Llegó como ya era habitual en ella, arrollándolo todo con su sonrisa dibujada y con esa frescura que la iluminaba toda.
-Perdóname, perdóname, se que tenía que haberte avisado, pero tú ya sabes, son llamadas de última hora, anda guapa no te enfades y cógeme…
Pilar suspiro, era imposible enfadarse con ella.
-Anda, siéntate, a ver ¿qué quieres que te haga hoy? ¿Peinar y marcar?
-¡Ojala! Mira, mira que raíz blanca me corona, ni dos semanas hace del último tinte. Y digo yo ¿qué tintes usas que no duran nada?
-¿Qué no duran nada? Los años que tienes mi amor, los años que tienes.
-¡Hija! encima tú dando leña, no seas agua fiesta Mariánimos y acércame una revista, pero no de esas que tienes de cotilleos, digo una revista de las buenas.
Pilar la miró con sus ojillos más picaros y de entre las estanterías tomo una revista y se la entregó.
-¡Jodeeer! Menudos tíos, estos quitan el hipo. Y sin más palabras se mantuvo entretenida las dos horitas de peluquería.
Mientras iba hojeando descubría cuerpos trabajados hasta la extenuación, músculos brillando cual faro en una noche de tormenta negra. ¿Qué se sentirá teniendo un cuerpo así? ¿Qué sentiría entregada a un cuerpo así? y se relamió imaginando semejante manjar entretejiendo su piel. No, no pienso más, que calor me está subiendo desde el mismo dedo gordo de mi pie izquierdo hasta la boca de mi estomago, Uf!!! Que nudo, si se me seca hasta la garganta.
-Pues ya está, terminada y que ¿te quieres llevar la revista? , porque chica no la has mirado te la has estudiado enterita, y las dos rompieron a reír.
-Quita, quita, si no puedo ni respirar de la impresión.
Terminado el día cansada de ir y venir, de reuniones, de comida y cena de trabajo, frente al espejo desmaquillaba su rostro y sin saber cómo, las imágenes de esos cuerpos musculosos atléticos y jóvenes sobre todo jóvenes, regresaron a sus ojos, los apartó de una sacudida de cabeza como hacía cuando rebelde ese mechón de su pelo se escapaba hacia su cara y con un profundo suspiro se fue a dormir.
Cayó rendida y se dejo llevar entre las olas de mil alucinaciones, paseó entre cantos de sirenas, entre nanas susurradas, entre caricias de terciopelo y tan reales fueron que despertó sobresaltada.
-¡Leches con la revista!, sentía el latir de su corazón, no latir no, correr, trotar, galopar, eso era más correcto. !Se me sale del pecho, que se me sale!
Quiso sentir consuelo ante tanta agitación, más que sueño parecía pesadilla. Estiró su mano buscando el calor de un cuerpo amigo. Y ahí estaba su Cipriano, lo buscó con la mirada y con las yemas de sus dedos.
-Ay! Mi Cipri y acarició esa barriguita cervecera que recién comenzaba a aparecer en ese cuerpo aprendido con los años. Acaricio ese cabello que comenzaba a tornarse pelusilla dejando paso al clarear de la luna reflejada. Cipri, mi amor…
-Ummmmm, mascullo, girando su cuerpo hacia la voz que le llamaba.
Entonces ella se acurruco ovillada entre sus brazos.
Mejor ser que no imaginar. ¡Gracias Pilar por la revista! Jejejeje.
San, muy bueno, jejeje. ¡Y los sueños, sueños son!.
ResponderEliminar¿Una cosa, entonces las mujeres también mirais revistas subiditas de tono en las peluquerías?. ¡Como están cambiando los tiempos!. De lo que se entera uno a través de los concursos de Paradela.
Espero que tengas mucha suerte en el concurso.
Un abrazo
Cómo te entiendo !!
ResponderEliminaresa situacion no es cosa solo de chicas , nosotros tambien admiramos las fotografias de chicas supuestamente perfectas.
Luego como tu Cipri, me miro, no es que sea un escuercin, tengo mis musculitos eh? pero tambien me veo con los años con barriguita cervecera. Y es que, cuesta muchos años conseguirla
Hace un par de días me mandaron un mail titulado "Por qué amar a un barrigudiño"...Esos cuerpos del calendario y de las revistas, son hermosos, pero un "barrigudiño" al calorcito que da, añade cotidianeidad y ternura.
ResponderEliminarDe acuerdo con ese magnífico final.
jejejeje qué bueno... además la inmensa mayoría de esos "modelos" son de silicona y pastillas ;)
ResponderEliminarun abrazo y suerte
Bueno, yo creo que un poquito de ser y otro poquito de imaginación. Porque, a ver, ¿y si el Cipri no se da la vuelta para que se acurruque? Pues no está mal soñar en esos "duros" momentos. Hay que reconocer que esos chicos de la revista dan para imaginar unos cuantos días. Puñeteras canas, que hacen pensar a los demás que el espíritu envejece con la piel.
ResponderEliminarMuy ameno tu relato, y simpático, pasé un buen rato.
Mucha suerte y nos vemos en la próxima.
El motivo de ese insomnio, de esa agitación, se entiende a la perfección, lástima que Cipriano, se alejara un poco del canon, casi perfecto, de los modelos de cuerpos esculturales de la revista.
ResponderEliminar¡ Viva la imaginación !que le hace escribir y hace sentir.
Mis saludos.
Uhmmmm yo creo que no existen, o al menos nunca deben ponerse malos jajajajajajajajajaja
ResponderEliminarPobrecilla, gracias a Cipri, si no.... se quedaba con la cabeza caliente y los pies fríos, jejejeje.
Ameno y simpático relato, deja un regusto agradable.
Un beso
San, qué bueno!
ResponderEliminarTengo que cambiar de pelu.
Un concurso? Premiada seguro.
Besos
Jajaja, muy bueno, San!! un relato lleno de fina ironia que he disfrutado mucho.
ResponderEliminarY la barriguita de Cipri, me parece amorosa...
Soy Maripaz
Hola San normalmente no puedo comentar en tu blog, asi que he entrado como anónima pero soy la Reyes ; decirte que me ha gustado tu relato de los tios buenos y desearte suerte en el concurso.
ResponderEliminarBesos.
Hola SAN
ResponderEliminarMás vale la realidad que miles de ilusiones a lo mejor llena de esteroides verdad? Felizmente la esperaba su Cipriano para acurrurrucarla. Bonito relato, entretenido como todo lo que escribes.
Buena suerte en el concurso.
Un beso
San, cariño... verás. Yo tengo una teoría Son de plástico.
ResponderEliminarDónde esté un hombre que en vez de mirarse él y adorarse delante de un espejo... esté uno de verdad que te mira a ti y en donde te puedes acurrucar...que se quite lo demás.
Mucha suerte!!!! ya nos contarás.
Muy buena peluquería, dame su dirección San.
ResponderEliminar¿A quién amarga un ramillete de bellezones? ¿A quién molesta la hermosura o es incapaz de admitirla? Mentira que sean silicona o que no existan, jejeje, envidia cochina, a lo mucho serán carne de gimnasio o nadadores o !un sueño! Que una madure no quiere decir que esté siegaaaa.
Luego el barriguito del Cipri a la larga también es bello, se está de delicia entre sus brazos, acurrucada soñandoooo.
Me encantó San, suerte en el concurso, tu relato es una gozada. Besitoooo.
Menos mal que, aunque sea con bariguilla, tiene un Cipriano pues lo peor sería que no tuviese a nadie que la acurrucase.. Un abrazo
ResponderEliminar"Se dejó llevar por las olas de mil alucinaciones"... Yo quiero esa revista, jjeje.
ResponderEliminarUn relato muy entretenido y divertido.
Suerte.
Un beso
San, me ha hecho gracia lo de la barriguita cervecera, yo tengo un Cipri que me da calorcito, creo que eso es lo que importa, y tu relato me ha recordado que tengo que ir a la pelu, nada más que pa estar guapa cuando nos veamos :)
ResponderEliminarUn beso.
Se me olvidaba
ResponderEliminarSuerte y bienvenida al concurso :)
;)
ResponderEliminarsiempre que unas simples imágenes le acerquen y le hagan desear a la persona que ama, esas fotos serán perfectos y cumpliran un gran cometido jaja.
mucha suerte con el concurso de Mª Jesús.
un abrazo
:)
Muy simpático tu relato. No conocía tu blog. Bien hallada y bienvenida al concurso. Saludos y suerte.
ResponderEliminarUn relato muy divertido, está bien para soñar un rato, las personas que sólo viven para su cuerpo están un poco o mucho vacías.La realidad es lo que tenemos al lado y debemos valorarlo y cuidarlo.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso. Un besazo desde Jaén con la tormenta y todo.
Esos cuerpos son para soñarlos, no está mal, pero quedarse con tu Ciprieano...por aquello de :...mas vale "barrigitas" conocido....que modelos por conocer...¿si?...bueno, pues...no sé...tal vez, duerme tranquila.
ResponderEliminarSuerte.
Lo que da de si una foto para soltar la imaginación. Yo que soy un "barigudiño" (como dice María Jesús) no puedo estar más de acuerdo con ese final.
ResponderEliminarUn abrazo
ibso
Soñar es bueno, pero más hermoso es despertar y tener un Cipri al lado, aunque tenga una poquita de barriga cervecera, je, je.
ResponderEliminarLindo y tierno tu relato. Besitos.