por los kilos, eh.
Mira que revuelta armaste.
Buenisimooooo San!
Un abrazo.
Pobre, después de ponerse guapo y delgado le ponen los cuernos que vida más injusta cachis.
ResponderEliminarUn abrazo
Un divertido relato con un final inesperado.
ResponderEliminar¡Genial!
jaja San, lo que parece una prueba de amor no lo es tanto, si es que no te puedes fiar de nada...
ResponderEliminarBesitos
jejej tarde o temprano, las mentiras se descubren! jajajja
ResponderEliminarLei varias veces este relato, todavia me rio y saco conclusiones, jeje
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, seguiré visitandolo.. no me extraña la cantidad de seguidores que tenes!!!
Beso grande, que estes muy bien
Pobre Paco vaya chasco, pero no hay mal que por bien no venga, él ha adelgazado y estará más apetecible para los ojos de otras.Me ha encantado leerte tan divertida.Un beso preciosa.
ResponderEliminarTe deseo que tengas un muy buen fin de semana, que logres que los buenos momentos sean placenteros, a pesar de factores externos.
ResponderEliminarCariños
Coincidimos en los líos de vecinos, pero aquí creo que no hay versiones convincentes, jaja. Hombre, yo que Paco iría a ver si esas chicas le encuentran tan apetecible ...
ResponderEliminarBesos, amiga, muy bueno.
Al menos perdió la tripita y quien sabe si su Cándida había ido también a por las velas y solo estaba aprendiendo a usarlas, eh????
ResponderEliminarjajajajajaja
Un beso
Pues se tendrá que ir a buscar a las que le dijeron "cuerpo" jajajaja menudo palo
ResponderEliminarbesos
Ups!!!!
ResponderEliminarvaya que sorpresa eeee digamos que el ahora tendría que ir a buscar unos dulces para poder engordar ya que la señora no se los daba jajaja
Jajajaja que final San!!!! Buenísimo !!!! Me divertí mucho a pesar de la desgracia del pobre protagonista, pero bueno ahora está delgado y en forma para buscarse una nueva mujer.
ResponderEliminarUn beso.
Y después el personal se extraña de que no se quiera tener confianza con los vecinos. Dijo él.
ResponderEliminarHay que conocerlos, siempre te pueden echar una mano, dijo ella.
Con los vecinos nada, con las vecinas.... dijo el vecino gordito.
Por tanto, hay que sospechar. Cuando nuestra pareja nos diga: cariño, tendrías que perder algún kilillo... solo nos está diciendo: mi amor, me voy a comer fuera jajaja
ResponderEliminarEstá muy bien escrito San :))
un abrazo
Me intrigaba el motivo por el que puso al marido a dieta si lo que le interesaba era el vecino, después caí en la cuenta, nada de guisos ni repostería a los que hay que dedicar horas de cocina, filetes plancha y ensaladas que se hacen en un segundo. Así tenía libre toda la mañana para jugar. No era muy cándida esa Cándida.
ResponderEliminarUn beso.
Es que ella, por amor a su marido, no sólo hacía dieta sino que además practicaba cada vez que le apetecía, ejercicios cardio-saludables. Lástima que fueran extramatrimoniales y sin conocimiento de su pareja. Uff, con mujeres así, la soltería no es mal estado.
ResponderEliminarDivertida visión del asunto ese del in fraganti.
Un abrazo.
Muy buen relato, muy entretenido y perfectamente a tono con la consigna.
ResponderEliminarHay síntomas, signos, señales. Pero a veces, mejor no verlos....no hay mejor ciego que el que no quiere ver.
Pero quien te dice la Cándida, no regrese más contenta a casa y con un maridito puesto a punto, reenganche una segunda vuelta?
Seamos compasivos y sobre todo, a reirnos, que para dramas...
besos a rolete
Al margen de interpretaciones, que las hay, (tantas como comentaristas) el relato engancha y sorprende. Quiero decir que está bien conducido y mejor resuelto.
ResponderEliminarMe ha gustado, y puestos a pensar en el detalle del contenido, me resulta sospechoso ese querer compartir por "solidaridad" el régimen al que se vio sometido el interfecto.
Besos
Uyy !! pero que bárbaro !!
ResponderEliminarEsa Cándida si que se las traía, y el super enamorado, que mal!
Muy bueno.
Besos
Pues no sé de qué te quejas, Paco, tu churri te ha puesto en forma y vela por ti amorosamente. Deja que el vecino la palme por un exceso de colesterol, será tu mejor venganza.
ResponderEliminarDespués el divorcio y a buscarte una veinteañera como hice yo, ánimo Paco, todo pasa.
Tu amigo, Pedro.
Dramas caseros que se convierten en humoradas.
ResponderEliminarLo disfruto!
Y todo por unas velas de nada ¡Qué bueno! Sam
ResponderEliminarme ha encantado
Un abrazo!
Gracias por tu visita y amable comentario San.
ResponderEliminarun abrazo :))
Pase a visitarte y a desarte una semana con buenos logros.
ResponderEliminarCariños
Frase de la semana:
"Todos deseamos mejorar el mundo, y todos podemos hacelo con solo empezar por nosotros mismos."
(anónimo)