Los secretos de Gabriel
No es demasiado
alto, ni demasiado bajo. No es guapo, pero tampoco feo. Es educado, aunque a
veces resulte un tanto tosco. Aún así gusta hablar con él, bueno más que hablar,
cruzar esos saludos de cortesía cuando te acercas hasta su quiosco, para
comprar las noticias del mundo.
Doña Maruja, la de
la tienda de ultramarinos, lo conoce bien. Dice que su mujer no es su mujer, a
pesar de llevar once años de feliz convivencia y de tener dos hijas. Que ella, esta
chica, se llama Martina y es su compañera. Dice también, que su mujer es una
morenita, que llegó con lo puesto en una barcaza, desde el otro lado del mundo,
y como perro fiel que husmea las pisadas de su amo, siguió sus huellas, y que a
pesar de encontrarlo junto a la rubia de ahora, continúa amándole como el
primer día tras su boda concertada.
Con ella tiene un
chico de pelo ensortijado, negro, muy negro, añade bajando un poquito el tono
de voz para no ser escuchada por otra clienta. Que él inconformista, ahora anda
tras la peluquera del barrio. Una mujer entrada en años y en carnes, veinte más
que él, digo años, no kilos.
Yo abro los ojos llena
de asombro, como escandalizada por todo lo que la señora cuenta. Pero cuando
cada mañana bien temprano, extiendo mi mano para abonar el periódico, y Gabriel
me mira fijo penetrando sus pupilas hasta el centro mismo de mis entrañas y me
sonríe cubriéndome toda, entiendo esos porqués de él, y los de sus circunstancias.
Y es que en las
distancias cortas Gabriel, es mucho Gabriel.
Otros ellos y otras ellas y sus circunstancias en THE DAILY PLANET'S BLOGGERS
(bueno... se borró el comentario)
ResponderEliminarLa carne es débil y tiene razones que la lógica no entiende.
Me gustó tu texto, de tal forma, que muero por conocer al tal Gabriel...
besos
Qué cosas tiene tu quiosquero... mmm.
ResponderEliminarUn beso.
Que actitud desagradable la de los chismes. Por suerte, en esta caso tienen la repercusión que merecen: ninguna..
ResponderEliminarGabriel tiene.... ángel, claro.
ResponderEliminarBss
Cada uno de nosotros somos un mundo, cuando nos complementamos con alguien más, nos volvemos universo, la decisión de cómo llevarlo siempre debe estar en la satisfacción de las partes, lo demás, siempre será lo de menos.
ResponderEliminarUn beso San
miralo a Gabriel eh, tiene lo suyo a pesar de no ser atractivo... o sí...
ResponderEliminarbueno, cosa de mujeres que ven lo que nosotros no... salu2!
Sólo se trata de conocer el interior de las personas, todo lo demás carece de importancia.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola San. Te sigo a diario y me gustan todas tus entradas. Si no las comento es porque ya tienes tantos seguidores "comentaristas" que lo que yo pueda añadir es bien poco. Pero hoy no he podido evitar la tentación de decir, simple y llanamente, que este relato no solo me ha gustado sino que me ha encantado, por su naturalidad, gracejo y, por supuesto, estilo literario.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, seguro que tenía un no se qué que atraía. Y es que el amor es algo irracional
ResponderEliminarUn abrazo
La belleza es estética; no obstante, algunos observadores la valorarán por el efecto espiritual que produce. =)
ResponderEliminarSaludos
Encanto, le llaman, aunque tu le llames circunstancias...
ResponderEliminarjajajajaja, EXCELENTE SAN!!!!, me río porque de fijo que usa Jacks, jajajajajaja...
ResponderEliminarPues no sé, igual es todo mentira, que no me extrañaría, y tiene una mujer e hijos y vale. Pero las marujas impenitentes son lo peor. Dijo Arquímedes: dadme una palanca y un punto de apoyo y moveré el mundo. Y dijo la madre de todas las cotillas: dadme tiempo libre y una vida insubstancial y no dejaré a vecino con cabeza, jajajajajaja...
Un besazo (y mercí por tu visita)
Hay personas que tienen ese "Qué sé yo" que van por la vida generando admiraciones. Ese es el caso de Gabriel me parece, quizás por sus misterios, o por su fama, tal vez hasta yo me sentiría atraída por él.
ResponderEliminarExcelente relato San, es perfecto.
Un abrazo.
Ya se dijo, hay hombres y mujeres que ganan en las distancias cortas. Me encantó tu relato narrado con elegancia y buen hacer. Un besote amiga.
ResponderEliminarCreo que para Gabriel, el no ser muy guapo lo pone en ventaja amiga San. ¡un gran relato!
ResponderEliminarApetece acercarse con la excusa de comprar cualquier diario o revista a ver cómo son esas miradas que tanto dicen...perfecta semblanza del personaje
ResponderEliminarMe gustó mucho
Tan bien descrito, que casi puedo sentir como mira Gabriel desde el otro lado de sus circnstancias.
ResponderEliminarUn beso