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| Imagen de Kyle Thomson |
Palabras y más palabras, incesante retórica en su día a día. Un embaucador
de gentes, hábilmente adiestrado, para captar la atención de cuantos se
detienen a observar, o lo que es peor, a escuchar. Aquel que cae entre sus
manos, abandona para siempre el anonimato, convirtiéndose en carne para un
público ávido de historias retratadas en papel couché. El piloto rojo le avisa
de que en tres, dos, uno…saldrá al aire. Cierra los ojos e inspira para tomar
impulso, afrontando esta marea que no cesa. Jamás lo ha confesado, ni tan
siquiera con aquellos que llama amigos. Pero entre los aplausos, a veces se
siente solo y perdido. Nadie es tan fuerte, como para sobrellevar este lastre,
piensa. Por ello, cada cierto tiempo y de forma aleatoria, invoca al silencio, con
la mera intención de reencontrarse con su esencia; el origen y significado de
todo cuanto le habita. De este modo, sintiéndose Osiris, vuelve a encarar la vida. Una vida,
para aquellos que no le conocen, sin sigilos.
Para leer otros silencios, visitad la casa de Matices.
Algo así como esos payasos que esconden su dolor bajo la risa...
ResponderEliminarUn abrazo
como un triste disfraz....... el embaucador, si es que supe entenderte San...
ResponderEliminarDebe ser duro hurgar en la vida de los demás de continuo, pero ahora resulta ser hasta una profesión muy lucrativa... resentirse y escondese tras el silencio es que puede que le quede algo más dentro de sí mismo...
ResponderEliminarGracias por acompañarme!!
Besos!!!
Es que cuando la vida se vive tan desde fuera, si uno no busca el silencio que alimente y reconducta, mostrando la esencia de uno mismo, mala mente vamos.
ResponderEliminarTe acompaño con gusto, tu ya lo sabes.
Besos amiga.
Detrás de algunos personajes suele haber una realidad completamente diferente a lo que muestran. Qué difícil debe ser tener que simular para poder continuar siendo eso, que no se es.
ResponderEliminarUn beso =)
Lleva puesta su máscara, como todos, pero la suya es muy original.
ResponderEliminarCuando tu trabajo choca frontalmente con tu dignidad como persona debe ser muy duro, pero me pregunto si es cierto que sufren en silencio, no hay mil caminos que tomar o el dinero puede comparlo todo, hasta ese silencio para que no hable jamás, un punto de vista muy interesante el que le has dado al tema del jueves, mi querida, observadora y tierna San!, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminar¡Ole la Chelo! Me ha gustado mucho tu texto. Eso si, si este señor no quiere el trabajo en la tele, que me lo ceda a mí. Jajaja. Es broma, está genial el relato. Besos, amiga.
ResponderEliminarDebe ser triste el saber de la vacuidad de su "bla, bla" y a pesar de ello sonreír cuando el piloto rojo se enciende.
ResponderEliminarEstoy con "Susurros de Tinta": seguro que hay otros caminos.
Un abrazo.
Que razón tienes. Una vez publique en mi blog un relatos sobre las personas. Me lo has recordado en el sentido de que a veces vemos una sonrisa de alguien pero su interior es triste.
ResponderEliminarY a lo mejor su única forma de evadirse es meterse en su interior y escuchar el silencio como pasa por su vida.
Un beso. Me ha gustado mucho.
Es de suponer que esa gente también necesita el silencio de vez en cuando.
ResponderEliminarDebe cansar dedicarse a la manipulación.
Un abrazo
Agobiado "por exigencias del guión" asi se les pasa la vida a muchos.... invocar al silencio es la mejor medicina.
ResponderEliminarUn besazo
Se habla demasiado del silencio. El mejor homenaje es callar.
ResponderEliminarA los buenos días, San. Pues no sé de qué personaje de los que pueblan los medios estás hablando, aunque podría ser cualquiera y de tendencias muy diversas. Lo digo porque parece que el acceso a los medios de comunicación se ha convertido en una plataforma donde crecen y medran los personajillos más mediocres.
ResponderEliminarEn la vida política, el que tu quieras (porque seguro que acertarás), desde los demagogos consolidados como el Rajoy, pasando por los nuevos pijos que aprenden con celeridad el arte de darle al pico sin decir nada (como este nuevo del PSOE), hasta los amantes de regímenes totalitarios y bananeros como este tipo de Podemos. Y en todos los casos, un lamentable tejido de borregos-votantes que se las tragan todas y sin vaselina, aupándolos en el poder o cercanías del mismo.
En el mundillo de los locutores, pues mejor no hablar porque viven precisamente de las audiencias y eso, necesariamente, implica el uso y abuso de las técnicas del "lavado de cerebro en libertad", como decía Noam Chomsky.
Un besazo y merci por tu visita.
Tremendo ese contraste, ahora que quien airea vidas ajenas no sé cuanto derecho moral tenga para salvaguardar su intimidad.
ResponderEliminarBuen relato, amiga. Besos.
Esos micro mundos que se construyen para el afuera, cuánta falsedad encierran, cuánta distorsión... Por dentro, se apoltrona una necesidad imperiosa, la de acallar las voces, la de recuperar la propia esencia. Lo has plasmado a tal punto, que agobia el saber que por allí circundan realidades como estas. Me gustó cómo nos vas llevando a través del texto de lo superficial a lo más profundo de ese ser.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
En su silencio guarda el sentimiento de culpa. Pero aun sigue siendo audaz y manipulador con su mascara. Valla polémica!
ResponderEliminarBesos
Hola San! Siempre es necesario hallar unos minutos para hacer silencio y meterse para dentro. Un besito
ResponderEliminarVendedores de cualquier cosa, estamos acostumbrados a ellos y sin embargo no nos paramos a pensar en lo que sienten, o por qué lo hacen, que esconden... No me gusta esa gente, aunque también deben sentirse solos rodeados de tanto público :-)
ResponderEliminarSupongo que te refieres a los personajillos que lllenan las pantallas de la televisión i los titulares de las revista del corazón. etc. etc. A mi no me interesa que vayan estresados y faltos de tranqulidad y silencios. Es su elección. Ellos lo buscan incansablemente.
ResponderEliminarCuanto más escádolo mejor. y esto al final se paga. Saludos muy cariñosos, amiga San.
Es que estamos en la civilización del ruido...todo es ruido y, en cierto sentido, todos somos ruido...la gente habla mucho...por eso a veces es bueno parar y ver y escuchar en silencio...como decía el sabio alejarse del mundanal ruido...
ResponderEliminarBesos
Si esos embaucadores de gentes, vendedores de humo, encumbradores de imbéciles sin cabeza, destructores de vidas ajenas, creyeran de verdad que lo que hacen no les compensa, que necesitan del silencio para encontrar su esencia y cargar las pilas, pienso que sencillamente dejarían lo que hacen salvo que, aparte del silencio, necesiten encontrar su dignidad como personas cosa que también perdieron por el camino del éxito.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Chelo.
Si en los 'coloquios' de tarde o mañana impusieran momentos de silencio, se quedarían mirando y descubriendo que ni saben a quién tienen al lado, a quién intentan desacreditar o ridiculizar. Yo he dejado de seguirlos hace mucho simplemente porque me muestran un mundo que no quiero que sea mío ni en pantalla. Un abrazo, San, muy buen texto.
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