Nuestro amor era un amor hipotecado, lo supe desde el mismo instante en el que al presentarnos, se limpió la saliva espesa de la comisura de sus finos labios con el reverso de la mano, aun así acepté. Lo aceptaba todo, por inercia o por miedo, no sabría precisarlo. Por entonces actuaba así. Pero la vida a una la cambia, sobre todo cuando intentas encontrar un resquicio de amor en las pupilas de aquel, que ahonda el otro lado de tu cama. Fueron tantas las veces las que le pedí que se desprendiera de su piel, como lo hacía de su ropa…, claro, siempre en silencio, como me enseñaron las buenas maestras de urbanidad para las señoritas de bien.
Hoy le miro al filo de la orilla de este mar embravecido; solo deja que la espuma de las olas le mojen los dedos de sus pies, y sonrío al pensar que así ha sido todo en su vida, siempre al filo, sin empaparse de las más bellas emociones, o de las más penosas ¡qué importa ahora! Siempre al filo.
Este sol abrasador, traspasa la sombrilla de lunares que compré en los chinos, pienso, porque mi cabeza está a punto de estallar. Cierro los ojos y no sé porqué, escucho el maullido de los gatos. Siempre maúllan de noche, pero es mediodia, y entiendo que tal vez sea yo como esos gatos y la imagen no me gusta, no quiero ser gato noctámbulo. Como una autómata ato el pareo a mi cintura y me agarro al bolso playero.
Olvidando todo esto una vez más, y desde lo más profundo de mí ser grité: Ahí te quedas, me voy a preparar la paella. ¡A cualquier cosa se le llama vacaciones!
Otros gritones en casa del Demiurgo
Un original planteo.
ResponderEliminarjaja...histérica la señora de tu historia!...si se decide a plantarse en señal de queja, que sea para cortar de una vez los lazos de raíz!
ResponderEliminar=)
Ya dicen que las vacaciones generan muchos divorcios, parece que en este caso la pareja no va a mejorar su relación.
ResponderEliminarMe gustó el personaje de él y como lo defines.
Besos.
Genial! las mujeres, pacientes y correctas en todas las circunstancias, aunque el interior estalle y los impulsos empujen los pies más allá de la propia casa, olvidándose de la paella familiar... muy bueno. Y es cierto, el matiz de tu relato tiene mucha creatividad :))
ResponderEliminarun abrazo
Un loco estallido gritón sintetiza tu relato..... bien descripto San....
ResponderEliminarAlguna vez escuché charlar en una mesa vecina a un par de amigas, decían que cuando la pareja va mal, se lleva los problemas a los viajes, yo creo que desde el primer instante en que algo no te agrada es decirlo, que después se va acumulando el tarrito y complicado solucionarlo antes que se rompa.
ResponderEliminarUn buen relato. Abrazos.
Muy buena introducción a la apatía inevitable cuando no se dan las sensibilidades adecuadas.
ResponderEliminarElla... ¡ERA UNA REINA! y gritó lo justo, para marcar su territorio.
Tiene mucha miga.
Besos
Rebelión aplacada, resignación asumida, vida sin vivir y vacaciones sin descanso. Mal asunto y mucha pena.
ResponderEliminarUna forma muy original de describirlo.
Saludos.
Al leer tu relato me he identificado con el personaje. Me ha gustado mucho
ResponderEliminarEspero que te recuperes del todo y continúes escribiéndonos relatos con tanta chispa :))
ResponderEliminarun par de besos
Es buenísimo, San: cuando estamos esperando una tragedia profunda, nos sacas la sonrisa.
ResponderEliminarEnhorabuena.
A veces la rutina misma te plantea los cambios, pueden pasar años y no tomar la decisión, seguro que a muchas mujeres le pareceran reflejos de su vida...
ResponderEliminarEstá muy bien el considerar las situaciones así, tan reales.
¡Un abrazo guapa!
Es que las vacaciones a veces sirven para profundizar más en las heridas, porque con la convivencia se agudizan los problemas; aunque quizás esa paella amortigüe el golpe.
ResponderEliminarMuy bueno
Es que con un sosaina como ese, cualquier mujer se pone el pareo y encuentra hacer una paella algo más intenso que mirar al señor esposo.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un beso y tu cafelito con cariño.
¡Que bueno! Ese final me ha encantado y me ha sacado una buena sonrisa. La historia va in crescendo reflejando el nerviosismo de la protagonista, pero al menos el grito tendrá un buen sabor final a paella.
ResponderEliminarUn abrazo
Brilllante!!! me ha gustado mucho San. has estado genial.
ResponderEliminarUn abrazo grande , grande,
Muy buen final, la verdad que no me lo esperaba. Es cierto que si hiciéramos todo lo que pensamos nuestras vidas serían tan distintas. De todos modos, la fantasía también es otro modo de vivir. Por cierto, los gatos estaban en celo. Tal vez aquella imagen de gata que tuviste de ti misma sea porque necesitaras cambiar de gato ;-)
ResponderEliminarUn beso grande.
Hola, ola de mar..
ResponderEliminarAmor hipotecado? Como que si en realidad no fuera tuyo o que tengas que comprarlo a plazos? Curiosa expresión.
Al menos, la protagonista, pudo deshacerse de él.
Un beso
del
Aire
Ud. sabe cómo lidiar con las letras, suficiente, para que los gritos terminen con una sonrisa... ;)
ResponderEliminarbesos y vamos por vacaciones de verdatttt!!!
Me gustó muchísimo. Qué buen relato, muy intenso. Me empapé con palabras bien logradas, que me dejaron movida.
ResponderEliminarUn beso.
si hubiera conseguido en mi relato, y de los que llevo leídos es el que más me gusta, y sí, tengo agüela, ...si hubira conseguido lo que realmente me lo inspiro, si hubiera conseguido darle los efectos o bordarlo con mis palabras, diría que este es el segundo relato que más me ha gustado de lo leído por ahora. pero como no lo conseguí...ya sabes lo que viene a continuación, san...
ResponderEliminarmi enhorabuena.
medio beso.
Muy buen relato, me gusto eso de “amor hipotecado” muy original. Un final impresionante. Me gustó muchísimo.
ResponderEliminarSaludos
Estilo de vacaciones de cada vez menos gente.
ResponderEliminarUn beso.