Nace un nuevo día, el despertar de la vida. Ella que todo lo tiene despereza su cuerpo, voltea y revuelve su pelo. Alegre canturrea la última canción que en su corazón comienza a nacer. Vestida de felicidad entra en la habitación de sus pequeños tesoros, los besa y susurra sus nombres en la misma línea de sus almas. Ríen, juegan, los arrulla, los abraza.
_Hasta la tarde, los despide a la puerta de la casa. Toman el autobús del colegio.
_Lucas, mi amor, vamos llegarás tarde, él la toma por la cintura arrastrándola de nuevo hasta las sábanas calientes.
_Te quiero, le dice, ¡Cuánto te quiero! Hoy te ves preciosa. ¿A qué hora será la grabación?
De repente una explosión, gritos, disparos, golpes, terribles golpes.
Deja de soñar, siente miedo, todo se desmorona, percibe la muerte, viene a tomarla de su mano.
No, aún no, piensa, es demasiado pronto, aún no.
En la oscuridad más absoluta, sus sueños se eclipsan, se le escapa el último aliento de esperanza.
Cierra los ojos, su cuerpo se transforma en un ovillo cobijado en la esquina de esos cuatro metros en los que habita desde hace ¿trescientos sesenta y cinco días?, se acurruca, siente frio.
El tiempo, he olvidado el tiempo, ¿Cuántos segundos, minutos, horas, días….?
Un rayo de luz penetra en la prisión que la encarcela y una voz dulce le habla.
_No tengas miedo Elena, no tengas miedo, dame la mano, estas a salvo, todo pasó, ya todo pasó.
Libre, estoy libre.
Frente a las cámaras una pregunta:
_ ¿Elena como logró vivir en ese infierno?
Sus ojos cristalinos miran a todos los allí congregados, su mirada limpia, transparente y feliz traspasa esas cámaras que la acercan a tantos hogares a tanta personas que la observan pasmados ante esa pequeña mujer que derrocha serenidad, sonríe y con voz segura y firme responde.
_ Porque cada día salía a pasear subida en las nubes, sentada entre sus mullidos brazos viví. Viví trescientos sesenta y cinco días en las nubes.
Nubes blancas de algodón donde habitaban los ángeles, mis ángeles y mi amor.
Si quieres viajar a través de otras nubes ven a visitar a Lois y Clark
Que bonita historia, sinceramente soy de las que piensan que por muchas cosas que te pasen, hay quien decide que tiene ganas de vivir, y le arranca su vida al destino.
ResponderEliminarUn beso. Visitaré el blog, y encima como las aventuras de superman, me encantaba esa serie.
Soy de las que pienso que sin los sueños no se podría vivir, así que creo totalmente lo que dice el personaje de tu bella historia. Esas escapadas cada día a pasear en las nubes, le permitió huir de una realidad nada agradable.
ResponderEliminarNo he podido venir antes, aparte de mocosa, je, je, he estado liada. Besitos.
Los sueños, la imaginación, la fantasía, ese vivir en las nubes, imposible de quitar a la personas, han salvado a más de una mente de la locura.
ResponderEliminarUn beso
vaya, fotos de Jaén veo, que bueno tenerte cerca entonces, lo veré a ver.
ResponderEliminarPrecioso y lleno de moralejas cálidas
ResponderEliminarun abrazo :)
La mente tienen la mejor llave para evadir los golpes que nos puede dar la vida. Soñar y dejarse llevar por la imaginación, para lograr escapar de los infiernos...desgraciadamente para muchos, ese ha sido el escape que han tenido que instrumentar para sobrevivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este relato tiene mucha miga.
ResponderEliminarHa sido muy entretenido leerlo, y luego quede pensando, que siempre que paseemos por las nubes, nos sentiremos libres.
Yo creo que me voy a ir a vivir a ellas. :)
Saludos y una gran sonrisa.
Un cuento que por momentos sobrecoje. Poder evadirse de la realidad que muchas veces nos oprime, es un gran bien. La pena es que la realidad siempre es la que es y las nubes pasan.
ResponderEliminarPero tu relato me ha encantado.
Un abrazo
Las nubes de nuestra imaginación son capaces de mantenernos a flote.
ResponderEliminarpero este relato no lo siento como un sueño, sino como un modo de evadirte de la cruel y dura realidad. Ese año que ella pasó entre los cuatro metros cuadrados, no sé si fue porque estaba encerrada en su cuarto, después de que sus hijos fallecieran en un accidente??? o bien porque estuvo de pequeña secuestrada y en el momento que va a la televisión, para explicar su vivencia, invoca y reconstruye todo lo que le sucedió...
ResponderEliminarme gustan los relatos abiertos, que dejan muchas posibilidades, tal como el tuyo.
:)
un abrazo
San, me cuentas la fuerza imbatible de la imaginación que todo lo puede, describes un sueño lárgamente soñado, 365 días con sus noches, incluso más se soñaría escapando a cualquier encierro, traspasando muros, rejas, soledades. La prueba es tu hermosos relato inventado a base de la creatividad, poderosa inventora. Natalí
ResponderEliminarBesitos bajo plomizas nubes que se reflejan en la mar, ese sueño de plata.
Una de los aspectos de unanube es que es cambiante.
ResponderEliminarOtro su vocación viajera. Finalmente un destino muy variable. Tan pronto se mantienen como se difuminan.
No me extraña que tu personaje se instalase en una de ellas.
Un recuerdo m viene con tu texti, para esas víctimas de la Atoya y Oslo
Tésalo
A veces en circunstancias adversas, soñar es la mejor medicina para superar hasta lo que parece insuperable como un secuestro, o un encierro voluntario; pero el caso es que las nubes le sirvieron para evadirse de la realidad que tan cruel había sido con ella.
ResponderEliminarMucha fuerza en tu relato
Un abrazo
Que idea tan fantástica esa de los jueveros...me uniré para compartir la variedad de historias sobre un mismo tema...bss perfecta tu historia
ResponderEliminarBendita puerta, las nubes, para escapar de una realidad tan cruda. Sobrevivir con la mente para volver a sentir los pies en el suelo.
ResponderEliminarUn besazo
En las nubes...Ahí ando yo 11 meses al año! jajaja.
ResponderEliminarAhora finalizo el curso! cierro por vacaciones.
Mañana tendrás un regalo especial de despedida, para que me recuerdes durante la ausencia y me tengas presente a la vuelta, en septiembre, en cuanto la burocracia de inicio de curso me de tiempo libre.
Besos, guapa!
No siempre es válido refugiarse en la irrealidad, pero a veces es la única opción posible.
ResponderEliminarBesos reales.
Carlos de Apenas penas.
De vez en cuando a mi me encanta vivir en las nubes un tiempo, es una forma de evadirse como otro cualquiera y de sobrellevar ciertos problemas que no tienen solución.
ResponderEliminarAl final se impone la realidad, pero mientras tanto...
Excelente relato querida San, ideal para ayudar a soportar ciertas situaciones.
Un beso enorme.
Gracias a la imaginacion huimos de la cotidianidad...
ResponderEliminarun abrazo
Supongo que ante esto un paseo por las nubes no está nada mal. Cuanto dolor para apaciguar...
ResponderEliminarEstupendo, San
Besos
una hermosa historia... para un jueves muy particular! besitos!
ResponderEliminarHola SAN
ResponderEliminarEl poder de la imaginación es tan grande, que nos puede sacar de la realidad dolorosa en un abrir y cerrar de ojos y transportarnos a un mundo diferente. Por eso es importante no perder la capacidad de soñar. Linda historia.
Un beso
de ortega lara, ¿te acuerdas, chelo?, supimos de su esqulétic cuerpo y de alguna otra cosa que se nos dijo que él había dicho. así recuerdo a bote pronte que paseaba¿? y que hacía ejercicio...pero también que en un momento dado se derrumbó...no creo que se dijera más de aquel año y medio ,¿o fue más?, que pasó en el zulo. pues bien, eso que no se nos contó, estoy seguro que entra dentro de la terribildad, que entra dentro de lo inimaginable...así veo yo a tu protagonista...¡imposible entrar en sus fuero interno, imposoble de los imposibles, y eso a pesar de que soñara entre las nubes!
ResponderEliminarmedio beso, chelo.
La imaginación es el mejor lugar para refugiarse cuando la realidad no te acoge.
ResponderEliminarMatizo, eso está bien siempre que no se pierda el contacto con la realidad.
Muy bueno, abrazo amiga.
hay otros mundos
ResponderEliminary todos caben en la mente humana
precioso relato
Después de leer tu relato 'estar en las nubes' toma un significado completamente distinto.
ResponderEliminarTE beso
Tu relato me recordó que algo siempre nos queda en los más íntimo, que no nos pueden robar...
ResponderEliminarUn relato especialmente conmovedor.
En qué nube te encuentro a tí?
besos y abrazos mil
Aferrarse al recuerdo y visitarlo entre nubes, es la mejor medicina para una cautividad sin fecha de caducidad.
ResponderEliminarEjemplos tenemos recientes... los mineros chilenos o la propia Ingrid Betancourt. Algo en su interior les hizo sobrevivir.
Una historia más con marca de la casa.
Besos
Muchos de los horrores de la humanidad se han soportado por esa escapada a las nubes. Y como sino? hay momentos en que no hay otra salida.
ResponderEliminarBuena historia.
un abrazo
Si las nubes nos cobijan, ellas nos ayudan a salir del infierno.
ResponderEliminarUn relato que te deja un dulce amargor de boca.
Besos
Hermosa historia...
ResponderEliminarPerdon por la tardanza pero estoy super agobiada con el trabajo y no tengo ganas cuando llego de entrar a dejar comentarios..
Sorry.
Primavera
felices los espíritus que pueden abstraerse del dolor y crear un mundo nuevo...
ResponderEliminarsaludos amiga