Les oyó hablar
mientras tomaban la última ronda, el alcohol suelta las lenguas, pensó. Uno detallaba
al otro el lugar exacto: - justo donde
el curso del río parece que se bifurca, a la derecha, entre los troncos
amontonados… luego susurraron cosas que ya no comprendió. Sin dudarlo, esa
misma noche partió hacia aquel lugar, sería ella la primera en hacerse con el
yacimiento.
Pero el filón
permanecía oculto a sus deseos de riqueza. Por más que movía y removía aquella
tierra, la criba del cedazo solo encontró decepción y la más cruel
desesperanza. Mañana es mi último día, me conformaré con estos escasos granitos
dorados.
Amaneció, y
empujada por la ambición, se permitió un nuevo intento. Cuando la mañana tocaba
a su fin, cansada, irguió su cuerpo, y allí, justo frente a ella, le vio. –Mío,
tiene que ser mío, pensó.
Él estaba de pié
en mitad del río, llevaba el torso desnudo. Con el reverso de la mano secó las
gotas de sudor que resbalaban por su rostro. Al verla quieta con la mirada
perdida en él, le sonrió. –Mío tiene que ser mío, se repitió.
Esa noche junto a aquel
cuerpo perfecto, al abrigo de la luna nueva, se amaron hasta caer rendidos. A
Thomas le despertó un dolor punzante, tanteó buscando el calor de ella, pero no
estaba. Se llevó la mano hasta su cara…
Dos muelas, un
colmillo y un premolar de oro habían sido arrancados de su boca.
La mina del oro la custodia Juan Carlos.
Hay gente que por sacar oro, no saben donde meter la mano. Un abrazo.
ResponderEliminarEso es obsesión por el oro y lo demás son tonterías.
ResponderEliminar¡buenísimo SAN me sorprendiste!!!
ResponderEliminarjajaja
ResponderEliminarAmor, es amor!!!
Jamas se olvidarían de esa noche de pasión, y brillante despedida que le hizo ella.
Muy bueno San.
Un abrazo :)
Asombroso relato, osea, que lo engatusó para después robarle, menuda era ella de picarona,,,, pues como la vida misma, no hace falta irse tan lejos, un beso y una flor.
ResponderEliminar¡buenísimo SAN!!!
ResponderEliminarjajajaja!!! Hay que ver a los extremos que puede llegar, la ambición humana. Los buscadores de oro, representan perfectamente la tenacidad de estas personas que no les importa que métodos ni la variedades de las pepitas,
ResponderEliminarMagnífico post, amiga mia. Saludos.
Sacar oro de donde sea. Qué maldita fiebre.
ResponderEliminarUn beso.
Malaaa, malaaaaa, ese cuerpazo valía oro puro y lo acaparaba en la boquita besucona. Qué raro que no se despertara en medio de la operación, muuuy rendido lo dejó la minera.
ResponderEliminarElla eligió el oro metal en vez del oro carnal, amén.
Irónica y divertida quimera del oro.
Nos vemos, espero que pronto, cuando acabe, ha sido un placer recuperaros este jueves de Juan Carlos, oro puro.
UUfffff niña, cara le salió la noche de pasión al pobre hombre...Mucho beber no es bueno jajaaja...Y ese terrible dolor de muelas ! Si seria yo la mujer me iria muy lejos de ese río...Volver a encontrarse con el tipo, seguro que la lleva a dos metros bajo tierra.
ResponderEliminarMe a gustado tu relato querida San.
Besos
A eso se le llama, matar dos pájaros de un tiro.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
jojojojo..... que buen relato, que me dieron ganas de reírme porque no me lo había imaginado, que grandioso final, me has sorprendido, que con tan corto relato puedes hacer que el mundo imagine todo lo sucedido y hasta imaginarse el antes y el después de lo que ha leído, me ha gustado, más porque la mujer es siempre una pieza clave para cualquier texto, con su indomable figura que todo los hombres incluído algunos dioses caen a sus pies.... excelente entrada, besos!!!!!
ResponderEliminarjajajaja, a medida que iba leyendo también iba cambiando el sentido del comentario: me has descolocao, SAN!!!, Siiiiiiii, SEÑORA!!!, jajaja
ResponderEliminarUn beso
San que historia!!! Me dejaste helada con el final. Puede llegar a tanto la avaricia? Sí, ya sé que sí.
ResponderEliminarExcelente relato!!!
Un beso.
la codicia comienza donde termina la cordura
ResponderEliminarEl brillo del oro, ha enloquecido y causado muertos a lo largo de la Historia
y sólo es un metal más
Y yo, romántica, pensé que hablaba de su galán ajjaja
ResponderEliminarJajajajajaja! Que bien se cobró "los servicios" de la noche anterior!!!
ResponderEliminarMuy bueno.
Bss.
El romanticismo lo dejó para otro día. El dominio de lo material es impresionante. Se puede llegar a eso y más.
ResponderEliminarUn abrazo
Oh! jajaja! especialista en extracciones! Y bueno, tanto esfuerzo no podía ser en vano, así que se procuró sus ganancias del modo que pudo... (tuvo la suerte de que el hombre tuviera una dentadura tan valiosa).
ResponderEliminarMuy bueno!
Besos y lindo fin de semana!
Gaby*
Ostras!!!Menuda sorpresa me he llevado al final! y yo que pensaba que el oro más preciado para ella era el chulazo! Muy bueno Cass. Besos
ResponderEliminarAy! Perdona, que te he llamado Cass...se me fue el santo al cielo.Besitos
ResponderEliminarEl oro por encima del amor, del deseo. Muy buen final e inesperado. Yo me los imaginaba contentos, felices y comiendo perdices, pero...sin dientes dificil lo tiene.
ResponderEliminarUn beso.
para comenzar, señora san-chelo, es usted una cabronaza...
ResponderEliminarpara seguir, señora san-chelo, es usted de lo que no hay...ajjaaj
mira,, san-chelo, he escrito verdaderas barbaridades respecto a textos sangrientos o de miedo o de...pero este, este que has escrito me duele....joderse, menos mal que no tengo oro en la dentadura...me duele, ayyy...
pero lo mejor de todo:
es que me ha gusatdo.....
por cierto: ¿ese oro dental se extarjo sin adormidera?
medio beso.
Y es que no es oro todo lo que reluce, uyss, perdón amor, amor...
ResponderEliminarMuy bueno, San, me has arrancado una sonrisa con ese final
Besos
Si quisiera ser dentista, la parte práctica ya la tiene aprobada con alta calificación. Nos has llevado de la mano por donde has querido, San. Un final inesperado totalmente pero sumamente ingenioso. Lo que somos capaces de hacer por el vil metal. Claro que fué suyo y no solamente el joven apuesto y varonil.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Lo que se perdió la odontología!!! Pero claro, para ella el fin justifica los medios, así que su modus operandi, será distinto en cada caso. Al fin de cuentas, una noche tan apasionada, vale la pena a veces, o no... ya no se...
ResponderEliminarMuy bien llevado, con un final que sorprende que nos deja tapandonos las boca: por lo sorpresivo y por si las moscas....
Besos!!!
jajaja, me ha dolido como si hubiese sido a mí.
ResponderEliminar¡La leche! Y uno que pensaba que buscaba un oro más espiritual ...
ResponderEliminarEspero que al menos la "anestesia" fuera satisfactoria para el pobre.
Besos, amiga.
Vaya con la protagonista, tenía claro lo que quería jejeje, lo siento por él, ni me imagino su dolor, de muelas y de orgullo. Besote
ResponderEliminar¡Genial!
ResponderEliminarCuando el oro está por medio no se respetan ni los cuerpos esculturales:):)
Saludos
Puede resultar una situación jocosa, pero la desesperación empujan a personas (antes sanas) a cometer estas y peores "locuras".
ResponderEliminarOriginal.
Un abrazo
òjú! hay amores que matan de un disgusto jajajaja.
ResponderEliminarUn beso
ay! esa sí es una afiebrada ambiciosa!
ResponderEliminaraplausos para esta película de terror que aun me tiene apretado el estómago!
besos
Estupendo relato!!!! la ambicion magnificamente expresada.
ResponderEliminarCariños y gracias por siempre estar
jajaja
ResponderEliminarella iba buscando su oro, estuviera en el lugar más recóndito de su persona.
Es un texto totalmente insospechado.
un fuerte abrazo