Imagen tomada del Blog de Marisol |
Humo
detrás del cristal
Pienso
que echaré de menos, mañana, cada mañana, el
resto de mis mañanas, el sonido de tus pasos junto a los míos…
Hasta
ayer, aceleraba mis horas para encontrar la mirada de unos ojos que se
anunciaban desbordando ternura.
Así
amanecían mis días, con la esperanza del encuentro. Sabiéndote, todo tenía otro
color.
Ahora
esa sonrisa que abraza, no me acompañará a traspasar la línea que separa este
mundo y el que tú ceñías a mi cintura. Lo haré sola, como me enseñaste.
–No
temas nada –me decías– cierra tus ojos y siente. Adelanta un paso y
adéntrate. Estarás a salvo; allí te
encontraré.
Te
hubiese hablado de esta ausencia y del deseo de que no cambiasen nuestras vidas,
pero entonces en tu rostro se hubiese reflejado la tristeza. No teníamos tiempo
para eso.
Llueve.
El paraguas solo cubre mi cuerpo y el aroma de una evocación… Ahora no sé
precisar cuando la costumbre se hizo deseo.
Hoy
solo me duele dejar atrás tu compañía. Los toques fortuitos, esas risas
cómplices, la voz que narra, que cuenta, que desvela… la respiración
entrecortada.
¡Qué fácil es acostumbrarse a lo bueno y qué triste regresar a la realidad!
¡Qué fácil es acostumbrarse a lo bueno y qué triste regresar a la realidad!
Mis
lágrimas apenas me dejan ver cómo te vuelves humo tras el cristal…
Encontrareis más uno de tres en casa de Neogéminis
Encontrareis más uno de tres en casa de Neogéminis
Hermosa historia, San, narrada con suaves pinceladas poéticas, como nos tenés acostumbrados-!
ResponderEliminarun abrazo, y gracias por participar
Triste, pero muy bonito!
ResponderEliminarDesvanecerse como el humo tras el cristal y enfrentar la realidad de la ausencia...
Muy bueno, San.
Besos.
Se vuelve humo... y despues la nada. Solamente el recuerdo, quedará.
ResponderEliminarBss.
ausencia...palabra que nadie quiere cargar en su mochila.
ResponderEliminarUn texto melancolico y bien escrito
ResponderEliminarTristes ausencias.
ResponderEliminarasí es la vida, el final queda el recuerdo
ResponderEliminarbesos guapa
MARIAN
Que dificil es acostumbrarse a una ausencia, todo nos recuerda a él, y seguramente serñ así durante mucho tiempo,su olor, sus recuerdos, la melancolía se instarará en nosotros hasta que logramos diluirlo con el tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues me ha encantado, así, sin más, porque esa tristeza tienes unos matices tan vitales y bellos, que ha valido la pena dejarse llevar y ...desaparecer entre el humo del cristal.
ResponderEliminarUn besazo, San.
Intensísimo relato de una pérdida, en el humo la presiento, el aliento.
ResponderEliminarDulce, melancólica, evocadora memoria.
Besitos amiga.
Ay, amiga, tengo tantos humos tras los cristales que cualquier día no veré ni la acera de enfrente...
ResponderEliminarMuy buen escrito, bravo, transmite una triste realidad o una melancolía difícil de vencer.
Un beso bien gordo.
La vida son momentos. hacerse fuertes y echar paraa delante...
ResponderEliminarMuy bien expresado.
Saludos
No es sólo humo tras el cristal, San. Es mucho más que eso. Forma parte de tí y no hay disociación posible. Incluso esa forma de afrontar la ausencia, sutil, poética y con una indudable entereza sola, seguramente será fruto de enseñanzas recibidas.
ResponderEliminarReitero: No es sólo humo tras el cristal.
Un fuerte abrazo.
Que hermoso retrato del recuerdo de un amor compartido, de la complicidad, del jugar a dos...
ResponderEliminarMe emocionaste de nuevvo
Besos
Dolorosa es la ausencia.
ResponderEliminarSolo queda el recuerdo y a veces solo el humo.
Un saludo.
Hay ausencias que quedan grabadas en el corazón de quien disfrutó en vida de su compañía...
ResponderEliminarBesos
La poesía de la nostalgia, el aroma del olvido. Lo has descrito con una estética magistral, sí señora.
ResponderEliminarUn beso
Precioso San.
ResponderEliminarCuanto llena y cual vació deja si no esta.
"Me duelen mas tus cosas cuando estas ausente" dice el Tango.
Poesía pura, querida.
Un abrazote.
Me parece muy dificil escribir algo teniendo que apoyarse en una frase pero mucho más dificil es acontumbrarse a vivir si alguien querido.
ResponderEliminarUna imagen muy original.
Parece que la idea del humo tras los cristales ha sacado algo de lo bueno que tenéis las de alma poética. Y en tu caso, me ha gustado, pero la última frase me parece espectacular.
ResponderEliminarBesos, amiga.
Bello y a la vez triste relato, pero entretiene leer estas cosas, un saludo.
ResponderEliminar...pero creo ver que él enseña, prepara, que él es el maestro de la soledad, que él avisa...incluso, se pondría triste si..."pero entonces en tu rostro se hubiese reflejado la tristeza."""""...luego, la alumna es mala, muy mala alumna...aunque ya sé que amor desconoce aquello que no le satisface, desconoce, odia, intenta alejarse del dolor, aunque amor también es o suele ser experto en dolores, pues qué sería amor sin ausencia?...
ResponderEliminarmedio beso...
Añoranza por lo que pudo ser y no fue.
ResponderEliminarContagia tristeza, que queda envuelta en una nebulosa de deseos y recuerdos alrededor de un humo que desaparece tras el cristal.
Difícil texto, muy serio, teniendo en cuenta lo fácil que es caer en tópicos.
Besos
aaaayyysss !!!
ResponderEliminarme has llenado de emoción y has hecho rodar algunas lágrimas al terminar de leer este hermoso relato muy bello MARAVILLOSO, me has tocado el corazón pues confieso que me siento identificada con tu escrito UNA MARAVILLA...
intenso, la verdad es que me has dejado sin palabras, desearía no haber leido esta entrada, pero lo hecho no se puede remediar, he sentido su voz, aquella voz que me repetía que los días no serían iguales si no estabamos juntos, sus brazos, sus ojos cubiertos de lágrimas y yo allí, como un alma en pena simplemente pintado, esperando el final, la odiosa despedida, cada palabra que has escrito la he sentido en el alma, porque la he vivido, mi vida no es nada sin su presencia, sólo espero que ella al menos no se torture y me haya olvidado, la vida sigue, para que seguir arrastrando cadenas, pero no somos perfectos, las cadenas se han hecho justamente para arrastrarlas.... esta vez no te dejo besos
ResponderEliminarComo dices en tu relato que fácil es acostumbrarse a lo bueno, pero esa realidad de la ausencia de uan persona que se ama, que dificil se hace.
ResponderEliminarUn placer leerte
Lola
Hoy tu texto no tiene la sorpresa como final, hoy tiene nostalgia y aprendizaje de vida. Hoy tienes un paraguas que cubre la soledad del que relata y el recuerdo de quien no está y se desvanece o se deshoja como la preciosa imagen que acompaña tus letras.
ResponderEliminarOtro registro, la misma calidad.
besos!!
Cuando alguien a llenado tu alma, de tantos bellos sentimientos, ni la niebla es capaz de hacer olvidar.. Lo bueno convivido, me encantó leerte.
ResponderEliminarBesos
Invitación
ResponderEliminarYo soy brasileño, y tengo un blog, muy simple.
Estoy lhe invitando a visitar-me, y se posible, seguimos juntos por ellos.
Fuerza, Alegría y Amizad.
Ven acá, y, deja un comentario, para Yo seguí tu blog.
http://www.josemariacosta.com
Bien dicho, no hay que perder el tiempo cuando la evanescente felicidad respira a nuestra vera. Apurar la copa y después ya se verá(aunque comprendo el desánimo, parece delicioso lo que se perdió).
ResponderEliminarSaludos!
El desvalimiento que sentimos ante el abandono queda especialmente reflejado en tus palabras pero con la idea de continuar, de seguir adelante, aunque las lagrimas nos impidan ver el humo o el sol. Un beso amiga
ResponderEliminarTu relato respira ternura, algo de tristeza y quizás algo de soledad, pero se nota una incipiente esperanza al final. Espero que así sea.
ResponderEliminarUn beso.
Paraguas para dos, soledad para uno. Que belleza y serenidad encuentro en cada renglon, amiga.
ResponderEliminarUn besazo
Una decisión difícil, dejar atrás aquello que queremos presente en nuestra vida, y que se convierta en humo tras el cristal.
ResponderEliminarUn hermoso texto, lleno de sensaciones que llegan directo al corazón.
Un beso enorme.
La memoria no permitirá que los recuerdos se extiendan con tanta premura que todo acabe en un exhalación detrás de un cristal.
ResponderEliminarBonitas palabras.
un abrazo
Atrapemos los buenos momentos que dejaron huella en nosotros…aun siendo tristes sirven para afrontar la ausencia con entereza.
ResponderEliminarMe ha gustado tu relato mucho.
Un cálido abrazo
muy triste y muy bello aprendizaje del coraje.
ResponderEliminarme ha encantado.
un beso
Ausencias que duelen pero que siempre quedan en el recuerdo...
ResponderEliminarBellas palabras.
Un abrazo
Mira, San,
ResponderEliminarTe diré que hice de unas palabras de Baudelaire mi cita preferida "Sois toujours poète, mème en prose". Pues eso, lo tuyo es poesia en prosa, una poesia maravillosa.
Me encanta leer ese
"Llueve. El paraguas solo cubre mi cuerpo y el aroma de una evocación… Ahora no sé precisar cuando la costumbre se hizo deseo."
Y la frase final...
"Mis lágrimas apenas me dejan ver cómo te vuelves humo tras el cristal…"
¡Te salió un texto etéreo, emotivo, inmenso! que es al mismo tiempo un gran poema.
Muac