ROTOS
LOS LÍMITES
Se
conocían tan bien que las palabras sobraban. Una mirada, una sonrisa, un
pequeño gesto, les era suficiente para saber, y ella hacía tiempo que algo sospechaba.
Aquella
tarde llamaron al portero a una hora poco habitual.
-¿Quién?
Preguntó.
-
Soy yo, dijo Lucas, ¿abres?
El
tono la inquietó, el momento tal vez había llegado.
Lucas
le contó detalles del viaje que estaba preparando, le habló de las discusiones que habían surgido con su mujer y de otros
tantos problemas… hasta que el silencio se instaló entre los dos. El clavó
sus ojos en los de ella y ella los sostuvo.
Mientras lo hacía se fue acercando, invadiendo su espacio, haciéndolo
tan de él como lo era de ella. No dejó
de abrazar su mirada, mientras su mano se fue perdiendo en la intimidad de su
amiga.
Ella
no dio un paso atrás, se dejó hacer y esperó. Lucas sacó esa mano invasora, y
sin pudor metió los dedos llenos del
sabor de ella en su boca, fue entonces cuando cerró los ojos y se relamió.
Luego no hubo ni tan siquiera un adiós.
Ella
confirmó lo que durante semanas había presentido. Ese momento de placer fue el
último gesto de complicidad entre ellos.
Otras formas de Hablar Escribiendo en casa de Rossina
Si, a veces no hace falta la palabra ya sea oral o escrita. A veces solamente la mirada, el mensaje corporal, la multitud de metamensajes que se pueden trasmitir, hace mas comprensible la comunicación.
ResponderEliminarUn regusto de tristeza deja tu relato pues parece indicar el fin de una amistad cómplice, un fin aceptado por los dos pero no por eso querido.
Buen ejemplo y desarrollo de como traspasar limites sin decir una palabra.
Un beso
Rediós, San...en este caso tus letras me llevan directamente la la ducha. FRÍA...
ResponderEliminarUn besazo
Los gestos llenan muchas palabras, se comunica a través de ellos deseo, placer, después queda el silencio y el adiós sin voz.
ResponderEliminarGenial San tu manera de escribir palabras justísimas y gestos intensos. Besito.
A veces sobran las palabras, y en este caso la cosa estaba clara, no había nada que decir, los dos estaban conformes y ya está.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Dios, que forma de traspasar los límites!, y claro, una vez traspasados... ya no hay marcha atrás, corto, contundente y muy sensual o es que esoy yo hoy tonta?, jajaja, me ha encantado tu relato mi querida San, miles de besosssssssssssssssss
ResponderEliminarLos límites los pone cada uno. Con o sin palabras.
ResponderEliminarVaya!...sí que se rompieron los límites...pero convengamos que esa ruptura fue consentida!
ResponderEliminarUn relato intenso, no cabe duda.
Abrazos.
bueno... a veces pasa, te asomas por la ventanilla del tren, y tus ojos te sorprenden. Hablar con naturalidad lo que es natural me hace mas humano
ResponderEliminarUn micro, con moraleja, gusto, pesar, complicidad, amistad, y un gran giro cuando al traspasar los limites algo cambio.
ResponderEliminarLa palabra sin voz y la mirada que lo dijo todo.
Una decisión entre dos.
Me encanto.
Un beso San.
Esa intuición qu enos hace sentir lo qu eaún no ha llegado...basta una inflexión de la voz...
ResponderEliminar:)
Que bueno San!!! hay ocasiones en que las palabras sobran,para traspasar los límites..llenos de sensualidad y descaro..
ResponderEliminarBesos guapa.
Traspasados los límites, se rompe la complicidad. ¿queda algo después?
ResponderEliminarUn beso.
EL CHICO DE LA COLUMNA: Es diviertido jugar al borde del precipicio y soñar con dejarse caer, si pasas la línea se acaba la mágia....o no.
ResponderEliminarBien puesto el título, y es que en definitiva: los límites no fueron hechos para romperlos? (o tengo una errónea noción del tema?)... Me ha gustado cómo llevaste el tema (límites y silencios que lo dicen todo). Las miradas dialogan, y los cuerpos son todo un ejemplo de comunicación que no siempre precisan apoyarse en las palabras. Además mucho erotismo... me encantó!
ResponderEliminarBesos! Gaby*
Muy difícil lo que has intentado, describir con palabras una situación que no las requiere.
ResponderEliminarY lo has hecho muy bien, amiga.
Besos.
Ajá... el placer como complicidad
ResponderEliminarEs en silencio cuando se traspasan los límites, no hacen falta palabras y a veces es bueno dejarse llevar.
ResponderEliminarYo me dejé llevar por tu relato esta vez.
Un beso.
Sin embargo se abre una puerta cuando se cerró esa ventana.
ResponderEliminarhay situaciones en que es inevitable dejarse llevar por el agradable impulso de traspasar los límites. La piel no entiende de reglas prefijadas por los prejuicios de los hombre. La piel responde a las caricias , a los placeres, al gozo.
ResponderEliminarLástima que le hayas puesto límite a tu texto. Me quedó esa sensación de querer saber más. Entonces me dediqué a imaginar.
Alguien dijo que el valor de un buen texto está más allá del punto final, cuando el lector sigue sumergido en las palabras
un abrazo juevero, nos seguimos
Me hace gracia el comentario de Valaf. Es que es verdad: con el calor que hace aquí.... mejor guardo este buen relato para leerlo mejor en el invierno.... ;)
ResponderEliminarmuy bueno, amiga, besos!!
Explosión de sensualidad con pocas palabras..
ResponderEliminarUn abrazo.
Elperroverde
Hola San,
ResponderEliminarMagnífico relato, retrato...
Ese es le tipo de texto que solo una mujer puede escribir, ¿no? Ese intuir -el famoso sexto sentido?- lo que va a courrir sólo través del tono de voz y lo excepcional de la hora...
Y esa frase "no hubo ni siquiera un adiós" ¡que no tiene precio!
Eso era ya la crónica de una ruptura, un final anunciado.
Más le valía ella que así fuera, ¿no? ¿O es esa una pregunta difícil de contestar?
San, de verdad, mi felicitación sincera.
Un muac
Pues estos límites te han quedado inimitables, San. ¡Que bien descrita la escena!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
A veces sobran la palabras pero no ha sido tu caso que has utilizado las palabras justas para contarnoslo.
ResponderEliminarBuen relato . Un abrazo
Hija, Chelo, que cosas nos cuentas hoy, ¿y ahora que te digo? Pues que creo que te ha quedado bien y que nos has dejado impactados. Además, has sido de los pocos jueveros que han optado por lo de límites en lugar de hablar escribiendo. Un beso.
ResponderEliminarfa! San, qué envidiable resumen del deseo, de lo erótico, de la complicidad.
ResponderEliminarqué maravillosa complicidad.
como ha exclamado Valaf: redios, San!
Intuición femenina que no necesita de palabra para presentir el final que se avecina. Una última concesión al deseo y despues... nada, ni un triste adios. Triste e inevitable final para algo que posiblemente fué bonito y gratificante mientras duró.
ResponderEliminarUn abrazo.
wommmm !!!!
ResponderEliminarvaya que invasor relato que me sorprende...
vaya debo decir y confesar que me ha gustado jajaja... muy pocas veces se ve y se puede leer este tipo de relatos o por lo menos yo, no he leído muchos, pero debo confesar que son de mi gusto... FELICITACIONES EXCELENTE RELATO !!!!!
Benditas sean esas complicidades y bendito el camino de la pasión, que aun desoye al deber y, espero, lo haga siempre. Contundente. Y gracias por tu comentario. Besos.
ResponderEliminarRotos los límites, llegó el límite final. A veces no se rompen, ni se traspasan sino que llegan y lo mismo que llegan se van y luego nada vuelve a ser igual.
ResponderEliminarUn abrazo sin límites :)
A veces se juega tan fuerte que se pierde la partida, todo cambiará y nada seguirá siendo igual... es lo que conlleva el riesgo.
ResponderEliminarMe han encantado estos límites traspasados en los dos sentidos, te felicitó no es fácil crear sensaciones.
Besos
Cuando escasean las palabras, se suceden los gestos y se escribe sin hablar. Un gesto lleno de sabores mudos y olores ciegos, que ponen palabras en grises y dicen como en negrita.
ResponderEliminarSutil y Gráfico.
Besos
Recuerdo ancestral que permanecería en su lengua...
ResponderEliminarBravo, mucha sensualidad, compañera atrevida.
Un beso y un cafelito. Feliz fin de semana, compi!
Una despedida muy particular, la verdad. Mejor un recuerdo así que no una escena de lágrimas y porqués.
ResponderEliminarBss.
Qué pérdida para el mundo que se acabara. Una complicidad como esa no es fácil de alcanzar. Como la tuya con las letras. Por favorrrr, qué prosiga más allá del límite :)
ResponderEliminarSaludos!
Bueno a veces es inevitable romper los límites cuando existe ese tipo de vínculo emocional entre dos personas. Por otra parte mejor que haya sucedido en una despedida no? porque sería más complicado que esa situación continuara.
ResponderEliminarFelicidades SAN, buen relato, como todos los que nos regalas.
Un beso
Desgraciadamente, algo muy típico en los últimos días!!
ResponderEliminarBesos!
Una buena despedida y muy bien contada!
ResponderEliminarYo también voto por romper los límites así.
UN beso!
Hay oportunidades que implican riesgos.
ResponderEliminarEl riesgo de dejarla pasar y tal vez otros riesgos más.
Limites, hablar escribiendo, escribir hablando, que más da,las palabras en este caso no se pronuncian, el lenguaje de los gestos y caricias sobre la piel para dibujar un adiós de sensaciones,placeres y sabores. Mejor así.
ResponderEliminarQue buen texto amiga,con que sensualidad describes el momento. Quiero más de lo mismo.
Perdona por venir tan tarde.Un besito grande.
Desolador ese "conocerse tan bien que las palabras sobran" del inicio, ese saber demasiado, o creer saber demasiado: al final, un gesto, un movimiento inesperado, lo revuelve todo.
ResponderEliminarSin palabras, Chelo, una explosión con la que es difícil no romper los límites.
ResponderEliminarUn bEso
Ana